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Todos se quedaron en silencio y miraron atentamente a Ruel, algunos pasaban la vista de Ruel a Wilver, y otros, como Gus, Tucker, Jena, Nacho y Alicia, me miraban fijamente a mí.

-Yo propongo –dijo Tucker –Que decida Paula. Al cabo ella es la involucrada. Ni Ruel ni Wilver tendrán que hacer el esfuerzo, todo recae en Gatti. Que ella decida

-Yo apoyo a Avery –escuche decir a Liam

-Yo igual –dijo Jena y Alicia

-Creo que es lo justo –acoto Nacho

-Si –dijo Louis –Esa es una buena idea

-Bueno –dijo Ruel –Si creen que eso conviene –dio un paso hacia atrás –Que decida Paula.

-Yo la verdad no quiero –dije.

-Pero es un reto –contesto Wilver mirándome fijamente

-Pero la mayoría opina otra cosa –dijo Gus.

-Tú no la apoyas –dijo Wilver.

-¿Y por qué no habría de hacerlo?

-¿Qué? –dije confundía

-La odias –dijo Wilver –Me lo has confesado. ¿Qué no es mejor Samantha?

Y eso si me dolió. Una cosa era yo autodestruirme pensando que Samantha era mejor, y otra cosa era que Gus lo confirmara. Sentí un nudo en el estomago, un nudo de verdad. Sentí nauseas y vértigo. Me daba cuenta que yo si quería a Gus, que lo amaba como a un hermano. Y me dolía que él no me quisiera. Me daba cuenta que no lo quería aceptar, pero sin él me sentía sola, me dolía su indiferencia. Me dolía mucho. No quería estar sola, no me quería sentir sola. Escuche a lo lejos un murmuro, de Ruel creó... "¿Qué tienes?" No conteste, no podía, me sentía como sedada "¿Qué tienes?" Escuche. No podía. ¿Gus me odia? No podía con eso. Comencé a correr. Mi cuerpo lo necesitaba, lo aheleaba. No podía, no quería dejar de correr. Escuche que alguien me seguía, pero no sabía quién era. Y no me importaba, Gus era muy importante para mí, como Nacho o Louis... Hasta como el mismísimo Ruel. Escuche que alguien me hablaba pero mis cinco sentidos no me estaban sirviendo. No veía bien, de hecho veía borroso, no sentía el aire que pegaba en mi cara, no escuchaba, era como si pusieran unos tapones en mis oídos. No me di cuenta cuando caí, no sentí el golpe, ni tampoco escuche el sonido del golpe, ni mire cuando caí, solo alcance a oler tierra mojada. Y después no supe más.

-¿Estás bien? –Escuche a lo lejos -Paula . Por favor. Abre los ojos. Contéstame

-¿Quién eres?

-Gracias a dios –escuche decir a el chico –Despertaste. ¿Cómo te sientes?

-¿Gus?

-Estas viva

-¿Qué haces aquí?... –pregunte cansadamente. – ¿No deberías estar con Samantha?

-Estas lastimada y aun así eres una celosa reclamadora –sonrió –No lo vuelvas a hacer. Ruel casi se vuelve loco y por poco me mata. Él quería venir a buscarte.

-¿Por qué no lo dejaste? Tú me odias. ¿No?

-Jamás –dijo abrazándome –Eres mi mejor amiga.

-¿Y Samantha?

-Ella también es mi amiga –dijo y se separo de mí –Pero tú eres mi mejor amiga –me miro a los ojos –Nadie te podrá remplazar Gatti.

-A ella la conoces desde hace mucho y a mi llevas menos de un año de conocerme

-Y tú con tan solo ocho meses lograste tener un cariño y una confianza que con nadie he tenido. Ni con Samantha.

-Te extrañe mucho –dije y una lágrima se resbalo por mi mejilla

-Yo también –dijo y me volvió a abrazar –Perdón por todo lo que te dije. No quería... Amo tu inmadurez. Amo como eres. Eres como mi hermana.

Me ayudo a levantarme y caminamos de regreso a la fogata. Cuando la luz de la luna logro entrar entre las ramas ve que estaba llena de tierra, que estaba manchada. Y mi cabello estaba despeinado. Pero no me importo que me vieran así. De todas maneras ya no importaba. Cuando llegamos todos se me quedaron viendo

-Creo... -dijo Alicia levantándose –Llevare a Paula al cuarto. Nos vemos allá.

Jena y Ruel asintieron. Alicia me tomo de la mano y me llevo hasta el cuarto.

-¿Qué paso? –pregunto cuando estábamos en el cuarto sentadas en el piso.

-Algo hizo que comenzara a correr. Me molesto mucho que Gus no me quisiera. El es mi mejor amigo junto contigo. Me lastimo.

-Ya veo –dijo asintiendo –Pero ya arreglaron todo ¿no?

-Si –dije sonriendo –Eso creo.

-Me alegro... -dijo y entonces la puerta se abrió.

-¿Puedo pasar? –dijo una voz que conocía

-¿Tucker? –Alicia arrugo la cara y me volteo a ver. – ¿Que hace aquí? –susurro

-No se –dije –Pasa Tucker

La puerta de madera se abrió poco a poco y entro un chico alto. El mismo chico que había conocido en las vacaciones, el mismo que me tiro a la alberca, el que me salvo de una posible muerte, el que siempre estuvo allí.

-Hola –dijo sonriéndome

-Hola –dijimos yo y Alicia al mismo tiempo.

-Creo que me iré con Nacho –dijo Alicia levantándose – ¿O prefieren que me quede? –la pregunta más bien era para mí, ya que, me estuvo mirando

-Como quieras –sonreí. Y vi como se despidió brevemente de Tucker cuando salía. – ¿Qué haces aquí?

-Tanto te molesta que venga –dijo sentándose a mi lado.

-No –sonreí –Pero no estoy en las mejores condiciones. Parezco un cerdito que acaba de jugar en el lodo.

-No eres un cerdito –sonrió –Y no importa que tengas lodo en todas partes. Te sigues viendo hermosa.

Sentí algo que hace mucho no había sentido. Algo que recorría todo mi cuerpo. Yo no me consideraba hermosa, y me gustaba que me lo dijeran. Sentí un leve sudor en mis manos. Un cosquilleo en mi espalda. Un calambre muy satisfactorio en mi estomago. Mi pulso se acelero, y era difícil respirar. De repente no sabía cómo actuar en frente de Tucker. No sabía que decir, no podía decir nada. Y menos porque no me quería ver como una estúpida en frente de él. De repente me importo mucho lo que el pensara y dijera de mi.

-𝖊 𝖓 𝖆 𝖒 𝖔 𝖗 𝖆 𝖒 𝖊- [Ruel] 2da T.Where stories live. Discover now