𝒇𝒐𝒖𝒓𝒕𝒆𝒆𝒏

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( ☆. 𝐶𝐻𝐴𝑃𝑇𝐸𝑅 𝐹𝑂𝑈𝑅𝑇𝐸𝐸𝑁 )

𝚎𝚕 𝚜𝚒́𝚖𝚋𝚘𝚕𝚘 𝚍𝚎 𝚐𝚛𝚒𝚗𝚍𝚎𝚕𝚠𝚊𝚕𝚍.

Tuvieron que hacer caminata por el oscuro bosque para volver a la tienda. Comparado con la temperatura del bosque, alli dentro de la tienda hacia un calor delicioso; la unica iluminación la proporcionaban las llamas azul turquesa, que danzaban en un cuenco que habia en el suelo. Hermione dormía profundamente, acurrucada bajo las mantas, y no se movió hasta que Harry la llamó varias veces por su nombre.

—¡Hermione! ¡Hermione!

Ella se rebulló, pero enseguida se incorporó, apartándose el pelo de la cara.

—¿Qué pasa, Harry? ¿estás bien?

—Bien, todo va bien. Más que bien, estoy genial. Hay alguien aquí.

—¿Qué quieres decir? ¿Quién...?

Su mirada se fijó primero en Alaska, y rápidamente la paso hacia Ron, que estaba de pie sujetando la espada de Gryffindor y el Horrocrux destruido. Harry y Alaska se retiraron a un rincón oscuro, intentando darles espacio mientras Hermione bajaba de su litera y se detenía justo delante de Ron, con los labios ligeramente separados y los ojos abiertos de par en par. Ron lanzó una débil y esperanzada sonrisa y medio alzó los brazos. Pero la castaña empezó a dar puñetazos a cada centímetro de él que pudo alcanzar.

—¡Ay! ¡Huy! Pero ¿qué...? ¡Hermione! ¡Ay!

—¡Eres... tonto... de remate... Ronald... Weasley! —subrayaba cada palabra con un golpe. Ron retrocedió, protegiéndose la cabeza, pero ella lo persiguió—. Vienes... aquí... después... de semanas... y semanas... ¿Dónde está mi varita?

Parecía dispuesta a arrancársela a Harry de las manos, y el chico actuó por insisto.

—¡Protego! —un escudo invisible se irguió entre Ron y Hermione, la fuerza del mismo la derribó hacia atrás sobre el suelo.

Escupiendo el pelo de la boca, se levantó de nuevo de un salto.

—¡Hermione! —dijo Harry—, ¿quieres hacer el favor de...?

—¡No me digas lo que tengo que hacer, Harry Potter! —chilló—. ¡No te atrevas a darme órdenes! ¡Devuélvemela!

—Hermione, por favor —la interrumpió Alaska, sintiendo la jaqueca acercarse—. Deja de gritar y escucha lo que tienen para decirte.

—¡Y tú...! —apuntó a Alaska con rencor, pero ella no retrocedió—. Te fuiste durante semanas y no nos diste noticias, ¿qué fue lo que estuviste haciendo?

—No te lo diré hasta que te calmes, ¿sí?

—Sólo escuchala... —un gran error el de Ron al darle la razón a Alaska.

en tiempos de guerra ⁷ ━━ harry potter sagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora