Al día siguiente, fue la despedida, de nuevo estuvo el director de la MS, Steven Miller, quien dio su discurso y animó a los nuevos científicos y militares de la EAF.

— La EAF no solo llegó para protegernos de las amenazas de los fenómenos espaciales, también llegó para protegernos de nosotros mismos. Les deseo mucho éxito en sus nuevos destinos. Descubran, inventen y protejan—todos aplaudieron—. ¡Feliz viaje, marcianos!

Todos aplaudieron y gritaron de emoción, habían terminado sus carreras y era hora de volver y trabajar.

Zally ya estaba en la nave junto con Will, solo esperaban a despegar y salir por fin de Marte, ellos estaban con Xenna, su equipo y el Cap. Heiner.

Xenna volvería a la India por órdenes de la EAF, pero siempre seguiría en contacto con los que ella consideraba su segunda familia. El Capitán Heiner regresaría a Francia y el resto del equipo de Xenna iría a Washington para seguir con su misión con los Blow, más que nada por la supervisión.

— Cuiden a mis chicos, cualquier cosa, avísenme sin importar la hora—pidió Xenna a su equipo.

— Sí Señora, cuente con eso.

Zeki y Tae lograron conseguir asientos juntos, así que el viaje no iba a ser nada aburrido, llegarían en 3 meses a la Tierra, para el mes de Junio, un mes antes del esperado cumpleaños de Zally.

— ¿En serio te tocó en Brasil? Wow—dijo Zeki.

— Estoy incluso más impresionado que tú, voy a comprar mi boleto llegando. Mis padres me esperarán en Rio de Janeiro para felicitarme.

— Eso es adorable—sonrió. 

La nave tenía muy pocas ventanas y muy pequeñas, a Zeki y a Tae les tocó una, ahí se podía ver el vacío en todo el tramo. Una vista muy interesante y aterradora.

— Amigo, seguro que vienes de alguna de esas millones de estrellas—dijo Tae al ver a Zeki tan atrapado a la ventana.

— Es lo que pienso cada que miro al cielo...

— Nada es imposible—le dio una palmada en el hombro—. Voy por una ensalada y un jugo ¿quieres?

— Eh, si claro, gracias—sonrió.

Y así fue todo el viaje, por otro lado, en otra parte de la nave, Zally y Will estaban muy aburridos y no sabían que hacer con el tiempo.

— Zally, eres un asco en el scrabble en español—dijo Will.

— Ya basta, al menos mis palabras tienen sentido.

— Zally tiene razón—Xenna se rió—. Ustedes se llevan muy bien, a pesar de esas peleas.

— Ah si, ya nos acostumbramos, así es nuestra relación amor-odio—dijo Will—. ¿O no Cherry Head?

— Claro que si Miss Halsey.

— Pasar tiempo con ustedes es divertido, no me arrepiento de haber venido acá. Will es tu turno.

Se la pasaron jugando juegos de mesa antiguos, ya que era lo único que podían hacer, incluso se les unió el Cap. Heiner.

Tres meses de viaje, debió ser muy agotador.


Finalmente llegaron a la estación de Rusia, y de ahí partirían a sus destinos individuales.

Llegaron al aeropuerto de Moscú, en donde Zeki y Tae tuvieron que despedirse.

— Oye, estamos en Moscú, ¿por qué no das una vuelta antes de irte?

— Buena idea, gracias.

— Bueno, voy por mi boleto y ya vuelvo a despedirme—se fue a recoger su boleto pero al parecer tenía que esperar bastante tiempo aún.

Cuando la mayoría de estudiantes ya se habían ido, Zeki, Zally y Will se reunieron nuevamente. Los tres se abrazaron, Will un poco forzado pero fue un momento especial para los tres.

Zally estaba más que emocionada, solo con mirar a tanta gente caminando a su alrededor, respirar aire natural de nuevo y ver a través de las ventanas enormes del aeropuerto, la ciudad de Moscú. Años antes no lo habría creído.

— Tenemos tiempo de ir a dar una vuelta por ahí.

— ¡Vamos a la Catedral de San Basilio!—gritó Zally—. Por favor, quiero verla.

— Claro.

Xenna llegó con ellos para despedirse.

— Bueno chicos, voy a extrañarlos mucho, pero tengo buenas noticias, tal vez el próximo año me manden a Washington, así que nos volveremos a ver sin duda alguna.

— ¡Genial Xenna!—Zally la abrazó—. Espero que sea pronto.

— Que tengas buen viaje Xenna—Zeki la abrazó.

— ¿Qué hay de ti Will? Vamos, vamos.

— Está bien—abrazo a Xenna—. No olvides la revancha en monopoly.

— No la olvido. Adiós chicos—Se fue a abordar su avión.

Tae regresó con la esperanza de encontrar a Zeki y por suerte los encontró.

— Adivinen quien tiene unas horas libres—sorprendió a Zeki y a Will.

— ¿Quién eres? Oh espera, Tae ¿verdad?

— Tae, ¿Qué pasó?—preguntó Zeki.

— Vine a hacerles compañía—dijo y volteó a ver a Zally—. Si, soy Tae, me imagino que eres la famosa Zally.

— Si, hola—sonrió—. ¿Qué esperan? Vamos, Tae necesita un tour.

— Oh, claro muchas gracias.

Al salir del aeropuerto, Will no sintió nada especial pero sintió nostalgia al ver la ciudad que el conoció. Zeki sentía mucha felicidad y emoción por ver a su hermana feliz.

Zally era la más emocionada sin duda alguna, se sintió en casa, como si hubiera despertado de un terrible coma. Al ver la ciudad de Moscú sintió tantas cosas que simplemente se dejó llevar. La libertad y la nostalgia estaban presentes en ella.

Los cuatro tomaron el transporte público y viajaron para llegar a la Plaza Roja y a la Catedral de San Basilio.

Tae estaba tan impresionado, nunca había estado ahí. Zeki y Zally se encargaron de hacerle un pequeño recorrido y platicar sobre la historia de ésta. Will se puso sus gafas oscuras para ocultar sus ojos pero también la pasó bien.

Llegaron al aeropuerto de Moscú, en donde Zeki y Tae tuvieron que despedirse.

— Bueno, este es el punto donde nos separamos—dijo Tae.

— Espero que me enseñes capoeira—dijo Zeki y lo abrazó—. Estaremos en contacto amigo.

— Claro que si—se separaron—. Seguro que nos veremos, estaremos en el mismo continente, a puesto a que a las chicas les gustara un tipo asiático que sabe hablar portugués.

— No tengo dudas—sonrió.

— Les echaré de menos, Zally me caíste muy bien, me alegro que ahora estés en casa.

— Gracias Tae, nos invitas al carnaval ¿de acuerdo?

— Si si, cuando quieran.

— No dejes tu telescopio sin tapa—dijo Will—. No querrás un incendio en casa.

— Gracias por la recomendación Will—ambos se rieron—. Feliz viaje amigos.

— Igualmente.

Tae se fue a abordar su avión y vieron como despegaba su avión. La habían pasado muy bien ese día. Ya era hora de partir a Washington. 

Vo Slavu I: Paz y amor en el planeta Tierra.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن