It Was All Just a Game

La noche perfecta

Después de que Blaise y Draco dejaron a Harry y a los otros a la oficina de Dumbledores, se les ordenó irse a la sala común de Slytherin, junto con Crabbe y Goyle, quienes en cambio fueron a la cocina. Los que recorrieron los muchos corredores de Hogwarts, solo comenzaron una conversación alrededor del 4to nivel.

—Entonces, ¿eso significa que ganaste la apuesta?— Blaise dijo primero, rompiendo el silencio absoluto. Sus palabras hicieron eco en el pasillo, penetrando en la mente de Draco.

—Para ser honesto— dijo después de una larga pausa, —no creo que recuerde la apuesta. Soy el que siempre ha pensado en ello. Siempre tengo que ganar, y a veces creo que eso es lo que me hace perder.— Draco desaceleró el ritmo, mirando hacia el suelo. —Estaba ayudando a la gente nuevamente, y por supuesto tuve que interferir.

—Él siempre ayuda a la gente. Es lo que hace. Y no pienses ni por un maldito minuto que fue tu culpa. Solo estabas haciendo lo que te dijeron-

—Sí, pero siempre podría haber dejado de escuchar ... Eso es lo que hace Harry. ¡Dios, soy una mierda!— Draco se llevó la cabeza a las manos y se frotó la siene. Ya no escuchó pasos a su lado, el silencio vacante lo hizo levantar la vista. —¿Qué?— Draco examinó al Slytherin que había dejado de caminar con una mirada inquietante en su rostro, una de disgusto.

—¡Oh, deja de compadecerte a ti mismo! ¿Dejarías de pensar en ti y pensar en él? ¡Piensa en Potter! ¿Cómo debe sentirse ahora? ¡Qué mal! Umbridge vino y arruinó cualquier plan que hiciera. Un plan para ayudar a la gente, y puede ni siquiera lo hace ahora y siente la necesidad de asumir la responsabilidad de todos. Cada cuerpo arroja todo sobre él a pesar de que no lo quiere. ¿Sabes cuánto puede romper a una persona?

—No lo ves, no lo ves en los pasillos, la forma en que te mira. Cuando no está cerca de ti, ¡parece que quiere lanzarse fuera de la torre de Astronomía! ¡Pero no lo notarías porque eres tan egoísta, Draco. Realmente lo eres. Así no es como funcionan las relaciones. Piensas el uno del otro, no en ti mismo.  Necesitas  estar con él, consolarlo. ¡Esto no es su culpa! — Blaise hizo una pausa para recuperar el aliento, —¿Sabes cómo siempre bromeamos sobre lo que Potter se hará a sí mismo este año? No es él mismo, son otras personas, ya sea un maestro estúpido o el mismo Señor Oscuro.

Draco estaba tan sorprendido por el repentino discurso que le acababa de dar que ni siquiera podía moverse. Se tomó un tiempo pensar mucho para procesar lo que acaba de decir el italiano. ¿Cómo podía ser tan estúpido, tan egoísta? Sabía lo que tenía que hacer, el coraje y la determinación llenaron su corazón. 'Gracias' fue todo lo que pudo decir.

—Ve a buscarlo, él te necesita.— Blaise dio una pequeña sonrisa y asintió con la cabeza, —oh y Draco, buen chupetón.— Los ojos del rubio se agrandaron cuando se cubrió el cuello con la mano y Blaise le dio una gran sonrisa.  

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Draco se escondió detrás de una alcoba desocupada por una armadura. La cantidad de espacio entre el metal delante de él y la pared fría detrás comenzaba a hacer que Draco fuera claustrofobia. Su corbata verde estaba atrapada en el clavo plateado de la armadura y su túnica pegada a la pared. Observó uno a uno como los miembros del ED salían con miradas tristes en sus caras, pero no Harry. Incluso Granger y Weasley se fueron, pero no Harry. Draco inconscientemente buscó su reloj de bolsillo, pero recordó que Harry lo tenía, por lo que colocó sus ágiles dedos en la cadena de oro que decía 'Te amo'.