—¿A que te refieres?


—Lo sabes muy bien —le dijo mirándole con reproche.


—¿Qué me estás preguntando? ¿Si ha conseguido follarme? —inquirió de mal humor de pronto. Nick asintió a pesar de su tono— No, ¿vale? ¿Qué te crees que soy?

Nick enrojeció.

—Solo era una pregunta... —le dijo al ver su reacción. David comprendió que le había ofendido un poco lo que había dicho, al fin y al cabo, él se había acostado con Max.

—Lo siento, Yo... No quería decir...

Llamaron a la puerta. Nick abrió y descubrió allí a Google. El joven entró.

—David — Saludó— Nick, me preguntaba si tenías todavía ese mapa político

—Oh, sí —dijo él y por la cara que puso en ese mismo instante se dio cuenta de que en realidad no sabía donde estaba— Por algún sitio...

David rio y se despidió de ellos para ir a su habitación de nuevo.

Su madre le llamó por el camino. Preocupada por sus delirios, el le intentó tranquilizar como pudo.

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La noche llegó.

Quedaron todos frente a la fuente del instituto.


Cuando llegaron ya estaban allí Hillary, Ellen y Google.

David les miró de uno en uno. Iban todos tan guapos...

Todos llevaban ropa elegante de marcas caras.

Él también, se había puesto algunas prendas que le regaló su padre antes de internarse. Sus mejores galas.

—¿Dónde vamos? —preguntó David a Max muy bajito para que los otros no lo le oyesen.


—Hay una fiesta en casa de Josephine —le dijo en el mismo tono.


Los tacones de las chicas hacían ruido al chocar contra el pavimento. David se quedó sin respiración un momento cuando se dio cuenta de que se dirigían hacia una limusina.

¡Nunca había estado en una limusina! ¡Parecía tan bonita!

Hillary notó su reacción.

—Es la limusina de mi papá —dijo con arrogancia—me la ha regalado por mi cumpleaños.


"Joder" pensó el chico sorprendido por el tremendo regalo de cumpleaños. Intentó recordar el mejor regalo de cumpleaños que había recibido.


Oh, sí, sus abuelos le habían regalado una televisión pequeña para su habitación. Y por poco ese día se mareó de la alegría. Recordó que se sentía el niño más guay del barrio cuando enganchó a ella su PlayStation3 de segunda mano.

BAJO LA PIELWhere stories live. Discover now