Capítulo diecinueve

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Blue comenzó a abrir lentamente sus ojos para que luego los abriera de golpe. Se sorprendió al ver que se encontraban en un extraño lugar. Gateó por el lugar pues la densa niebla solo haría que se pudiese caer, aparte de ello, la oscuridad nocturna hacía casi imposible que la muchacha pudiese divisar a alguno de sus conocidos. En su camino chocó con uno de ellos; entonces la castaña se puso de pie mientras forzaba su vista para poder ver todo a su alrededor. Encontró a sus demás compañeros tirados en el suelo y sin dudarlo comenzó a gritarles, haciendo que uno a uno fuese reaccionando.

— ¿Dónde... estamos? —Se animó a hablar Black.

— Pues una cosa es segura, ya no estamos en el instituto —respondió la castaña de cabello ondulado.

— Pidgeot, despejar —Green invocó a su gran ave para que observara todo desde las alturas una vez usado su movimiento.

— ¿Te encuentras bien, Red? —Blue por su lado estaba atendiendo las heridas del azabache con un hechizo curativo.

— Al parecer... Yellow tenía razón —fue lo único que dijo el azabache mientras sonreía levemente.

— ¿A qué te refieres?

Antes de que Red pudiese responderle a Blue, Pidgeot cayó desde las alturas. Todos se pusieron alerta mientras Green hacía descansar a su ave. Se dieron cuenta que comenzaban a ser rodeados por muchos Haunter y Gastly. White y Black invocaron a su Serperior y Samurott, haciendo que las criaturas no dudaran en atacar. Blue comenzó a hacer memoria para luego recitar un hechizo que produjo una ligera lluvia, esto hizo que los ataques de agua del Pokémon de Black se potenciaran. Red intentó invocar a su Pikachu o su arma pero no podía, aun no había recuperado sus fuerzas.

— Me traje solo a uno y los demás vinieron detrás de él —esa voz tomó por sorpresa al grupo.

Los fantasmas dejaron de rodear a los chicos para dejar que Agatha se colocara frente a ellos. La anciana veía con una sonrisa de completa confianza al grupo, mientras que ellos no bajaban la guardia.

— Dos brujas ayudando a tres cazadores —habló mientras le prestaba atención a las dos castañas— no entiendo qué hacen ahí, lo mejor es que se hagan a un lado. Sí hacen eso, olvidaré que intentaron atacarme.

— ¿No podemos dejarlos ir solo por esta vez? —Habló la dueña del Serperior.

— Lo siento, yo no dejo con vida a ningún cazador. Todos son seres malignos, todos son seres siniestros. Nuestro deber como brujas, es acabar con ellos.

— ¡Todo es un mal entendido! —Gritó Blue.

— ¿Y por un mal entendido vas a perdonar al causante de la muerte de tu hermana? —Agatha se veía satisfecha con la pregunta que había hecho, ya que se dio cuenta que la castaña comenzaba a dudar.

— Blue... yo... —Red se sentía realmente culpable, tanto que hasta pensó que lo mejor era que lo dejaran recibir su castigo.

— A Yellow no le gustaría que yo tomara venganza en su nombre. Ella siempre fue alguien muy alegre, muy pacifista y además... si tomo venganza, lo único que conseguiré será que el odio y la barrera entre las brujas y cazadores sean aun mayores.

— Que tonterías dices —murmuró la anciana— supongo que no tengo de otra más que castigarlas y dejar que mis fantasmas se alimenten con sus almas.

El grupo comenzó a darse cuenta que la niebla volvió, ahora más densa, y los fantasmas comenzaban a rodearlos. Green se percató que la anciana comenzaba a recitar un hechizo en una lengua muy extraña, haciendo que dirigiera su mirada hacia el oscurecido cielo. Un pentagrama había parecido por encima de ellos mientras comenzaba a emitir un potente brillo.

Brujas, cazadores y pokémon (Luckyshipping)Where stories live. Discover now