-Yo quiero un perrito.- Miro el menú.
-Yo también quiero otro.- Dice Diana.
El cocinero toma el pedido, y comienza a hacer nuestros perritos.
-Vamos a sentarnos.- Le informo al camarero.
Él asiente y nosotras buscamos una mesa libre en el recinto de Foodtracks. Nos sentamos dos mesas más atrás de los chicos.
-Que bien que estemos lejos.- Dice Diana.- Seguro que no nos dejan ni comer tranquilas.
-Ya ves.- Los miro.- Empiezan a hacer bobadas y se ponen pesados.
-Aquí tenéis.- El chico nos deja los perritos en la mesa.
-Gracias.- Decimos las dos a la vez con una sonrisa.
Le hincamos el diente al perrito y comemos en absoluto silencio, disfrutando del momento.
-¡___!.- Niall me llama.
Ruedo los ojos, dejo mi perrito de nuevo en su plato y miro atrás para poder mirarlo.
-¿Qué pasa?.- Lo miro.
-Así es como te dejo yo.- Señala su boca.
Todos se ríen. Miro su boca y tiene las comisuras llenas de salsa blanca de su hambursguesa, simulando que es semen.
-¡Eres un cerdo Niall!.- Ruedo los ojos.
-¡Te amo!.- Me tira un beso en el aire, mientras se ríe con sus amigos.
Me acomodo de nuevo en mi silla y miro a Diana, que también de está riendo.
-No le hagas caso.- Agarro de nuevo mi perrito.
-Tranquila.- Se ríe.- A mi también me pasa.
-Come anda.- Le empujo el perrito.
Terminamos nuestra comida y tiramos los recipientes al cubo de basura de nuestro lado. Nos quedamos sentadas, descansando un poco, antes de volver al festival a escuchar algo de música.
-Buena Ladies.- Los chicos se acercan a nuestra mesa.
-Buenas.- Diana se pinta los labios.
Yo miro a Niall, que me sonríe de pie a mi lado.
-Te odio.- Lo piso fuerte.
-Auuuuuu.- Se queja, y luego se ríe.- Era una broma princesa.
-Claro.- Miro a otro lado.
-Diana me llevo a tu amiga.- Niall agarra mi mano y me levanta de la silla.
-¿Donde vas a ir?.- Lo miro.
-A dormir un rato.- Me rodea con su brazo.- Bye.- Se despide con su mano libre.
-¿A que hora vas a ir a la ducha?.- Diana me habla mientras me voy.
-¡Nos vemos a las 8 en la puerta!.- Casi grito.
-¡Okey!.- Me grita ella.
-¿Cómo estás princesa?.- Me besa la mejilla mientras andamos.
-Tengo sueño.- Me froto la barriga y bostezo.
-Yo también.- Le pego el bostezo.
-Deberíamos recoger un poco esto.- Miro nuestra zona de Camping.
-Luego lo recogemos.- Abre la caseta de campaña y entra.
Entro detrás suya y cierro la cremallera de la puerta.
-Que calor.- Se quita la csmiseta.
-No chulees de abdominales.- Miro su pecho.
-¿Quieres tocarlos?.- Me guiña el ojo.
-Ya los he tocado mil veces.- Me tumbo en el colchón.
-Pues ahora mil y una vez.- Se tumba al lado mía y me da un beso.
-No vayas a pegarte como una imán.- Lo miro.
-Siiiiii.- Me abraza fuerte.
-¡Niall!.- Intento separarlo.- Hace mucho calor.
-Da igual.- Besa mi mejilla.
-Que pesado eres.- Termino abrazándolo yo también.
-Esta noche podemos bajar a la playa a cenar algo.- Acaricia mi pelo.
-¿Como un picnic?.- