9.1 ¿Y qué pasó después?

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La noche estaba cayendo suavemente mientras el tictac del reloj anunciaba el pasar del tiempo. En el horizonte, la luna, tímida, se recostaba con tal calma que su movimiento pasaba inadvertido.
ChanYeol llevaba horas siguiendo el camino que había trazado a través del cielo desde que se recostó a dormir. Tenía la mala suerte de que había una ventana justo a donde acostaba su cabeza cuando estaba en la cama. Ello le había costado trasnochadas de reflexión adolescente.
Esa era una de esas muchas noches, pues mientras el sol aclaraba poco a poco el color del cielo, ChanYeol avanzaba más profundo en sus pensamientos.

Si vives pensando en los errores que has cometido, sean intencionales o no, no podrás vivir bien nunca.

La noche anterior le había gritado a Baek tan, pero tan fuerte, que no podía creer que aquellas palabras tan llenas de seguridad hubiesen salido de su boca. Y desde que las dijo, no dejaron de correr en círculos dentro de su cabeza.
Miró hacia su escritorio. Una foto de Jeongyeon tomada a escondidas adornaba el vaso donde estaban sus plumas y rotuladores. Tenía arrugas y algunos dobleces, pues solía llevarla casi a cualquier lugar.

Nueve años. Conocía a Jeongyeon hacía casi nueve años, tal vez más. Y desde el primer día fue cautivado por su personalidad amable y su naturaleza suave. Su porte dulce, su voz tranquila y su actitud paciente. La única niña que le habló, la única persona que no se burló.
Había algo en ella. Una década casi completa después podía sentirlo todavía.
Ese no era un amor de infancia. Era el amor de su vida y estaba totalmente seguro.

Se pasó la mano por las mejillas. Otra vez se había descontrolado y un par de lágrimas habían escapado de su retención tan forzada.
La noche pareció ser más fría cuando salió de su trance. Suspiró, tomando sus lentes para ver mejor el amanecer. Lo bueno de estar en vacaciones era el hecho de que podía desvelarse y compensar sus horas perdidas por la tarde o la siguiente noche.

Así, ChanYeol se levantó y fue al baño, dispuesto a empezar otro día en el que seguramente perdería el tiempo otra vez.

😿

—¿Es ella? —Preguntó Baek con insistencia.
Habían salido hacia un par de horas aprovechando la calidez de la tarde, justo cuando dieron las doce. Baek estaba de buen humor, feliz por su nuevo hogar y ChanYeol apenas alcanzó a camuflar su identidad.

Un rato en el parque jugando fue agradable. El helado fue delicioso y el descanso bajo un árbol parecía ser perfecto también.

—Yeol, ¿No es ella? —Volvió a preguntar Baek. ChanYeol trataba de apartar la mirada de donde ella estaba, porque sabía que algo podría pasar.

Jeongyeon no les había visto a ninguno. Pero ambos le habían visto hacia un rato. ChanYeol no dijo nada en ningún momento.

—Yeol. —Le llamó Baek una vez más.— Yeol, Yeol. Mira, sí es ella. —Apuntó Baek mientras tomaba la camisa de su compañero.

—¡Baek! No le apuntes. Sabrá que estoy aquí.

—¿Y no es eso lo que quieres? Que te note. Ayer estabas llorando por eso.

—¡¿Me viste?! ... ¡No estaba llorando, idiota.— ChanYeol se alarmó, Baek solamente rió.

—No eres muy silencioso. Pero en serio. Deberías ir y hablarle.

—No. Ni loco. Podría cometer un error otra vez y... Y no quiero.

—Lo que tienes de orejas, te falta de huevos.

—¡Baek! ¡Cuida esa boca!

—¡No he dicho mentira! —El cachorro abultó el labio bajo, cruzándose los brazos.— Es la verdad. Eres grandote y das miedo por lo feo que estás, pero tienes miedo de una niña. ¡Una niña que te gusta!

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⏰ Last updated: Feb 26, 2020 ⏰

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