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¡Él podía ver la burla en esos ojos cafés del demonio!

¡Esos son los ojos de un niño manipulador y mentiroso que gastó el dinero de su madre en dulces!

— ¡TÚ, MALDITA LACRA INÚTIL, SERÁ MEJ-

— ¡A-acra! —

— ... —

— ¿Ves lo que haces? ¿No te parece irresponsable enseñarle malas palabras a nuestro hijo? —

Jeon Jungkook estaba teniendo una buena mañana. Su humor mejoró instantáneamente cuando vio el rostro miserable que llevaba Tae esa mañana. Tanto así que se alabó internamente por sacarlo de sus casillas. ¡Lo mejor de todo es que le estaba apretando el trasero a Taehyung!

Ah~

¿Por qué de pronto el cielo era más azul y el sol más brillante?

Además, los gritos del beta no le molestaban tanto a su lobo, en cambio, le parecían interesantes. Extrañamente su lobo no se mostraba reacio a dejar que Kim Taehyung haga y deshaga a su antojo. Aún había un poco de la resistencia habitual por parte del animal, pero su tolerancia con Taehyung era bastante fuerte.

Por su parte, Kim estaba casi desmayado del enojo. ¿Por qué siempre que Jungkook aparecía se le subía la presión? Ugh. Olvídenlo. Taehyung necesita un latte de caramelo bien preparado, un baño con agua caliente y ...

¡SACAR LAS MANOS DE ESE ANIMAL FUERA DE SU TRASERO!






[...]






Más tarde en una video llamada múltiple con Namjoon, SeokJin, YoonGi y Jimin, Jungkook tuvo que dar unas buenas explicaciones de porque tenía un moretón en la cara.

— ¡Oh Mi Dios! ¿Qué te ha pasado Jungkook? — los ojos normalmente pequeños de Jimin se abrieron tanto que el alfa estaba tentado a reírse.

— No hay nada de que preocuparse, sólo fue un pequeño altercado con Taehyung. — respondió con calma. Aunque por dentro una sonrisa maliciosa estaba bailando en sus sensuales labios al recordar donde puso sus manos.

— ¿Un pequeño altercado? ¡¿Te has visto la cara?! ¡Pareces Peppa Pig con esa nariz hinchada! — Jin se destornilló de la risa. Al segundo todos sus amigos se estaban burlando de su nariz herida.

Jungkook gruñó pero nadie le hizo caso, en vez de eso, siguieron carcajeándose como maniáticos. De pronto Jungkook quería impartir un par de castigos a esas cuatro personas que decían ser sus amigos. Putos. Pensó Jeon.

— ¿C-cómo sucedió? — Namjoon fue quien se dignó a parar de reír. O al menos lo intentó.

Y ahí es cuando la sonrisa maquiavélica que Jungkook había retenido por horas al fin había aparecido.

— Oh. Ese beta es un salvaje, me pidió una mano y me pagó con esto. — dijo 'indignado' mientras apuntaba su pobre nariz demacrada. — ¿No creen que debería darle una lección? Yo-

— ¿A quién dijiste que le ibas a dar una lección maldito pervertido? ¡Te escuché! — Tae entró con HoSeok en manos.

El bebé estaba bebiéndose su formula ya limpio, oloroso, y brillante como el jade. Nada que ver con el mounstruito que se había despertado llorando. Uju. Un guapo principito.

— ¿Acaso eres el diablo? No pudiste escucharme, estabas en la cocina. — habló Jeon un poco inseguro, pero como sus amigos también estaban presentes, aunque fuera por videoconferencia, se aclaró la garganta y agregó: — Además, estoy en una conversación importante no puedes interrumpir así por así —

🍂𝓞𝓾𝓻 𝓛𝓲𝓰𝓱𝓽 | KσσƙTαҽ🍂Where stories live. Discover now