Aquí vamos a ver situación divertidas, románticas y dramáticas del nuevo juego otome de Beemoov, nada de esto pasa, o puede que sí, en capítulos futuros del juego.
Puede que haya spoilers de algo, pero se les serán avisados al principio del capítul...
💙Antes de empezar, se le agradece a la personita que me dio la idea para este episodio, que quiso mantenerse anónimo, y yo respeto su decisión, pero eso no iba a evitar que le hiciera su imagen como muestra de agradecimiento💜
💗Este episodio está ambientado en el año 1830, por lo tanto varias leyes, vestimentas, comportamientos, costumbres y el habla serán lo más arraigado posible a esa época💗
💗Unas cosas a tomar en cuenta: Rafael no es ciego, Aaron tiene el cabello negro porque en esos tiempos no existía el tinte y dudo que desde siempre haya tenido el cabello rojo fuego, Iván es más adulto y más maduro porque acepta su parte vampírica, Ethan no es Finlandés, nació en Londres y terminó en Francia, jamás fue a la milicia para ser médico, por lo tanto no tiene traumas, Beliath es 50% vampiro y 50% íncubo, no predomina ninguna parte, y Vladimir es un vampiro desde hace poco pero no tanto debido a que apenas había nacido para esas fechas💗
⚠️En este episodio hay mención de sangre, hay violencia y abusos tanto físicos como sexuales y mentales directa e indirectamente, así que si eres sensible a estos temas en particular te pido que no lo leas y evites pasar un mal rato, estás avisado⚠️
⚠️Como dije antes, al tener estos temas de por medio no hay casi comedia como muchos me han exigido que haya en mis capítulos, ya que son temas en los cuales sería muy nefasto reírse de ellos⚠️ Sin más, ¡Disfruten del episodio!
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—¡Ay hija! ¡Estás magnifica!— Dijo una mujer orgullosamente colocándole el velo a una muchacha de cabello castaño hasta la cintura, el velo blanco le cubría todo su rostro, esta no dijo nada, sólo se miraba en el espejo con un vestido del mismo color que el velo —Vas a traer orgullo a tu familia...
—Gracias...— Contestó sin muchos ánimos levantando su velo para ver por el espejo como sus damas de honor, sus propias hermanas, la miraban con cierta envidia, menos una de estas.
—Pero...— Ante la objeción de la mujer, la chica se volteó a verla con una ceja arqueada y el ceño fruncido —Eloise ¿Ese escote, no crees que está un poco pronunciado? Recuerda que no solo tu futuro marido estará ahí... Miembros de la familia... Personas nobles... Aún tenemos tiempo de cambiar el vestido si quieres...
—Madre— La llamó para que detuviese sus palabras, su escote no tenía nada de malo, solo resaltaba un poco el inicio de sus senos, y las mangas no le llegaban a cubrir del todo sus hombros dejando relucir un poco sus clavículas.
—Ya lo hemos hablado... Me arreglaste mi matrimonio, me arreglaste mi boda, y me arreglaste la vida, el vestido lo elijo yo, y no me harás cambiar de opinión— La mujer bufó rodando los ojos y asintió —Quiero elegir el vestido y la corona con la cual voy a dictar mi sentencia de muerte...
—Hija, no seas histérica... La gente no se muere tras casarse...
—Pero perecería con la vergüenza de tener una madre así— Murmuró con el ceño fruncido viendo a la mujer por el espejo, y a las muchachas a sus espaldas intentando aguantar la risa, las campanas de la iglesia sonaron captando la atención de las mujeres.
