Mi afecto hacia ella, se limitaba ha pretender que no exista en nuestra casa, lo único que realmente conocía de ella era su sombra en las  mañanas cuando pasaba por el corredor, las tabletas frías embellecidas por unas silueta negra difuminada por un silencio enriquecedor, impregnado de unas curvas delicadas semejante a las de una mujer completa, al final era lo que más conocía de ella. 

los primeros meses, nunca nos dirigimos la palabra en esa mesa, aún cuando mis padres trataban de acercarme a ella, algunas veces me sentía intimidado por su manera de hablar, siempre se dirigía a mis papás con una falta de cortesía, su boca era una serpiente con colmillo envenenados, sus ojos eran un azul celeste, causando dentro de mi un desagrado latente. Las noches, eran misteriosas, siempre de sus cuarto salían sonidos extraños de llanto, y algunos gritos de vez en cuando sobre las 4:00 Am. No me dejaba dormir, terminaba por alguna razón, reposando en los muebles de la sala, con una almohada y muchas cobijas enrolladas en mi cuerpo.

— ¿Qué es lo que haces todas las noches en ese cuarto?

— Nada, Noah.

— Entonces, ¿ Qué son esos ruidos extraños que salen de tu cuarto por la noche?

— Vaya Noah, no pensé que estuvieran tan pendiente de mí.

—¡Mierda Katherine! Tu crees que, la vida siempre se trata de ti.

— Noah, esos ruidos son por causa tuya. - La miré creyendo que había enloquecido, su torpe mente solo decía arrebatos y centellas, a lo mejor consumía esos estupefacientes tan de moda en estos días por las calles de la ciudad.

— No te entiendo Katherine.

— Noah, tu me pones caliente. -- Creí que se burlaba dé mi, era la primera vez que teníamos una conversación tan prolongada en el tiempo, por alguna extraña razón pensaba que habían prescrito algún derecho de  pasar palabra alguna frente a su presencia.

— Rayos Katherine, deja de jugar conmigo, ya estas muy grande para estar con esos comentarios

— Llevo seis meses siendo tu huésped, y me pregunto ¿ Cuándo tendrá la valentía para, entrar a mi cuarto y ver que es lo que hago con mi cuerpo ?

La miré como una desconocida, un bicho raro al que debíamos soportar por el alquiler, di alguno pasos suaves hacia mi habitación sin decir palabra alguna. Esa noche pensé que si el amor existía, no había sido creado para mí.

Hasta que un día, mi paciencia exploto, fui a su cuarto, golpe la puerta de ella, con gran fuerza, y dije —¡Maldición Katherine, deja dormir mañana madrugo! Di media vuelta hacia mi cuarto, y tiré mi puerta con rabia. Prendí mi celular, entre a mi aplicación de Apple Music me puse mis audífonos frotando lentamente mi cabeza con la almohada. Mis ojos se consumaron en un sueño eterno, al poco tiempo, sentí un resplandor  a través de mi ventana, una luz fuerte reflejaba la sombra de una paloma encima del árbol de mi casa.

— ¡Noah, despierta! fue lo que escuche a lo lejos, creí esta loco por pensar que las palomas hablaban.

— Humm

Escuchaba un ruido extraño, mis ojos veían borroso, impidiendo reconocer la silueta que me gritaba una frases extrañas, poco a poco volvía en sí, movía mis brazos tratando de callar a la silueta y poder entender.

— ¡ Mierda! No escuche mi alarma, la música me impidió despertarme

Me senté en mi cama, levante la vista y ella era la que estaba en la puerta de mi habitación, con una expresión escalofriante, se acerco a mi lecho, camino con su piyama verde, se arrodillo poniendo sus rodillas al lado de mis plantas, recogió  su cabello y me dijo:

— Perdóname por no dejarte dormir.

Penetro sus horripilantes ojos en mi cara, tocando con suavidad mi hombro derecho, de un momento a otro, salió del cuarto, dejándome con las sensación de ironía dentro de mi cuerpo.

Desde ese día, empece ha sentirme observado, todas las noches mientras dormía.

—¿Noah? ¿ Qué estas haciendo? me pregunto Katherine, irrumpiendo en mi habitación a las ocho (8:00 PM) sin ninguna invitación.

—Masturbándome Katherine ¿por qué?

—Qué asco Noah, no hagas eso.

—¿Por qué? estamos en pleno siglo XXI. ¿Tú no lo haces?

—A ti que te importa.

—Bueno me importa en quién este pensando mientras lo haces.

—Noah no seas pervertido.

—Pervertida tu, que me espía todas la noches las 12: 00AM esperando a que me masturbe. O pensaste que no me daba cuenta.-- Le dije mirando la fijamente a las hijos observado la irascibilidad de su expresionismos.

Ella salió avergonzada con sus cachetes rojos, sorprendida de mis fuertes palabras, pero, no sabía que, todas las noches, veía a través de mi ventana esa chica ser tratada como un objeto sexual me provocaba tal excitación en todo mi cuerpo, aunque conocía la maldad de mi mente, mi cuerpo no resista su deseo carnal.

Salí detrás de ella, mientras su puerta estaba Cerrada.

— Katherine, no era mi intención decirte eso. -- lo dije mirando el piso de inmueble oscuro y algo  sucio. 

— Vete Noah.

—"Aquellas personas que son capaces de hacernos mejores, son dignas de nuestra gratitud"

—¿ Gratitud? se quedo mirando mis manos mientras limpiaba las lagrimas de la cara. -- Me sentía muy avergonzado de que una mujer extraña me hubiera sorprendido en un momento tan intimo.

— Nunca fui bueno, para ese tipo de fantasías, jamás en mi vida imagine masturbarme porque tenía una enfermedad psicología que me impedida, tener erecciones, pero verte a través de esa puerta, trajo confianza en mi corazón, de saber que, no era el único con deseos eróticos.

La puerta se abrió completamente.

— Noah, estoy avergonzada.

— Katherine, siento que somos de mundo diferentes, pero de materias similares. -- Lo dije porque recordaba que hace dos días lo había leído del periódico "Radical". 

Sinceramente no sé, si yo sea digno de su gratitud.

aprendí que el sexo es un producto de mercado, dispuesto ha privatizar y comercializar para nuestro placer, mientras que el amor jamás dejara que nuestro corazón se obscurezca por un deseo banal. El amor debe convertirse en algo mejor que un pensamiento solo útil para san Valentín. El amor no es una orgía de penes y vaginas para obtener algo tan animal como un orgasmo. El sueño de un verdadero amor es la muerte. 

-- Yo he negociado con la muerte, para que jamas sienta amor verdadero, porque nunca podría menguar mi alma al servicio de una mujer, creo que estaría condenado ha no sentir temor, yo creo que el amor negocia con el temor, por eso  he pactado  con el mismo diablo, para jamás dominar el amor.

Pero yo creo que el verdadero amor no es egotista, ni desconfiado, el verdadero amor no siente temor porque a preferido amar antes que sentir temor. Morir por dentro no es un acto repugnante o de debilidad. Es una acción valiente por decidir morir al orgullo, al egoísmo, sequedad, y convertirse en algo mejor. Pues el amor es el único sentimiento capaz de trasformar a un demonio en un humano.

— Las personas ya no creen en eso Noah.  -- Me miraba fijamente como si estuviera leyendo un poema de Dario. 


TRES RAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora