cap 33.1

3.3K 153 36
                                    

Hemos llegado a casa y Phoebe se dirige como un huracán a las escaleras pero la detengo antes. ¿Por qué tendrá tanta prisa? No quiero que se vaya, quiero estar cerca de ella, quiero que se de un poco de cuenta que la deseo. Sé que su reacción va a ser poco favorable pero no me rendiré, ella tiene que ser mía no importa si es a la fuerza, pero tiene que serlo.

Después de que le pregunto que a donde va me contesta que va a su habitación porque se siente cansada, yo le digo que no se duerma tarde. Me da las buenas noches pero no puedo dejar que se vaya así. Vuelvo a detenerla y le doy un beso en la mejilla, de hecho muy cerca de sus labios, y se siente realmente bien. Quisiera poder probarlos. Tranquilízate Grey la estas asustando. Phoebe se queda muy quieta, creo que la pongo nerviosa.

Ella se va a su habitación, me quedo un rato platicando con Ted

Echaba de menos las charlas con mi hijo, la verdad no me gusta estar molesto con él, Ted es el mejor hijo del mundo, es testarudo y demasiado desafiante igual que Ana pero es mi hijo y lo adoro, daría mi vida por él. Y por un momento pienso que va a ser un reto muy grande no tenerlo aquí. Pero sabía que esto tenía que pasar. El lado bueno es que ahora voy a estar con Phoebe solo nosotros dos.

-Papá, en que piensas.- me pregunta

-En muchas cosas hijo.-

-En que cosas.-

-Bueno, es que pienso que será difícil no tenerte bajo mi techo. El tiempo ha pasado tan rápido. Mírate eres todo un hombre, estoy muy orgulloso de ti.-

-Para mi será muy difícil también estar fuera de casa. Más aun ahora que mi hermana ya regreso. Tienes que cuidarla papá

-Esa es mi intención hijo, no te preocupes por eso tu hermana está segura conmigo.- Muy segura

Platicamos un rato más y finalmente se va a dormir, yo me quedo arreglando los documentos de la escuela de Phoebe para entregarlos mañana.

Termino y me tomo unas  copas de vino, y me viene a la mente Phoebe, el beso que le di se sintió tan bien, su suave piel, cálida, tan hermosa Dios ya no puedo esperar quiero hacerlo quiero estar dentro de ella. Pero con Ted aquí me es imposible. Tengo que esperarme, un tiempo más por lo menos hasta tener toda su confianza.

Me levanto y me dispongo a irme a mi cama, diablos me siento mareado, subo las escaleras con un poco de dificultad, siento que la cabeza me da vueltas, creo que me pase de vino. Paso por la habitación de Phoebe y me detengo frente a ella lentamente giro el picaporte y gracias al cielo se abre. Entro muy despacio, casi de puntitas, su habitación está iluminada con unas lucecitas que están por encima de la cama, la iluminación es muy tenue, pero es suficiente para apreciarla completa.

Ella duerme placenteramente, esta de lado y tiene el brazo sobre su vientre. Se ve tan hermosa, tan exquisita, tan sumisa. Esta espera de poder estar dentro de ella me está volviendo loco, y no puedo aguantarme más tengo que hacerlo, tengo que estar dentro de ella ahora. Ella se voltea y queda boca arriba con una mano en su estomago y la otra por un lado de su boca. Es magnífico que no tenga el sueño ligero.

En un santiamén me quito el pantalón y me quedo en bóxers, subo lentamente a su cama y con mucha delicadeza abro sus exquisitas y hermosas piernas, ella no se me mueve, así que me quedo viéndola por un momento, suspendido, sobre ella y apoyando todo mi peso con las manos, oh dios esta sensación es increíble. Quiero hacerla mía ahora y justo cuando voy  a quitarme los bóxers, algo me detiene, veo el rostro de una  pequeña niña de cabello cobrizo y ojos grises que me mira tristemente y niega con la cabeza. Me incorporo de inmediato y vuelvo a mirar y ya no está, ese vino tenía algo, estoy alucinando. No así no son las cosas para estar con ella quiero estar en mis cinco sentidos y que este consciente.

Me quito de encima de ella me pongo el pantalón pero antes de irme un impulso hace que me acerque a ella y bese esos hermosos labios, son muy suaves y me encanta la sensación de sentirlos junto a los míos, se sienten como los de Ana.

Justo cuando salgo de su cuarto me encuentro con Ted que viene de la cocina supongo, el se me queda viendo muy serio y fijamente. ¡MIERDA!

-¿Papá? Que hacías en el cuarto de Phoebe a esta hora.- me pregunta como si no le cuadrara.-

-Vine a darle las buenas noches.-

- ¿a las tres de la mañana?- me pregunta en tono desconfiado, alzando la ceja y sigue mirándome fijamente.

-Bueno solo venia a asegurarme que estuviera dormida.-

-Claro.- el me ve de pies a cabeza, como si no me creyera. Mierda tengo que ser más cuidadoso con esto,  pero nunca me imagine que estuviese despierto a esta hora. Sé que Ted empieza a desconfiar de mí.

-Me voy a la cama hijo. Descansa.-

-Si papá tu también.- el se queda ahí parado mirándome, y espera a que me meta a  la recamara. Pero que estúpido soy.

Me levanto temprano y tomo una ducha, después de vestirme estoy listo, me sorprende no escuchar ruido en el cuarto de Phoebe, espero que no tarde, bajo las escaleras y me sorprende ver a Ted desayunando. Pero que madrugador, por lo visto tiene muchas ganas de acompañarnos.

Yo tomo mi café como de costumbre y después Gail me informa que van a salir a surtir la despensa, por lo que veo Riley la acompañara así que no vendrá con nosotros. Ellas se van y Ted y yo nos quedamos solos. Noto a Ted muy pensativo, y en ocasiones cruzamos miradas, pero él me ve extraño, muy extraño. Debo pensar que me ve así por lo ocurrido en la madrugada. No quiero levantar sospechas. Ya lo estás haciendo Grey.

Finalmente llegamos al colegio me gusta es distinguido tiene porte, es excelente, veo a Phoebe y ella esta fascinada.

continuara...

UNA SOMBRA MAS DE GREYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora