Trevor sintió cómo le subían los colores al rostro de la vergüenza que le causó haber malinterpretado la situación.

Él también se había dejado llevar por las apariencias a pesar de que las odiaba ...

— ¿Ya me pueden soltar? Se está haciendo de noche y mis padres se van a preocupar, pues yo solo había salido a hacer un recado —comentó Jackson frustrado—.

Los policías lo soltaron y el mayor de ellos se ofreció a llevarlo a casa mientras que el más joven se iba en la ambulancia con el asaltante.

— El paciente está estable. Tiene el brazo derecho fracturado y le faltan un par de dientes, pero sobrevivirá —comentó uno de los paramédicos antes de partir—.

Jackson observó como el joven pelo gris se acercó con la mirada gacha. Alzó una ceja cuando éste lo miró a los ojos y se sonrojó.

— Y-Yo, quería disculparme por el malentendido. Seré más cuidadoso a partir de ahora —se disculpó mientras observaba el tatuaje de unas rosas que tenía Jungkook en el cuello—.

— Niños mimados como tú tienden a hacer lo mismo siempre, no fuerces mucho esa cabecita tuya —le contestó Jackson con altanería—.

— ¿Q-Qué? ¿Niño mimado? ¡Ahora quien se deja llevar por las apariencias eres tú! ¡Intento de bad boy! —le acusó Trevor, molesto—.

— Oh, entonces por lo que veo te gustan los bad boy. El clásico chico santo que se siente atraído por el peligro.

— ¿De qué hablas?

— ¿Crees que no veo cómo no me despegas la mirada? Pareciera que estás a punto de saltarme encima y tragarme entero.

Trevor resopló indignado, con un ligero sonrojo surcando su rostro, y luego de lanzarle mil maldiciones al chico, se dio la vuelta y siguió con su camino. Su madre probablemente lo mataría por demorarse tanto.

Jackson sonrió ladeado, mirando la espalda de aquel chico, que si bien aún le guardaba algo de rencor por haberlo involucrado con la policía, no podía evitar pensar en lo divertido que era molestarlo y lo adorable que era cuando se enojaba.

Jackson suspiró y se subió a la patrulla, pensando en cómo le explicaría a sus padres que terminó golpeado a pesar de prometer que no pelearía de nuevo.

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— ¡Corte! —alzó la voz, Yoongi—. ¡Eso estuvo magnífico! —se acercó a donde se encontraba Taehyung—. Estuviste increíble, V, como siempre. Es justo como me lo imaginaba, pareciera que vives en mi cabeza.

Taehyung sonrió complacido.

— Gracias, Sr. Min. Realmente estoy disfrutando de este papel. Pero, vamos, no me halague demasiado que todos sabemos quien es la verdadera estrella de hoy —el peli gris levantó la mirada, observando a la persona detrás de Yoongi—.

El peli negro se volteó y observó como Jungkook hacía una reverencia respetuosa al actor secundario que hizo el papel de policía. Luego se alejó de la patrulla y se acercó a donde estaban ellos con una sonrisa tímida.

— ¿Cómo estuve? —preguntó algo cohibido por las intensas miradas de sus mayores—.

— Sabía que eras la elección correcta. Estuviste simplemente fascinante. Todos aquí saben que eres un principiante y estaban preparados para cualquier error que pudieras cometer. Pero con tu actuación nos dejaste sin aliento. Es como si mi personaje hubiera cobrado vida: tu actitud, la fiereza en tu mirada, incluso te parabas como todo un maldito hijo de puta, simplemente maravilloso. No pareciera que eres un amateur. Tienes talento real, Jung- ... Perdón, acabo de recordar que no debo llamarte por tu nombre en este lugar. ¿Ya elegiste un apodo?

¡No finjas conmigo! [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora