Capítulo 368: Déjenme Explicarlo
—¿Qué está haciendo su Secta Desafiadora del Río allí adentro? ¡Esto no está bien! —El viejo de cabello rojo de la Corte del Río Estrellado temblaba por lo descomunal que se había tornado la situación. Después de todo, la Corte del Río Estrellado tendría problemas lidiando con la furia de la Corte del Río del Dao y la Corte del Río de la Polaridad después de esto.
De hecho, se podía percibir que solo un tercio de la ira de estas sectas se dirigía a la Secta Desafiadora del Río, ¡el resto estaba siendo dirigida directamente a la Corte del Río Estrellado!
Debido a esto, la única opción que les quedaba era intentar arrastrar con ellos a la Secta Desafiadora del Río.
Pero cuando las palabras salieron de su boca, el cielo empezó temblar, y una gigantesca figura de luz deslumbrante apareció en medio del aire. Al instante les empezó a pesar una presión intensa y la tierra empezó a temblar también. Todos los cultivadores en el Alma Naciente juntaron sus manos y se inclinaron formalmente.
—¡Saludos Emisario!
La figura de luz observó por un momento a la formación de hechizos de piedras, pero a pesar del nivel de su base de cultivo, tampoco era capaz de saber que estaba pasando exactamente adentro. Aunque claro, en realidad esto no le importaba. A pesar de que se estaba transmitiendo una habilidad divina en secreto a un sucesor, esto en sí mismo no era tampoco un gran incidente. La Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado tenía un total de 300 legados secretos, y todos tenían un poder sorprendente. A excepción de alguna decena que eran particularmente poderosas, era difícil determinar cuáles fueran las mejores.
—Si no recuerdo mal, el Conjuro de la Montaña Viviente está clasificado entre los diez mejores legados secretos. Aunque lamentablemente, es demasiado difícil de cultivar, por lo que prácticamente jamás se ha visto a nadie usándola.
—Ahora que lo pienso, ya han pasado decenas de miles de años desde que este reino confinado arcano fue dominado y se colocó el legado secreto en él. —La gigantesca figura de luz ondeó su mano, y empezaron a extenderse ondulaciones por el cielo, haciéndolo ver como si fueran las olas del mar.
—El día de hoy, —dijo con una voz retumbante como el trueno—, Alguien ha adquirido el Conjuro de la Montaña Viviente. Escuchad cuatro grandes sectas: dentro de un mes, ¡escribid la información de esta persona en una tablilla de jade y entregádsela a la Seca de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado para mantenerla registrada!
Dicho esto, la figura empezó a desvanecerse. La única razón por la que había aparecido era que había sentido que el Conjuro de la Montaña Viviente estaba tomando forma. Ya terminada su labor, volvió de inmediato a la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado.
Cuando el enorme gigante brillante desapareció, los cultivadores en el Alma Naciente de la Corte del Río Estrellado se quedaron de pie con la cara totalmente pálida. Ya no se atrevían a acusar a la Secta Desafiadora del Río de hacer trampa. Sin importar lo que hubiera ocurrido dentro de la zona de legado, ¡las palabras del emisario debían tomarse como hechos!
¡Bai Xiaochun de la Secta Desafiadora del Río había obtenido un legado completo, y conseguido la iluminación respecto al Conjuro de la Montaña Viviente!
Alma Carmesí, Sectaglacial y el Maestro Viento Divino intercambiaron miradas, y pudieron ver de inmediato la emoción en los ojos de los otros. Incluso estaban empezando a asumir posturas más erguidas que antes.
La Corte del Río del Dao y la Corte del Río de la Polaridad permanecieron en silencio por un momento. Luego ambas tomaron la iniciativa de acercarse a la Secta Desafiadora del Río.
—Felicitaciones, Compañero Daoísta Sectaglacial. ¡Jajaja! El joven patriarca de su honorable secta ha obtenido la iluminación del Conjuro de la Montaña Viviente, e incluso atrajo la atención de la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado. ¡Seguramente se alzará a alturas increíbles en el futuro!
—Compañero Daoísta Alma Carmesí, ya comprendo porque tuviste tanta confianza antes, ¡Resulta que este chico Bai Xiaochun sí que es extraordinario! Ahora que lo pienso, realmente destacaba cuando fuimos a visitar su secta antes. ¡Realmente es un dragón entre los hombres!
