Capítulo 42

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Harry reapareció en su habitación en Hogwarts, era el único lugar lo suficientemente seguro como para reflexionar sobre lo que había sucedido. Lo primero de todo, trato de tranquilizarse lo más rápidamente posible, tenía que pensar en cosas importantes y si seguí igual de nervioso, no iba a poder hacer nada. Para eso, llamó a un elfo doméstico y pidió una taza de té fuerte, luego se sentó para poder reflexionar.

Sabía desde hacía meses que iba a llegar este día, es más, sabía más o menos por que fechas Iba a suceder y donde... lo mirara por donde lo mirara, sabía que tendría que haber estado preparado para ser descubierto y aún así, no dejaba de ser un duro golpe para él. Tomó un sorbo de su té, antes de pensar en cómo debía actuar a partir de ese momento.

No era tonto, sabía que Dumbledore estaba desesperado. La guerra había durado demasiado tiempo, veinticuatro años eran muchos y la comunidad mágica estaba demasiado debilitada y cansada como para durar mucho más tiempo. Sabía desde hacía mucho que el único motivo por el que el Ministerio no había perdido la guerra era por la Orden y porque le propio Voldemort no había decidido aplicarse con fuerza, aún no creía poder derrotar por completo a la comunidad, y el fracaso era algo que nunca se había llegado a permitir. El director también sabía todo eso, y quería que la guerra acabara antes de que eso pasara, pero... en vez de querer formar sociedad con los magos que podrían ayudarle, quería dirigirlos, quería ser la Rey en la gran partida de ajedrez que era aquella guerra y que todos los demás fueran los peones, porque en su tablero no existían ni torres, ni caballos, ni alfiles ni Reina, solo él para dirigirlos a todos en su cómoda torre de Hogwarts donde enviaba a sus peones a la batalla.

Él se negaba a ser peón y también se negaba a una asociación con el viejo manipulador. Durante muchos años, había visto cómo el viejo había ido haciendo de su familia lo que quería. Había visto, como había aumentado el ego ya considerable de Brian, y luego como lo había abandonado tras saber que no era el peón que necesitaba. No pensaba darle ese poder sobre él mismo, el anciano tendría que comprender que era un agente independiente o a las buenas o a las malas.

Con so en mente, salió de su refugio y se dirigió al Gran Comedor para desayunar; con sus muchas cabilaciones, había pasado la noche, claro que también era tarde cuando regresó y seguramente, algo sí que había dormido.

En cuanto entro en el Comedor, se hizo un fuerte silencio en la mesa de maestros, mientras lo miraban con fijeza. Había gran número de miembros de la Orden dentro del profesorado, y después de lo de la noche anterior, no podían dar crédito a pesar de conocer con anterioridad sus habilidades y poder, pero aún así aquello les había cogido por sorpresa.

Sin hacer caso de las miradas, Harry se dirigió a su antigua mesas donde tenía la costumbre de tomar sus comidas y sentándose con sus antiguos compañeros comenzó a desayunar tranquilamente. Era consciente de las miradas y aunque lo ponían nervioso, poco más podría hacer.

- Señor Potter, me gustaría hablar con usted en mi oficina en cuanto acabe de desayunar. Estoy seguro que a su maestro no le importará.- Le dijo el director pasando por su lado tras desayunar. Aquello no era una petición, si no una orden y había sido dispuesta de tal forma que no la pudiera rechazar.

- Muy bien.- Respondió con los dientes apretados, y al ver que no le daba ninguna otra indicación, y que se iba, añadió.- Disculpe director, pero no me ha dado la contraseña.

- Ah sí, que descuido el mío.... La contraseña es Kojak.

- Gracias.

Tan buen punto el director se marchó sus amigos se giraron hacía 'le, con expresiones curiosas. Sinceramente no tenía lo que se decía muchas ganas de explicarles lo sucedido ya que su propio descuido le llenaba de una rabia indescriptible. Aún así, comenzó a decirles que era lo que había pasado la noche anterior, ante la atenta mirada de sus amigos y la rabia por haber sido descubierto por unas personas que querían tan poco el bienestar de su amigo.

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