DAISIES | Jenlisa [BORRADOR]

III. "Ten cuidado"

Le di un mordisco a mi sandwich, sin quitar mi atenta mirada de Jisoo que  apartaba a todos de su camino para poder llegar hasta donde estaba yo.

—¡Tú! —me señaló con su dedo índice dejando caer sus pesados libros sobre la mesa de la cafetería— ¿Dónde te metiste ayer? No me contaste qué sucedió con Kim.

Me encogí de hombros dándole un sorbo a mi jugo de frambuesas.

—Me dijo que no —partí mi sandwich dándole la mitad a Jisoo—. Soy una idiota.

—¿Y ahora qué hiciste? —preguntó con la boca repleta de pan, lechuga, tómate y hummus.

—Dije algo realmente estúpido

—Es algo que siempre haces.

No podía contradecirla, Chu siempre tiene la razón.

—Lo sé —dejé mi sandwich a un lado y llevé mis manos hasta mi nuca escondiendo mi cara entre mis brazos—. Creo que me hace falta un poco de empatia —murmuré antes de salir de mi refugio y mirar a Jisoo.

—¿Y ahora qué harás?

—Jisoo, no he dicho que me dado por vencida con Kim.

Me miró sin entenderme. Había muchas fallas en mi lógica.

—Acabas de decirme que te rechazó.

—Sí, pero encontraré la manera de que sea mi novia.

Seguía sin entenderme. Me miró directamente a los ojos buscando alguna respuesta.

—¿Por qué quieres que sea Jennie? Sabes perfectamente que incluso las heterosexuales tiene las bragas húmedas por ti —movió sus cejas en dirección al grupo de chicas de psicológica y negocios que no dejaban de mirarme y murmurar entre ellas.

—Tal vez porque se ve como una chica interesante y tengo que admitir que es un poco bonita.

—¿Un poco? —abrió su libro en la página número ciento cincuenta y cinco—  Quieres decir bastante —alzó su mirada, dejando salir una suave risa negando con su cabeza—. Es increíble como hace menos de una semana la estabas llamando mojigata.

—No lo hice... —rodó sus ojos volviendo a enfocar su atención en su libro—. Volviendo al tema, hay algo en ella... Es como si fuera demasiado cerrada y quiero saber por qué —moví mi dedo en círculos sobre la mesa dejando salir un suspiro—. Es como si ocultara todo lo que sucede en su vida...

—Cálmate, ni si quiera la conoces —Jisoo abrió su mochila sacando su libreta favorita y comenzó anotar toda la información que acababa de recolectar.

Apreté mis labios, quedándome en silencio por un par de segundos.

—Estoy segura que tú también lo notaste —le dije mientras subía mis pies sobre la mesa, procurando no tocar o mover a Jisoo—. Ella siempre se ve como si estuviera guardando sus sentimientos y en cualquier momento aquello fuese a explotar y ya no podrá contenerse a ella misma y creo que necesita soltar toda la mierda que tiene guardada en su cabeza.

Jisoo arrugó su ceño.

—¿Supongo? —anotó rápidamente y continuó— Jen siempre ha sido así, es el tipo de persona que siempre será un misterio... No es como tú que hablas hasta cuando vas a cagar. Ella es todo lo contrario —dejó sus lápices a un lado y juntó sus manos sobre la mesa—. Tú eres tan abierta y siempre dices lo que piensas, aunque sea doloroso o tonto para la otra persona.

—Bueno, tu madre hizo un buen trabajo conmigo.

Sin duda alguna, la madre de Jisoo era una de las mejores terapeutas de todo Corea del Sur.