I Found A Cat [HunHan]

1. Lindo Gatito

El cielo comenzaba a mostrar sus nubes grises, aquella tarde de verano predestinaba a ser algo lluviosa, pues en el programa del clima aquella muchacha lo había indicado así.

LuHan suspiró de alivio. Sonriendo mientras miraba las bolsas de croquetas en la estantería de su veterinaria, ¡Estaba feliz de haber traído su paraguas! Aunque siempre lo traía, por precaución más que nada.

El trabajo de veterinario no era tan emocionante como se lo había pintado todos estos años, a decir verdad, Llegó a pensar por un tiempo que haber escogido esa profesión había sido una mala idea, mientras que veía a Henry ir a sus estudios de maestría todos los días, leyendo y haciendo exámenes, el se la pasaba estudiando sobre como cuidar una patita rota.

Pero no todo era un vaso de agua sucia, no. Habían días en los que adoraba su trabajo. Como aquella vez que su amigo Yixing le había llevado un conejo que había encontrado en un prado cerca del parque, el pobre animalito Estaba prácticamente muriendo de hambre, pues el centro de la ciudad de Seúl no era un buen lugar para vivir para una bolita de pelos blanca.

Pues bien, con un par de meses de dietas bien nutridas dadas por LuHan, y varios cariños de parte de Yixing, SuHo (Como Yixing Decidió llamarle) pudo seguir adelante con su vida, y ahora estaba feliz viviendo con su nuevo dueño en su apartamento. Y LuHan era feliz sabiendo que esa felicidad era en parte gracias a él.

Pero bueno, en un día normal, la veterinaria sería únicamente una tienda de puertas abiertas. las únicas personas que por ahí se pasaban eran niños que compraban alimentos para sus mascotas, o niñas caprichosas que lloraban a sus padres por un pez dorado.

El reloj marcaba que eran las cuatro con treinta, hora de cierre del local. LuHan dio un suspiro y se levantó de la mesa donde se encontraba sentado, en la cual, se podía admirar su precioso diploma universitario que certificaba que era un doctor de calidad.

Caminó por las repisas de comida, y tomó una bolsa de comida para gatos. Era hora de alimentar al único animal que había rescatado de la calle en esta última semana. Para suerte de LuHan, sus cuidados resultaban ser tan efectivos que todo aquel animal que salvara era adoptado en un chasqueo de dedos, lo cual le daba ventaja y fama en la ciudad.

Pasó por la mesa, yendo más allá de las peceras repletas de coloridos pececitos que nadaban mirándole con interés. Fue hasta un poco más, hayando el pequeño pasillo lleno de rejillas pegadas a cubículos en las paredes, el piso era bastante extenso para que las jaulas pudieran ser apreciadas, y el olor era a comida para animales. Se inclinó, y en una de las jaulas más bajas divisó al gato que se hospedaba ahí.

–Buenas tardes, KyungSoo.–El animal de pelaje color negro abrió los ojos y le miró con desinterés.– ¿Cómo estás? ¿te sientes mejor? –Le dedicó una de sus preciosas sonrisas mientras rompía la bolsa al notar que el felino volvía a dormir, y de inmediato este abrió los ojos.

LuHan sonrió, sabiendo que KyungSoo no podía pasar por alto aquella alerta de comida.

–Oh, veo que tienes hambre.–Echó una pequeña risa mientras abría la rejilla y metía su mano con la bolsa. El gato se acercó y olisqueó su piel, yendo directo a su Platón cuando la mano de su cuidador se había apartado.

Ese gato tenia su comportamiento. Aparentaba no tener ni el más mínimo sentimiento de cariño a LuHan, pues solamente le hacia caso cuando este le mostraba comida, de otra forma, le ignoraba y pasaba por alto su existencia.

El pequeño animal había aparecido una mañana frente al local de la veterinaria, estaba recostado y tenia una pata rota, y después de revisarlo descubrió que tenia días de no haber comido. Supo que tenía un dueño pues llevaba un collar con su nombre en él, y Concluyó que su dueño lo había abandonado, aunque No sabía porqué, si Kyungsoo era un gato precioso. Tenía el pelo corto y unos preciosos ojos color almendra, no molestaba mucho, era inactivo. La mayoría del tiempo estaba dormido, aunque esto debía ser porque estaba desnutrido.