Capítulo 13: Las cosas se tensan

1.2K 63 5
                                    

CAPÍTULO 13:

Mentiría si dijera que no me había quedado pensando en la llegada de Margarita al estudio de Maite, en la forma en la que Maite me despidió y lo que supuestamente pudiera significar que Margarita fuera a visitar a Maite. Sabía que no tenía nada de lo que preocuparme, que en cierta manera podría ser cosas de ellas dos. Cosas privadas...

¡Pero es que no podía quitármelo de la cabeza!

Era una estupidez de las grandes, pero tanta que hasta en el restaurante, que muchas veces mantenía mi mente concentrada en las comandas; me ocupaba más atención Maite y Margarita que la fideuá que había pedido la mesa 4 y parecía que estaba tardando más de lo que debía de hacerlo.

-Camino, ¿me das la cuenta de la uno?- Emilio me llama, pero tan absorbida estoy en lo mío, que ni me doy cuenta- ¡Camino!

Me grita tan fuerte que hasta yo misma me noto saltar en el sitio.

-¡Dios, Emilio! Que susto me has pegado, joder...

Emilio no contesta a lo primero. Me observa confundido, intrigado:

-¿Estás bien? Llevas la mañana que estás, pero no estás.

-¿Qué? No digas tonterías- resoplo- La cuenta de la uno me has pedido, ¿no?- Emilio asiente, mientras que yo me acerco para sacarla- Pues aquí la tienes. ¿Ves? No me pasa nada.

Emilio la toma, sin embargo, se queda allí, más tiempo parado. Me mira y de repente, sé con el tema que me va a saltar: la pelea que había tenido con mi madre. Gracias daba que hubiera ido con Carmen, la mujer de Don Ramón, a comprar en ese momento.

-¿Estás así por la pelea que has tenido con mamá?

-¿Qué? Estoy bien- vuelvo a responderle- Además, que mamá la que no confía...

-Mamá confía en ti.

-Ya...- murmuro volviendo a lo mío.

-Camino, solo quería ver qué tal persona era Maite y qué estaba enseñándote- resoplo con fuerzas cuando lo escucho decir aquello.

Lo miro y me río.

-En otras palabras. Me vigilaba.

-Que no, Camino, por Dios.- Emilio es el que resopla ahora con fuerzas- No hagas montañas de arenas donde no las hay, por favor.

-¿Montañas?- ahora si que Emilio había perdido la cabeza.

-Sí, Camino. Porque sabes perfectamente que mamá está acostumbrada a la vida en Acacias, donde todo el mundo nos conocemos...

-¿Y qué? Qué ahora va a venir Maite y me va...yo que sé, ¿me va a meter en una secta satánica?- no tenía ni pies ni cabeza lo que estaba diciendo, para ser honesta.

-Camino...

Por suerte o por desgracia para Cinta, esta llega en el momento en el que la pelea de hermanos se está haciendo cada vez más vistosa y está empezando a tomar la atención de todo el restaurante.

-Vaya... llego en mal momento- Cinta encima se cachondea.

-No, vienes perfectamente- responde Emilio, que toma la cuenta y se vá.

Cinta y yo nos quedamos a solas. Esta me mira, no dice palabra, pero sé perfectamente que está esperando que yo empiece a contarle lo que está pasando. Aunque, para ser honestos, en ese momento, no es que quiera hablar con nadie.

-¿No me vas a contar qué paso?

Miro a Cinta, esta sonríe.

-¿De verdad quieres saber?- le respondo.

Amor, Pintura y otras cosas //Maitino Fanfic// Acacias 38 COMPLETADO #Wattys2020Onde as histórias ganham vida. Descobre agora