Invisible

Capítulo 27

Para cuando Harry finalizó sus TIMOS, ha habían llegado las vacaciones de Pascua, y tal como ya se estaba convirtiendo en costumbre, había decidido quedarse en la escuela, aunque no era el único. Muchos de sus compañeros de segundo también se quedaban, entre otras cosas porque tenían que decidir que optativas iban a cursar el siguiente año.

Por supuesto, aunque eran muchos los estudiantes que habían decidido quedarse durante Pascua, no era el caso de su hermano menor, el cual una vez acabados los TIMOS había vuelto al mismo tipo de comportamiento desagradable hacía Harry... Por lo visto, la idea de regresar a casa le hacía ser más egocéntrico e irritante que nunca.

Así pues, el primer día de vacaciones, fueron muchos gryffindors los que suspiraron aliviados y muy felices ante la perspectiva de dos semanas sin Brian, si bien todos tenían mucho trabajo que hacer... Tal y como Draco comentó, todos los profesores se olvidaban de que tienen un temario que completar hasta que se empieza a acercar el final del curso, y por ese motivo, eran muchos los estudiantes que se mostraban estresados ante la cantidad indecente de deberes y trabajos.

Por lógica el tendría que pensar que puesto que Harry se encontraba a la espera de unos resultados oficiales, lo más normal es que tuviera mucho tiempo libre, puesto que él no tenía deberes que hacer, pero la verdad es que estaba tan ocupado como antes. Durante sus TIMOS había descuidado su pequeño negocio, y no tenía más remedio que ponerse al día, aunque esta vez con un poco de ayuda de su mentora; Ginna resultó ser muy buena en la materia. Luego también estaba Fawkes, el cual se quejaba de la poca atención que le estaba prestando últimamente y le "exigió" (más bien molestó y suplicó hasta que aceptó) que fuera a volar con él. Y luego, para finalizar, Ginna decidió comenzar a enseñarle como utilizar su don de forma consciente, así como un poco de historia y metodología.

Para sus clases, habían decidido realizarlas en la misma habitación que Harry utilizaba para sus estudios independientes y pociones; sabían que estaba bien protegida y que nadie que no supiera donde se encontraba de antemano, no podría encontrarla, lo que la hacía el lugar perfecto para estudiar fuera de los ojos entrometidos del director.

-Bien, lo primero que debes saber es que los videntes se pueden catalogar en varios tipos. Están los fraudes, -ante esto Harry no pudo evitar soltar una risita – los videntes menores y los videntes mayores. Como supondrás, los fraudes son los que se hacen pasar por videntes cuando son incapaces de ver lo que tiene delante de su nariz, y también los que nos dan mala fama a los demás.

Ginna había comenzado sus clase de videncia con aquella clasificación y aquellos comentarios en un intento de enseñarle a Harry como diferenciar los diferentes tipos y en cual se calificaba él.

-Los videntes menores, como Sybil Trelawney, aunque ella también puede ser calificada como un fraude, son aquellos que pueden acceder al don sin ser conscientes de ello, no saben lo que hacen, no saben lo que ven y no recuerdan nada de lo que dicen... suelen ser aquellos que dan las profecías, que aunque son completamente ciertas, también son imprecisas y difíciles de interpretar llevando a muchos errores. -Explicó la mujer mientras miraba a Harry con atención, como si dudando en decirle o no decirle algo... aunque por lo visto decidió no decírselo. -Y por último están los videntes mayores, mucho más raros y los más confiables... aunque también los más restringidos. Los que poseen el don en un grado mayor, pueden acceder a él de forma totalmente consciente, en busca de un dato concreto o general y siempre podrán recordar a la perfección lo que han visto, eso sí que quieran contarlo es otra cuestión; ahora dime, Harry, ¿que clase eres tú?

-Un vidente mayor.

-¿Por qué?

-Porque siembre he sido consciente de lo que veía y he recordado lo que he visto.