#15

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En este episodio Eloise es una adolescente que llegó como la Eloise mayor y pasó todo igual a la introducción.

Está en su etapa de rebeldía y le responde a todo el mundo, sobre todo a su vampiro, y cómo la mayoría no sabe cómo tratar a un adolescente rebelde del siglo XXI pues se les complica la cosa, pero meno con Ethan y con Iván, ya que ellos tienen casi la misma edad de Eloise y por eso se llevan un poco mejor.

Vladimir.

La noche abrazaba todo el cielo y lo decoraba con miles de estrellas junto a la luna llena.

Eloise, que estaba vestida con unos jeans ajustados, un top deportivo y una chaqueta grande deportiva (Más o menos como la de Ethan), caminó hasta la habitación de Vladimir y tocó la puerta, esta fue abierta casi de inmediato.

–¿Si?– Preguntó el vampiro acomodando las mangas de su camisa y levantando las cejas al ver la vestimenta de la castaña.

–Lamento si lo molesto, pero quiero decirle que voy a salir con unas amigas mañana en la mañana– Respondió para darse la vuelta e irse, pero una mano se posó en su hombro deteniendola.

–¿Va a venir a hablarme de esa manera? Yo quiero saber por que no me lo informó antes y por que está vestida de esa manera– Cuestionó enojado el vampiro.

–¿Informarle? Yo no tengo que estar informándole nada de mi vida privada, suerte tiene de que le esté diciendo ahora, y bajele dos, porque ese rango se le está subiendo a la cabeza, es más, está demasiado alto– Terminó de decir para quitarse la mano del contrario de encima para irse del pasillo.

–Niña insolente ¡Vuelva acá!– Gritó alzando su mano al frente y formando un puño con este al mismo tiempo que Eloise se detuvo y luchaba por moverse.

–¿Qué es esto? ¡No puedo moverme!– Gritó la chica asustada.

Vladimir a paso lento se acercó a esta y la hizo girar hasta quedar enfrente de él.

–Hay reglas en esta casa, mis reglas...

–Querrá decir mis reglas, ¡Esta es mi casa!– Gritó la castaña aún sin poder moverse.

–Aun no es mayor de edad para poder heredarla, por lo tanto aquí se hace lo que yo digo.

–Aquí hacen lo que usted dice, pero yo no tengo que entrar en ese juego– Pronunció burlonamente.

–A ver jovencita, creo que ya le he dado suficiente confianza como para dejarle salir al jardín, dejarle pensar cómo quiera y decir lo que se le pase por la cabeza de nosotros, pero un cáliz para un vampiro es solo un saco de sangre simplemente, y no voy a permitir que usted venga a arruinar la paz por la cual trabajamos, hasta que no cumpla la mayoría de edad aquí se hace lo que yo diga.

–Como dice el dicho "El que se fue a sevilla perdió su silla y el que va y viene siempre la tiene"– Respondió con una sonrisa burlona.

Vladimir negó con la cabeza molesto, soltó a la chica y se fue a su habitación, se sentó en el pequeño sofá y sobó su cien en forma circular junto que esperaba un bufido de rabia.

La puerta de su habitación fue abierta dejando ver a Beliath, quien tenia una sonrisa burlona.

–¿Qué, ya volviste a perder?– Preguntó el pelinegro cerrando la puerta de la habitación.

–Callate Beliath– Pronunció el rubio.

El contrario suspiró y negó con la cabeza viendo cómo el rubio tomaba un cepillo de cabello y cepillaba su melena.

¿Qué pasaría si en Moonlight lovers...Where stories live. Discover now