Solo a Él [Nick Austin] | Terminada

(9) En casa

Desperté temprano para prepararle el desayuno a todos los invitados, mi mamá ya estaba en la cocina, un paso adelante, como siempre, la ayudé a preparar todo y vi a Jair asomándose en la puerta de la cocina.

- ¿Ayudo en algo? - dijo Jair frotándose los ojos.

- Tranquilo mi amor, descansa aún - mi madre tan amorosa con aquel tipo. Jair agarró un vaso y sirvió agua, no lo noto bien, así que mejor me acerco.

- ¿Estás bien? - le pregunté parándome frente a él.

- Luego conversamos - dejó el vaso en el fregadero y fue a la sala nuevamente, retomé mi lugar al lado de mi mamá.

- Cuando bajé, él estaba dormido con una cara molesta - dijo la chismosa.

- Discutió con Gabriel, de eso hablaré con él más tarde - respondió la que no se calla.

- ¿Tu vecinovio? - rió.

- Ese mismo... - dije masticando un pedazo de pan.

Llamamos a que bajaran todos, disfrutamos el desayuno como si no hubiera un mañana, cada quien se retiró a sus hogares agradeciendo por la hospitalidad, solo Cami y Jair se quedaron para llevar al aeropuerto a mamá, nuestra despedida fue muy dura, otra vez sin ella y esta vez sin fecha para volverla a ver.

De regreso, dejamos a Cami en su casa y Jair se quedó en la mía.

- Ahora sí puedo desnudarme sin que nadie me vea - dijo dejando las llaves del auto en la mesa y desvistiéndose en el camino.

- Yo te veo - espeté dejando mis llaves.

- Tú no cuentas - y se tiró al sofá.

- Tú cuéntame, ¿qué sucedió con Gabriel? - me senté frente a él con mi brazo apoyado en mi pierna sosteniendo mi barbilla.

- Por favor, te tengo solo una semana, déjame disfrutarte sin estúpidos de por medio - lanzó su cabeza hacia atrás mirando al techo.

- Está bien, te amo - me levanté para sentarme a su lado.

- Con todo mi corazón - me abrazó.

Jair se quedó conmigo durante esa semana y 3 días, salimos con Cami en varias ocasiones, a veces tenían onda y otras no, los últimos 3 días Jair se dedicó a desempacar mis maletas.

- Jair, otra vez lo hiciste - grité para que me escuchara.

- Fue Camila - apareció en mi puerta con su bowl de frutas y el torso desnudo, modeló delante de Cami.

- Ajá - Cami no dejaba de mirarlo, literal se le caía la baba.

- Cami ya... - la empujé para que le quitara la mirada de encima.

- No sé por qué ahora lo veo más guapo... - Cami se mordía el labio.

Jair siempre fue guapo, solo que antes no andaba desnudo en la casa, mucho menos cuando estaba Camila, ahora que eran los últimos días, le daba la gana de estar así.