-Buenos días cariño- me besa la frente mi novio cuando llega a la cocina.
Estoy sentada en la mesa, bebiendo mi taza de café, como cada día. Hoy es mi primer día de universidad, y no puedo estar más nerviosa.
-¿Cómo has dormido?- pregunto sabiendo que se ha levantado más de un par de veces durante la noche.- A ver si vas a estar tu más nervioso que yo- me río.
-Tranquila, estoy bien- dice poniendo dos rebanadas de pan en la tostadora.- Los nervios del primer día.
-He estado pensando, ¿quieres hacer algo esta noche? ¿Ir al cine o a comer a algun restaurante? Para estar un poco solos- le digo levantándome para abrazarle.
-¿Hoy? Yo empiezo a trabajar en la cafetería, ya lo sabes.
-Pero después de que acabes...
-Si quieres este fin de semana, el sábado trabajo hasta las siete.
-¿Tendré que esperarme cuatro días?- pongo cara triste.- Me apetece mucho...
-Lo sé, y a mí, pero ya no estamos en verano cariño, debemos centrarnos en lo importante, tú en la uni, y yo en el trabajo.
-A partir de ahora no nos vamos a ver tanto.
-Lo sé, pero sabes que hice todo lo posible por cambiar mi turno, no me dejaron. Por eso te dije que te mudaras, así nos veremos más- sonríe. Por cierto, te llevo en coche- dice para segundos después besarme.
-Buenos días familia- entra en la cocina Carlos, por lo que me separo de Javi y ruedo los ojos sentándome otra vez en mi silla. Muy oportuno no es, de esto no hay duda.
-Buenos días primo, ¿unas tostadas?- dice empezando a lavar unos vasos.
-No gracias, he quedado para almorzar- dice acercándose a la mesa y bebiéndose lo que quedaba de mi zumo. Alzo los brazos preguntándole que hace y él se acerca el dedo a la boca para que no diga nada, yo, sin quedarme atrás, le miro con desaprobación y le enseño mi dedo corazón, pero no se enfada, se ríe, y eso me estresa.
-Uy... ¿Con quién has quedado?- le dice mi novio alzando las cejas.
-Alguien que no conoces- ríe Carlos.
-¿Seguro?
-Segurísimo- afirma él.
-Ya me lo contarás ya...- ríe Javi.- Venga Julia prepárate que nos vamos, te tengo que dejar a tí primero por lo que tenemos que salir con tiempo- me dice desapareciendo en el pasillo para ir hasta nuestra habitación. Yo, rápidamente me acabo el café de un trago y me levanto para dejar la taza en el lavavajillas.
Estoy a punto de salir de la cocina y paso por el lado de Carlos, y él, se gira en ese momento para ir hacia la mesa, por lo que chocamos.
-Eso de intentar evitarme no te va muy bien eh- se ríe tras mirarme.
-Ay, déjate de tonterías- ruedo los ojos. Cosa que empieza a ser usual cuando él está cerca, y mi mirada se cruza con la suya.
-¿Qué?- me pregunta al ver que no me muevo.
-Nada- agacho la cabeza.- Déjame pasar.
-Nadie te lo impide.
-Eres insoportable- doy un par de pasos hacia la derecha para rodearle y marcharme, antes de que me enfadara y empezara mal mi primer día.
-Por cierto, suerte con el primer día- me dice con ironía.
-La tuya no la necesito, eso seguro- le sonrío. Me voy hacia la habitación para coger mi mochila y me encuentro a mi novio en el baño retocándose el pelo. Pocos minutos más tarde ya estamos camino a mi universidad, a ver que me espera allí, porque con la suerte que llevo estos días... cualquiera lo diría.
YOU ARE READING
Dos Miradas No Se Cruzan Por Casualidad
Teen FictionUna boda, una pareja, y alguien que no debería haber conocido. Él, el chico que va a hacer que se replantee todo lo que tenía por sabido. Él, el chico castaño de aquella boda. ¿Por qué tenía que conocerle? No lo sabe, pero algo de lo que no duda Jul...