Estos maestros Daoístas en el Alma Naciente no estaban simplemente intentando adular. Sino que estaban preocupados por cómo explicar las cosas cuando volvieran a la secta, y tenían la esperanza de que la Secta Desafiadora del Río torciera las reglas y no se llevara todos sus recursos...
Sectaglacial, Alma Carmesí y el Maestro Viento Divino eran personas muy astutas, y sabían muy bien cómo manejar la situación. Contuvieron su emoción y decidieron no mencionar nada sobre los recursos.
—Xiaochun es un chico travieso y mal portado —dijo Sectaglacial. —Estamos igual de preocupados que ustedes sobre lo que esté ocurriendo dentro de la zona del legado.
La Corte del Río de la Polaridad y la del Dao sabían exactamente lo que implicaban las primeras palabras de Sectaglacial al implicar la seguridad de Bai Xiaochun.
—Es imposible intercambiar mensajes con la zona del legado, así que no hay modo de saber lo que está ocurriendo. Pero no se preocupe Compañero Daoísta Sectaglacial. Ya acabó el asunto de los sellos de legado. Así que todos serán teletransportados afuera en el tiempo que tarda en quemarse un palillo de incienso.
Al oír esto, Sectaglacial, Alma Carmesí y el Maestro Viento Divino se sintieron un poco aliviados, e incluso empezaron a charlar aleatoriamente con los demás patriarcas. La Corte del Río Estrellado por otro lado permaneció a un lado, con el rostro pálido, e ignorados por las otras sectas.
Mientras tanto, de vuelta en la zona de legado... Bai Xiaochun ya había absorbido todas las marcas de sellado, y las magias defensivas del perímetro se desvanecieron. Ya no había una presión aplastante, ni relámpagos, ni vientos negros, ni mares de llamas. Todo desapareció en un instante.
Bai Xiaochun estaba completamente absorto en el Conjuro de la Montaña Viviente, cuando Brutus repentinamente le dio un empujón. Al ver a su alrededor, se dio cuenta de que se habían desvanecido los hechizos defensivos, y que los miembros de las otras sectas estaban a unos 3.000 metros de él, con una furia ardiente reflejada en sus ojos.
—¿Ya no están los hechizos defensivos? —dijo Bai Xiaochun temblando, y dio varios pasos atrás inconscientemente. La mirada que le dirigían las otras tres sectas le puso los vellos de punta.
—¡Hey Compañeros Daoístas! Saben, todos somos sectas de las Partes Medias. Estamos del mismo lado... —En medio de su explicación, los miembros de las tres sectas empezaron a caminar hacia él sin decir ni una palabra, la frialdad en sus ojos era cada vez era más intensa.
Siguió retrocediendo y hablando, —¡No está permitido matar! No hagan nada impulsivo, ¿de acuerdo? Definitivamente no quieren explotar por algo como esto... —A Bai Xiaochun le palpitaba el corazón fuertemente. Podía ver claramente que su temperamento estaba al borde de estallar. Además, no solo necesitaban desahogar sus frustraciones, también sentían algo de codicia por ese wok de tortuga.
—¡Maldita sea! —pensó—. ¿Por qué se desvanecieron repentinamente los hechizos? — Estaba temblando, al borde de las lágrimas y seguía retrocediendo.
—Escuchen Compañeros Daoístas, todos ustedes tienen grandes equipos, pero yo estoy solo. Obtener las marcas de sellado fue solo suerte. Sé que estáis frustrados, ¡pero todos dábamos nuestro mejor esfuerzo! ¡No seáis malos perdedores! Vamos Compañeros Daoístas, calmémonos todos. Saben que realmente no lo hice a propósito...
De hecho, sorpresivamente, algunos de los cultivadores escucharon sus palabras y se pararon por un momento. Después de todo ya habían acabado las cosas, y luchar ahora no resolvería nada. Aun así, era difícil deshacerse de la furia que sentían en este momento.
Al ver que sus palabras estaban teniendo un poco de efecto, Bai Xiaochun dejó salir un suspiro de alivio. Estaba muy al tanto que este no era el momento de molestarlos a todos. Aunque era cierto que cualquiera que asesinara sería ejecutado como castigo, si perdía su pequeña e insignificante vida en el proceso, ¿qué importaría si después mataban al culpable...?
