Capítulo 17: La confesión

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CAPÍTULO 17:

Parece que tengo doce o trece años en ese momento, soñando despierta, con una estúpida sonrisilla en mis labios y sintiéndome sobre las nubes. No ha pasado prácticamente nada, pero desde que he volví el día anterior a casa, no he parado literalmente de darle vueltas al asunto, de ver en mi mente a Maite una y otra vez observando la manera en la que me miraba, en la que me pintaba. Dios, no podía parar de pensar en ello y en la posibilidad de que sí, que yo también a ella le gustaba... Es tanto el "enchochamiento" que tengo aquella mañana con ella, que hasta me avergüenza admitir que he ensoñado con ella, teniendo ese gran momento con ella en el estudio.

Estaba fatal.

El caso es que aquella mañana, aprovechando de que no tenía nada que hacer y que mamá estaría ocupada a causa de una comida que le había dicho Bellita de preparar para unos familiares de José que venían de Málaga, estaría sola. Por lo que, ayudándome para no pensar en ello, tomo mi cuaderno de dibujo y empiezo a pintar lo que veo desde mi ventana. Intento mantener la mente ocupada, pero es por poco tiempo, cuando escucho el teléfono móvil sonar.

Es un mensaje de Cinta.

Tía, que no me has contado nada, ¿cómo fue?

Dudo en si contestarle, pero supongo que siendo Cinta la única que sabía que me gustaba Maite y, además sabía lo que había hecho; supongo que me podría ayudar.

A Maite le gusto. No hay duda.

Cinta no tarda en responder.

Entonces increíble. ¿Has hablado con ella?

Del tema.

Ni loca ¿estaba acaso eso, loca?

¿Sabes que tú le gustas a ella y no te lanzas?

Tú lo ves muy fácil.

Yo solo digo que si yo pude lanzarme y besar a tu hermano y decirle que me molaba, tú también puedes hacer lo mismo, ¿no crees?

Empezaba a odiar que Cinta me diera consejos, la verdad fuera dicha. ¿Por qué? Literalmente, solo había que ver como había resultado las dos últimas veces que le había pedido consejo y había hecho lo que ella me había dicho.

Mira, acabo de terminar el ensayo. Me paso por tu casa. ¿Quieres?

Venga...

Ponle más ganas, hija.

¿Qué haría yo sin ella?

Miro que Emilio no esté en la casa, ya que tenía sabido que como era el cumpleaños de Antoñito, el hijo de Ramón Palacios próximamente, este lo había invitado a comer por ahí. Asique, con un poco de suerte, mamá no llegaría tampoco y tendríamos la casa para las dos para hablar más tranquila.

Cinta llega al poco. Nos sentamos en el salón para estar más cómodas.

-Y cuéntame eso de que aún o le has dicho nada a Maite de como te sientes.

-¿Y cómo quieres que le haga?- me siento con ella, ofreciéndole algo de beber- No es tan fácil como Ey, Maite, me gustas. Y comerle la boca en el sitio.

-Bueno, tampoco seas tan bruta, cariño. Aunque ya te has desnudado delante de ella. Es un poco contradictorio- si me iba a seguir atacando de aquella manera, mejor que no siguiera, la verdad- Quiero decir... ¿Maite te hace feliz? Cuando estás con ella.

Resoplo con fuerzas, me quedo callada, pero asiento.

-Mucho- admito- Siempre con esa energía que la caracteriza, esa manera de hablarme que tenía y.... no sé. Me siento bien con ella y... Creo que el hecho de que quiera solo besarla cuando la veo habla claro...

Amor, Pintura y otras cosas //Maitino Fanfic// Acacias 38 COMPLETADO #Wattys2020Where stories live. Discover now