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Dos semanas, Dos malditas semanas para que mi madre pudiera dejarme viajar a ver que diablos pasaba con Daoming Si. Tuve que estar tomando reposo por lo de las nauseas porque el doctor dijo que debía guardar reposo unos días y por supuesto que mi madre estaría detrás de mi cuidando que no saliera de la casa al igual que mi padre. Todo este tiempo estuve tratando de contactarme con Daoming Si y no contestaba ninguna de mis llamadas o mensajes, algo dentro de mi sabia que estaba pasando algo y estaba desesperada por tomar un vuelo y ir a buscar pero no me dejaban ir hasta que el doctor nos dijo que podía dejar de guardar reposo siempre y cuando tomara unas vitaminas que me dio y que tratara de no tener emociones fuertes que me hicieran mal.
—Hao Mei... —Lo mire porque si por suerte ya había llegado hace unas horas porque el vuelo fue una experiencia muy insoportable con las nauseas matutinas que he tenido estos días. —¿Seguro que a esta hora sale a comer y precisamente aquí?
—Estoy seguro, Mei Zuo me lo dijo. —Me enseño su celular con el mensaje de el recientemente nombrado.
Hao Mei se ofreció para venir conmigo aunque no lo invite mas bien a nadie invite. El decidió seguirme a escondidas de mi y de los demás porque Dai Na quería venir solo que gracias a Jiang Chen y Jaebeom se quedo en la casa con ellos a esperarme.
—Mira ese es el auto de su chófer. —Señalo un auto que se estacionaba enfrente del restaurante saliendo de este el mismísimo Daoming Si. —Pense que los chicos exageraban en como se veía pero veo que no, se ve muy acabado.
Este Daoming Si que veía enfrente de mi, no era el mismo que había visto la ultima vez. Este tenia unas notables ojeras que al solo verlas podías asegurar que no ha dormido bien, se veía que había perdido algunos kilos y su cara no mostraba ninguna emoción. Definitivamente este era una persona muy diferente al chico que amaba y eso me estaba preocupando mas de lo que estaba.
Atrás de el lo seguía su abuelo, que podía reconocer por las fotos que me había mostrado un día, de tan solo verlo sentí un escalofrió por lo serio que se veía. Entraron a restaurante y el auto desapareció.
—¿Que diablos te paso, Si? —Murmure aun viendo la puerta.
—Su abuelo no se ve una persona muy amigable. —Escuche a Hao Mei hablar. —Si al salir sigue con el tratare de de distraerlo para que tu te lleves a Daoming Si a un lugar apartado para hablar.
—¿Podrás distraerlo tu solo? —Lo mire y este asintió mientras acomodaba el suéter holgado que tenia para ocultar la pequeña barriga que se notaba levemente.
—Solo recuerda no gritar ni alterarte porque te hace daño a ti y mi sobrino. —Rodee los ojos y asentí.
—Lo haré, lo prometo. —Acomode mis lentes de sol que usaba como un disfraz improvisado.
