Invisible

Capítulo 18

Cuando abandonaron el tren, el grupo de amigo se dirigió a los carros sin caballos, que habían ocupado el cargo de transportar a los alumnos de la escuela durante muchos años. Si bien fue necesario que el grupo se dividiera en dos, ya que era demasiado grande y no había forma de que pudieran ir todos ellos en el mismo carro. El trayecto estuvo lleno de bromas amistosas y preguntas, muchas de ellas sobre la clasificación que esta por llegar y donde acabarían los nuevos estudiantes; Fred y George estaban preocupados por su hermanita y esperaban que entraran en gryffindor, donde podrían cuidar de ella y al mismo tiempo mantenían que Brian sería clasificado en Slytherin, ante la indignación de Draco.

La vista de Hogwarts, tan segura como siempre fue igual de bienvenida. A pesar de que ese verano no había sido tan trágico como otros, no quitaba la idea de que había un fuerte miedo en la Gran Bretaña mágica; Voldemort había estado presente durante muchos años, matando a todo aquel que se interponía en su camino, y aquello era algo que seguramente duraría durante varios años aún. Pero, a pesar de los miedos e inseguridades había una premisa que tal vez no llegaría a cambiar nunca: Hogwarts, siempre sería un lugar seguro.

- Es algo que nunca me cansaré de ver.- Murmuró uno de los gemelos.- Estoy seguro de que Ginny disfrutará de su vista por el lago.

- Siempre pensé que me recordaba a un castillo de cuento de hadas...- Murmuró Harry.

La entrada a los terrenos de la escuela estuvo llena de comentarios excitados y sonrisitas, así como algún comentario por parte de los muchachos sobre el hambre que tenían y como tendrían que dejar la clasificación para después de la cena, ante las risas y sonrisas divertidas de las chicas. Para cuando los carros pararon delante del castillo y pudieron salir y volver a juntarse, se lanzaron miradas cómplices antes de ir a sentarse en sus sillas en sus mesas de casa. Había hambre y cuanto antes estuvieran listos, antes empezaría la selección, y antes podrían cenar.

Se encontraban todos sentados en sus respectivas mesas, cuando las puertas del Gran Comedor se abrieron otra vez y McGonagall entró seguida de los alumnos de primer año, que exceptuando contadas excepciones, estaban increíblemente asustados y que miraban todo lo que les rodeaban atemorizados. Era obvio que toda la ceremonia de clasificación estaba pensada para intimidar a los pobres novatos... un deseo bastante conseguido por demás. En cuanto llegaron delante del Sombrero Seleccionador, pararon a ver que sucedía; fue gracioso ver el shock y el susto que a más de uno le supuso ver como el sombrero comenzaba a cantar una canción en la que explicaba las cualidades de cada casa.

- Cuando os nombre, os acercaréis hasta aquí para ser seleccionados.- Dijo McGonagall desenrollando un pergamino con la lista de los nombres de los alumnos.- Asthon, Annabel.

Todos observaron como una chiquilla de largo pelo negro corrió hasta donde se encontraba el sombrero y con bastante nerviosismo lo colocó sobre su cabeza. Tal vez fue que era la primera de la lista, o tal vez solo la curiosidad pura y simple, pero no podía escuchar el más mínimo murmullo mientras esperaban que el sombrera diera su veredicto; tardó unos minutos, pero finalmente gritó Ravenclaw a todo el Gran Comedor, a lo que muy pronto le siguió los aplausos de dicha casa. A ella, le siguió un chiquillo, Evan Andrey, que fue clasificado en hufflepuff.

La clasificación fue siguiendo su curso mientras dividía a los alumnos de primer año en las cuatro casas. La gran mayoría de veces, los niños parecían estar aterrorizados, pero otras tan solo extremadamente entusiasmados. Harry fue mirando la clasificación con atención, aplaudiendo igual de entusiasmado que el resto, cuando alguno era enviado a su casa; a pesar de todo, la clasificación que esperaba con ansia era la de su hermano, por eso cuando McGonnagall dijo su nombre, sintió como se le formaba un nudo en el estómago.