I Found A Cat [HunHan]

2. ¿Es un Qué?

En esa mañana, Lu no se molestó en hacer caso a la alarma que sonaba con insistencia al lado de la cama.
El Clima frío fuera de su apartamento quedaba y contrastaba a la perfección con las cálidas sábanas que rodeaban su cuerpo, y que, durante la noche, había tomado para acurrucarse a él y al pequeño gato gris, que aún descansaba entre sus brazos.

El sonido de las gotas de agua chocando con el cristal de la ventana del balcón le daban cierta sensación de calma, y le alentaban a seguir durmiendo, pues clima y paisaje más adecuados no podía encontrar todos los días.
Hoy era su día libre, la veterinaria no abriría para nada. No tenia de que preocuparse incluso, pues la ración de comida que había dejado para KyungSoo el día anterior había sido suficiente, o eso quería darse a creer.

Intentó dormir, pero aparentemente su cuerpo se negaba a obedecer. Se movía, pero nada. No podía conciliar el sueño de nuevo.

La cama se volvió apretada de repente, o por lo menos aquel espacio donde estaba recostado. Sintió una preciosa calidez invadir su torso, y esta le envolvió mientras se acomodaba, y suspiraba con cansancio.
Se movió un poco más, pero un quejido a su lado le había hecho abrir los ojos de repente.

Se escuchó un grito departe del rubio, y mientras se apartaba bruscamente y miraba a aquello de manera atónita, se acomodaba en la cama.

No podía ser aquello, debía ser un sueño. En su cama, frente a él, LuHan tenia a un apuesto hombre de cabellos azabache, mirándole de manera ofendida mientras ocultaba sus miserias con las sábanas, porque oh si, estaba completamente desnudo.

La lluvia que sonaba afuera del departamento de LuHan pasó desapercibida casi de inmediato, ¿y cómo no iba a hacerlo? Si acababa de descubrir que había dormido con un hombre desnudo, que, por más increíble que pareciera... Era muy guapo.

–¿Tú eres mi humano? ¿Cómo te llamas? –Preguntó el pelinegro, y LuHan no supo como interpretar esas palabras.

Ambos se quedaron mirando. LuHan estaba impactado por el suceso, y el pelinegro solamente esperaba una respuesta.

–¿Quién eres?–Preguntó LuHan mientras sus manos apuñaban un poco más las sabanas que estaban apegadas a su pecho gracias al agarre.

–Por lo que sé.–su contrario respondió.–Es de mala educación responder a una pregunta con otra. –el pelinegro suspiró y sus peludas orejas se movieron.

Momento.

¡Tenía orejas de gato!

–¡Santo dios!–LuHan exclamó, no se había fijado de eso hasta entonces.– ¡Tienes orejas!

–Eh... ¿Si?–Preguntó aquel chico con ironía, y sarcasmo a la vez.– ¡Ahora Respóndeme!

El chico era muy guapo, si. Pero parecía alguien de temperamento muy malo.

La expresión de LuHan se quedaba inmovilizada por el asombro, Estaña en shock. Primero, había despertado con un hombre al cual no conocía. Segundo, este hombre Estaba desnudo en totalidad. Y tercero, ¡Tenía una enormes orejas de gato en la cabeza! Que resultaba ser lo más increíble de todo hasta ahora.

–Yo... Yo soy LuHan. Soy veterinario, vivo aquí y...

–Momento, momento. Te pedí solamente que me dieras tu nombre, no que me contaras tu vida entera.–LuHan abrió los ojos de la impresión al notar que aquel muchacho le levantaba la voz. Qué maleducado era.–Yo me llamo SeHun.

SeHun, un nombre muy lindo para una persona no tan agradable.

–Ayer me encontraste en ese callejón, mi pierna está rota y me trajiste aquí. No pude mostrarte esta forma de mi porque cuando me lastimo no puedo controlar bien mis transformaciones.