𝒕𝒉𝒊𝒓𝒕𝒆𝒆𝒏

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( ☆. 𝐶𝐻𝐴𝑃𝑇𝐸𝑅 𝑇𝑊𝐸𝐿𝑉𝐸 )
𝚕𝚊 𝚌𝚒𝚎𝚛𝚟𝚊 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚋𝚘𝚜𝚚𝚞𝚎.

—Entonces, ¿por qué estás aquí? —interrogó Severus a Alaska, sin prestarle mucha atención. Parecía ocupado con unos papeles y pergaminos.

Se encontraba en su oficina, que estaba ubicada en la torre más alta del castillo y tenía una vista panorámica de los terrenos de la escuela y el Lago Negro. La oficina estaba decorada de manera austera y sombría, distinta a la época en la que Dumbledore la utilizaba. En una esquina, se encontraba una vitrina con objetos mágicos y pociones extrañas, algunas que no lograba reconocerlas a simple vista.

Alaska se encogió de hombros, el simple hecho de estar frente a él parecía molestarle.

—Harry y Ron se han peleado, el ambiente es tenso —le explicó ella sin darle muchos detalles—. Creí que era el momento perfecto para darme un tiempo libre.

—¿Tiempo libre? —inquirió él, levantando una ceja.

—De ellos. Aún aquí tengo una tarea que cumplir, no he venido solo a descansar —dijo, molesta por el tono que el hombre utilizó—. Tengo mucho de que ocuparme.

—¿Cómo qué? —Severus levantó la mirada, inesperadamente interesado por la conversación. Dejó de lado sus pergaminos, dandole toda su atención.

—Cosas, es importante para la misión. —dijo ella sin querer hablar de ello. La mirada de Severus la atravesó, y sabiendo lo que intentaría, cerró su mente como si se tratara de una caja de seguridad.

—¿Ahora escondes secretos de mí?

Ella evitó darle una respuesta, en cambio, prefirió ir directo al grano.

—No he visto a Tim esta mañana —mencionó de forma inocente—. ¿Va todo bien?

—Todo va como lo planeado —respondió Severus, desviando la mirada y volviendo a observar los pergaminos bajo su nariz—. Él está seguro.

—¿Ah sí? —Alaska se removió en su asiento, comenzaba a sentirse incomoda ante la constante mentira—. Sé que ya me dijiste que lo mejor era que no supiera los detalles de su seguridad, pero no puedo evitar preocuparme. Dime dónde está.

—Si te lo digo, puedes ponerlo en peligro.

Ella soltó un bufido de gracia, negaba con su cabeza mientras una parte de su cabeza le decía que lo mejor era no decir nada, esperar y abordar el tema de otra forma. Sin embargo, el resto de sus pensamientos comenzaban a atormentarla, no la dejaban pensar con claridad y pronto perdió la poca paciencia que tenía.

—Entonces, si entiendo bien: que yo sepa su paradero pone en peligro a Tim —las expresiones de la rubia eran exageradas, como si estuviera demostrando todo lo que sentía en ese momento a través de ellas—. Pero que él este deambulando por bosques de todo el país sin ninguna otra protección que su varita es del todo seguro, ¿no? Al menos, eso desde tú perspectiva.

en tiempos de guerra ⁷ ━━ harry potter sagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora