CAPÍTULO I: Nuevos comienzos, nuevo colegio, ¿nueva yo?

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-¡Ana Sofia!- Oigo la voz de la gruñona llamarme, pero sigo con los ojos cerrados tirada en la cama.

-¡Voy!, cinco minutos más por favor- Digo con reproches.

-¿Es que no te das cuenta de la hora que es?, se supone que empezarías el nuevo colegio hoy. Las clases son a las 8:30am y ya son las 8:00am- Dice ella haciéndome despertar.

-¡Oh cierto!, se me había olvidado. ¡Pero es que no sabes que una adolescente necesita 5 minutos de paz!- Le grito exasperada.

-¡Te quiero aquí abajo ya, tu desayuno se está enfriando!- Dice en voz alta.

De inmediato voy al baño a cepillarme los dientes y a bañarme a la velocidad de la luz. Salgo empapada ya que el agua estaba súper fría y no tengo tiempo para secarme. Agarro lo primero que encuentro en mi clóset y me consigo con unos jeans ajustados, una camisa floreada color amarilla y unos tenis negros.

Me sorprendía a mi misma que tenga este tipo de ropa, considerando que Samantha me llevó al Centro Comercial hace unos días, ya que mi clóset estaba invadido de ropa oscura y rota -como suele agradarme-. Pero supongo que como es año bisiesto tengo que ser innovadora y cambiar quien soy, evitando recuerdos de aquel día ¿No...?

-Casi se me olvida- murmuré yendo a la mesita de noche para agarrar dos cigarros y mi mochila sin que Samantha se diera de cuenta, ya que es una adicción que no pretendía dejar aún por mucho que me cueste aceptar que eso daña mi vida, pero sin duda es un gran escape considerando que mi vida estaba hecha un completo desastre.

Camine por el pasillo bajando las escaleras para encontrarme a Samantha en la cocina. 

-Hasta que por fin te dignas a bajar, ya te iba a buscar a tu habitación- Dijo ella con una sonrisa algo fingida.

-Hola gruñona, huele muy bien por aquí; no tengo la culpa de que mis pies sean tan sensibles y no tengan ningún interés por trasladarse a un lugar "nuevo"- Digo sin ánimo.

Me dio una mirada fulminante y me sirvió un plato repleto de panqueques con miel de maple.

-¡Gracias!

-Para la próxima aprende a hacer tu propia comida y ten un poco más de respeto diciéndome "mamá".

- Un título no va a cambiar lo que siento por tí ¿O si "mami"?

No dijo nada al respecto, me dejo algo de dinero y se fue a trabajar, odiaba el hecho de tener que tratar a Samantha así, pero no podía evitarlo, sentía una frustración interna que debía ser liberada, y lamentablemente ella era lo único que tenía al alcance, pero... No puedo negar que me duele mucho el hecho de tener que tratar así a la persona que no tuvo la culpa de nada, mi madre... O bueno, pensándolo bien si era culpable de algo.

Terminé de comer, me lave las manos junto con el plato, cogí mi mochila con las llaves y salí por la puerta principal, agradecida en el fondo por el hecho de que el colegio quedaba a 3 cuadras de mi casa, aunque no me entusiasmaba la idea de ir, algo dentro de mi me decía que todo iba a cambiar...

Ya me encontraba fuera de mi hogar con toda la mala energía del mundo, sin embargo cuando empece a caminar me vinieron recuerdos a la cabeza que mande al fondo para que estos no siguieran teniendo el poder de afectarme, así que me prometí a mi misma que este año sería diferente y que lo que sea que pasó ya quedaría solo como una cicatriz que debía sanar, puse mi mejor expresión y seque las lágrimas que empezaban a caer en mi rostro. Me coloque mis audífonos y solo sonreí, faltaban pocos metros para llegar a mi nuevo instituto hasta que...

Sonó mi celular y entró una llamada que cambio mi estabilidad emocional por completo.

¿Será que quién no recuerda su pasado esta condenado a repetirlo?

Entre las sombras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora