Capítulo 31: La llamada

777 49 6
                                    

CAPÍTULO 31:

Emilio amaba los crepes, sobre todo, con chocolate. Asique, ya que habíamos dejado por fin lo que nos separaba a un lado; decido aquella mañana darle un pequeño regalo como ofrenda de que hemos firmado ya la paz aquella mañana. Por lo que le llevo una cantidad ridículamente enorme a Emilio para desayunar aquella mañana a la cama. Un buen café helado que le gustaba a él, la tarrina de Nutella y los crepés. Como me dijera que no se lo comía, era para matarlo.

Con la bandeja en la mano, llamo como puedo a su puerta antes de entrar a su habitación. Emilio a está despierto, anda con su teléfono móvil cuando me vé entrar con el desayuno en la mano.

-Madre mía- se ríe al verme- ¿Y eso?

-Pues...digamos que mis gracias por arreglar las cosas- le digo dejándole las cosas sobre la cama para que comiera- Me alegra que por hayamos arreglado todo y solo quería... pues eso, darte las gracias con esto.

-Wow... Pues- Emilio me mira, sonríe- La verdad es que solo puedo decirte que gracias por tremendo regalo.

-No hay de qué- me siento a su lado en la cama, dejándolo comer- Es... también te traía todo esto porque quería darte gracias por otra cosa.

-¿Qué cosa?- pregunta.

-Por no haberle dicho nada a mamá.

Porque la verdad fuera dicha, de aquello era de lo que tenía más miedo. Que Emilio fuera con lo que sabía a mamá y quedara a descubierto todo mi secreto. No tenía miedo de querer a quien fuera, pero cuando se trataba cosas relacionadas con mamá, había llegado al punto en el que me costaba la vida misma saber si iba a ser bien o mal que mamá supiera ciertas cosas.

Por eso, cuando Emilio se enteró de todo, lo único que no podía quitarme de la mente era el que si habría alguna posibilidad de que mamá se enterara de todo por culpa de Emilio. Después de todo, Emilio era el niño de mamá, aunque él no quisiera aceptarlo.

-No lo pensaba hacer...- Emilio corre a decir- Sé que esto es cosa tuya y bueno... como me dijo Cinta, si había reaccionado de aquella manera yo, ¿Cómo quería que tú me contaras algo privado?- Cinta siempre ayudando.

-Tienes una novia muy buena- bromeo.

Emilio se ríe, ocultando la sonrisa con el café:

-Aun no hemos aclarado eso de que si vamos a volver al final o no...

-Creía que ayer irías a hablar con ella.

-Ya, bueno. Tenía ensayo y entre cosa y cosa... no la vé- lo miro- Aunque espero que aún quiera seguir siendo mi novia después de lo capullo que fui.

-Seguro que quiere seguir siendo...

Cinta quería a mi hermano y aunque hubieran peleado los dos por mi culpa, sabía perfectamente que no tardarían mucho tiempo en volver a estar juntos.

Emilio me mira de repente.

-¿Qué?- pregunto riéndome.

-Nada- niega este- Es solo que... no puedo creerme que vaya a preguntarte esto, pero ¿y tú? ¿Cómo lo llevas con Maite?

Lo miro y no puedo evitar sonreír ante aquello.

-Bien... la verdad es que bien- respondo a su pregunta- No todo lo bien que me gustaría, ya que aun lo llevamos en secreto, pero bien- asiento.

-¿Y por qué tanto secretismo? Con lo que te gusta a ti... ser tú misma.

La verdad es que Emilio tenía razón en ello. Siempre había sido muy tirada para delante. Siempre había hecho lo que me apetecía, aunque con mamá no lo mostrara. Sin embargo, con Maite es que sentía que era distinto.

Amor, Pintura y otras cosas //Maitino Fanfic// Acacias 38 COMPLETADO #Wattys2020Where stories live. Discover now