9. Solos y Juntos.

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—¡Ese perro! ¡Déjalo! —Y la niña entró al local. Luhan no entendió por qué, pero dió refugio a ChanYeol detrás de su figura.— Debo matarlo. ¡Debe morir! ¡Él fue quien mató a mi hermano!

—¿Qué mierda estás diciendo? —SeHun habló con evidente enfado.— Ya verás, pequeña... —Una figura más alta se antepuso frente a la niña. Era un hombre más grande que SeHun.

—Por favor, no le haga nada. Mi pequeña solamente está confundida. —El señor tomó a la niña, que lloraba, y la cargó. Una señora más entró a escena mientras el primero se retiraba.

—Dios mío, lamento mucho las molestias. Ésto es un gran malentendido. Lo siento muchísimo. —La mujer hacia reverencias mientras retrocedía.— Tendremos más cuidado la próxima vez. De nuevo, lo siento.— Y se dispuso a irse. Pero antes de que pudiera hacerlo, una gran mano le tomó del brazo.

—¡SeHun! —Exclamó LuHan.

—Esa niña. —Habló él.— Ella dijo que el perro mató a su hermano. ¿Por qué?

La señora miró al gato un par de segundos. Después suspiró.
Gritó a su esposo e hizo que éste se adelantara.

—¿Tienen un asiento? Ésto tomará un par de minutos.

😿

La tarde ya estaba entrando más en calor. El brillante azul del cielo pasó a naranja, que rápidamente se tornó a un morado ligeramente más oscuro. Algunos locales cerraban. Otros apenas abrían. Muchos trabajadores caminaban por la calle yendo a su hogar.
Y en la veterinaria de LuHan, se encontraban tres sillas frente al recibidor. LuHan y SeHun estaban hablando con la señora mientras que ChanYeol se llevó al perro a la parte posterior, en el almacén.

—Esto... Comenzó hace mucho.— La señora empezó a hablar.— Mi pequeña se llama Daebyul. Hace unos meses ella estuvo de cumpleaños y mi esposo y yo decidimos darle una sorpresa.
Ella tenía un hermano, Daeun. El niño más dulce y tierno que jamás pudiese conocer. Les aseguro que él era... Era un ángel.— Ella se quedó callada. Tras un segundo, siguió.— Les dimos un perro. Ellos siempre habían querido uno. Todos los días sin falta lo repetían, lo pedían. Y nosotros se los dimos.

La mirada de SeHun se centraba en la invitada con seriedad. LuHan, con un semblante más afinado, le escuchaba. El ambiente estaba callado y apenas se podía oír el ruido que hacía la climatización al trabajar.

— Todo iba perfecto. Las primeras dos semanas fueron fantásticas. Todos jugaban. Mientras yo lavaba la vajilla podía ver a mis pequeños jugar con su mascota. Era perfecto.
Hasta que un día, Daeun enfermó. —Hizo una pausa.— Al principio creímos que no sería nada pues simplemente estornudaba y tenía fiebre. Faltó unos días a clase y... El día que finalmente asistió, tuvimos que retirarlo porque se había desmayado.
En el hospital rápidamente nos dijeron que su cuerpo había sufrido una... Deficiencia de no sé qué cosa. Ya no quiero recordarlo.
Fuimos fuertes las primeras semanas que duraron los análisis... Pero ya no pudimos días después.

ChanYeol estaba sirviendo algo de comida al pequeño perro en la parte trasera, pero se mantenía atento a esas palabras mientras acariciaba el lomo del pequeño animal. Sacó sus conclusiones y supo el final antes de que la mujer terminara siquiera de contar la historia.

— Tú... Enfermaste al hermano de esa niña, ¿No es así? —El perro le miró, bajando poco a poco la cabeza y un temblor nació de su cuerpo. ChanYeol se sorprendió y quiso tocarle para poder abrazarle, pero al acercarse un brillo le hizo retroceder. El perro se envolvió en un halo de luz que pronto dejó entrever una nueva figura. Era un niño de cabello castaño.

I Found A Cat [HunHan] Where stories live. Discover now