Amigos

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El avión de SHIELD aterrizó en el patio de aquella casa de seguridad en Miami. Para sorpresa de Tony, no era el único vehículo de la unidad que estaba en la propiedad y en cuanto bajó del avión volteó a ver a Steve.

—¿Les dijiste?

Steve le devolvió la mirada.

—No del todo, Fury me envió un mensaje diciéndome que habían interrogado a la doctora Maya; y que se dirigían a la localización de esta base.

Tony vio, entonces, a Rhodey caminando hacia él enfundado en su traje de Iron Patriot, con la cara descubierta; y pudo ver que éste le hacía un gesto a manera de saludo. A su lado, caminaba Fury con los brazos tras la espalda y el gesto severo. María Hill coordinaba, a unos pasos, los arrestos que el resto de los agentes estaban realizando. A lo lejos, Tony reconoció entre los esposados,  a los guardias que lo habían custodiando mientras lo tenían amarrado en aquella oscura habitación (claro que en otra vida); también vio salir a unas cuantas modelos en bikinis asustadas y apuradas, y tras ellas, a "El mandarín" consternado y casi cargado por los codos por dos agentes que lo llevaban al interior de la camioneta, curiosamente, a pesar de su conmoción o quizás por ella, el actor no soltaba, para nada, su lata de cerveza.

—Tony, capitán—saludó Rhodes al llegar a su lado—. Tenemos casi todo bajo control.

—¿Casi?—preguntó Tony sintiendo un gran alivio en el pecho, pero que todavía no estaba del todo sanado.

—Killian y algunos de sus hombres, al notar la redada, huyeron. Tomaron un helicóptero y se marcharon—dijo Fury bastante molesto y miró hacia Steve—. Me temo que no pudimos hacer el arresto, capitán.

—Está bien, sabemos a dónde va a ahora—dijo Steve—. ¿Cierto, Tony?

—Cierto. Sólo denme unos minutos, mi armadura debe seguir cargando.

Steve asintió.

—Iré con ustedes—aseguró Rhodes.

—Bien, hagamos un plan mientras tanto—apuró Steve.

Tony sonrió, porque aquello era típico en él y no pudo más que sentirse, una vez más, aliviado. 

—Ya tienes un plan, cap—dijo—, ¿verdad?

***

Killian estaba furioso. Con toda la ira que tenía en su cuerpo, estrelló el puño contra una pared metálica cercana. El metal se fundió de inmediato y se formó un agujero que daba a otro compartimiento. Afortunadamente, pensaron sus hombres, no había hecho aquel boquete en una zona del casco del barco o habrían comenzado a hundirse.

—¡Maldita sea! —gritó Killian enrojeciendo gracias al extremis magnificado por su enojo—¡Nada está saliendo bien!

Y era justamente así. Maya estaba en poder del gobierno; Savin otro tanto; y ni hablar del actorcillo aquel; no tenía la armadura de Iron Patriot; peor todavía, el presidente estaba a salvo en algún bunquer; el vicepresidente arrestado y bajo investigación (esa había sido la última noticia que lo había sacado de quicio); SHIELD había encontrado su guarida en Miami y a duras penas si había logrado huir con sus hombres y su equipo. Y, por si fuera poco, la cereza del maldito pastel: Stark estaba vivo y en algún lugar fuera de su alcance. Era como si  supieran sus movimientos, cada paso dado y  aquello el devolvía una antigua sensación de invalidez. ¿Qué opciones tenía ahora? Sólo una: huir. No tenía nada que ejecutar ahora, sólo le quedaba retroceder y esperar para poder atacar de nuevo, con nuevos bríos y nuevos planes.

Nada como la frustración.

Furioso, salió de la habitación donde habían colocado las cámaras, ahora inútiles; y dio un par de vueltas de un lado a otro, tratando de pensar. En su imaginación se estaba tramando alguna especie de misión terrorista.

El futuristaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang