It Was All Just a Game

El show

Harry se despertó con la respiración agitada de Draco a su lado. Estaba moviendo su propio cabello desordenado y el aire corría a lo largo de su expresión, apenas en su cuello. Estaba cara a pecho, y al abrir los ojos, los recorrió a lo largo de las cicatrices de Draco.  

Inmediatamente se sintió culpable y deslizó dos dedos por ellos. Draco se movió levemente. Harry lo besó directamente sobre su corazón, y Draco inclinó la cabeza mientras Harry se inclinaba para besarlo, provocando que se chocaran entre sí. Draco dejó escapar un gemido después de que sus dientes se estrellaran contra la parte superior de la boca junto a la frente de Harry.

—¡Lo siento!

—Buenos días a ti también,— dijo Draco sarcásticamente, frotándose la mandíbula. Harry se levantó hasta el punto en el que estuvo a la altura de Draco y agarró sus mejillas con ambas manos antes de juntar sus labios. Draco puso una mano sobre la de Harry y luego siguió su brazo hasta su hombro, apretándolo, luego continuó hasta sus mejillas y finalmente terminó tirándole del cabello. Harry sonrió en el beso, solo antes de profundizarlo, solo sintiendo sus suaves y dulces labios que le respondían descuidadamente.

—No sabes lo mucho que me encanta que me beses,— Draco brilló, mirándolo a los ojos cuando finalmente se soltaron.

—No creo que entiendas lo mucho que amo besarte, —dijo Harry en voz baja, con la voz quebrada. Se cubrió la cara con la manta para que Draco solo pudiera ver sus ojos. Fue increíblemente cálido y acogedor y se acurrucaron más cerca el uno del otro. Se miraron a los ojos antes de que Harry volviera a cerrar los suyos, listo para salir a la superficie en otro sueño. Draco extendió una mano y acarició su cabello con tanta delicadeza, su tierno toque reconfortó a Harry hasta el extremo.

—Alguna pesadilla, —susurró.

—Nunca contigo, —sonrió el gryffindor antes de alejarse, Draco mirándolo con adoración. El rubio permaneció despierto, solo pensando en su futuro juntos, solo hasta que inconsciente lo alejó involuntariamente.

Cuando Draco despertó, lo primero que vio fue el rostro de Harry, y el peso de su cuerpo que estaba apoyado en él lo empujaba profundamente hacia la cama. Lo miró con una ceja levantada, casi como si estuviera loco.

—¿Qué?— preguntó Draco, despertando más y más cada segundo.

—¿Una modelo de ropa interior sueca?

—Fue lo primero que se me ocurrió,— confesó Draco hundiendo los hombros.

—De verdad crees que te voy a dejar, mi prometido, a quien conozco desde los once años, salido desde los catorce, he pasado por una guerra por el bien de Merlín, por una estúpida modelo de ropa interior sueca a la que yo nunca he conocido.

—Bueno, cuando lo pones así, sueno como un tonto,— dijo Draco solemnemente, sin mirarlo a los ojos.

—¡Eres un tonto! Mucho —Harry lo miró antes de acariciar su mejilla con el dorso de dos dedos. Draco soltó una bocanada de aire antes de finalmente encontrarse con los ojos verdes de Harry. Se quedaron mirándose, leyéndose, casi conversando, sus parpadeos como uso de períodos.

—Eres tan hermoso,— espetó el Gryffindor. Draco se ruborizó abundantemente, lo que hizo que Harry sonriera con un millón de sonrisas. —Awh mira quién se está sonrojando.