Justo cuando estaba a punto de intentar seguir ofreciendo sus consuelos, la pequeña tortuga repentinamente salió volando y se posó sobre la cabeza de Bai Xiaochun. En ese momento, Bai Xiaochun repentinamente tuvo un muy mal presentimiento, sintiendo una catástrofe inminente. Antes de que pudiera decir nada, la pequeña tortuga se aclaró la garganta y gritó, —Parece que simplemente no entienden. Escuchen, déjenme explicar claramente lo que acaba de decir mi maestro. Lo que en realidad quiere decir, es que sois un montón de novatos imbéciles. ¿Cómo os atrevéis a pelear con mi Bai Xiaochun? ¡Déjense de tonterías y largo de aquí!
Su voz era tan fuerte que era imposible que no la escucharan. Los miembros de las tres sectas que habían estado a punto de calmarse repentinamente sintieron que su furia ardía más intensamente que nunca.
Especialmente los miembros de la Corte del Río Estrellado, quienes se volvieron locos de inmediato, Chen Yunshan fue el primero en dar voz a su ira y frustración.
—¡Maten a Bai Xiaochun! Si trabajamos todos juntos podremos exterminarlo por completo. Siempre y cuando lo hagamos todos juntos, ¡no hay modo de que nuestras sectas nos castiguen a todos!
—¡Ese wok que tiene definitivamente es un tesoro precioso!
—Mátenlo, ¡quizás al matarlo vuelvan a salir todos los sellos de legado! —Aunque nadie estaba realmente de acuerdo con lo que decía Chen Yunshan sobre la situación, su intención asesina ya estaba al máximo. ¡La ira que habían estado suprimiendo estalló por las palabras de la pequeña tortuga!
Al instante surgieron gritos de furia por todos lados y esas decenas de cultivadores en la Formación del Núcleo salieron volando hacia Bai Xiaochun. De verdad era un espectáculo majestuoso ver como todos desataban todo tipo de técnicas mágicas para atacarlo.
—¡¡Eso no es lo que quise decir!! —gritó Bai Xiaochun intentando escapar. No era ningún tonto, sabía muy bien que sin importar lo fuerte que fuera, su Núcleo de Rey Celestial Imperecedero y su Núcleo Dorado del Dao de los Cielos no serían suficientes para resistir a casi cien Elegidos con un Núcleo Terrestre atacando todos juntos.
El ser jodido así por la pequeña tortuga solo hizo que la odiara aún más por dentro. Ya casi le salían lágrimas por los ojos. Mientras esas decenas de enemigos enloquecidos se acercaban, la pequeña tortuga volvió a asomar su cabeza y gritó, —¡Vénganse debiluchos idiotas! Mi maestro puede vencerlos a todos por sí mismo. ¡Vamos! ¡Si creen que tienen lo necesario entonces a pelear!
—¡Ya cállate! —gritó Bai Xiaochun. Luego agarró con la mano a la pequeña tortuga y se la tiró con fuerza al montón de gente que tenía detrás.
—¿¡Mátenlo a él, de acuerdo!? —gritó—. Él es que les está diciendo eso, ¡no soy yo! —La pequeña tortuga salió disparada por el aire tan rápidamente que nadie podría evadirla, y luego se escuchó un fuerte sonido de golpe e impactó la cara de uno de los miembros de la Corte del Río Estrellado.
A ese cultivador le golpeó con tanta fuerza que casi le saca los dientes, y se tambaleó hacia atrás... en su mejilla se podía ver la silueta negra de la pequeña tortuga, estaba completa, las cuatro patas, la cabeza, la cola y el caparazón.
Luego la pequeña tortuga salió disparada por el aire de vuelta a Bai Xiaochun.
—¿Qué te parece? —dijo orgulloso de sí mismo. —¿Tú Lord Tortuga es asombroso o qué? ¡Hmph! Cuando Lord Tortuga deja su marca en algún sitio, ni siquiera un semidiós podría borrarla. ¡Un semidiós! ¿Escuchaste eso pequeño bastardo? ¡Tendrás la marca de tu Lord Tortuga en la cara por toda la eternidad!
El cultivador se tocó la marca en su cara, y quedó espantado al darse cuenta que realmente no se la podía quitar. Su corazón se llenó de más ira que antes y escupió un montón de sangre a la vez que salía disparado a perseguir a Bai Xiaochun de nuevo.
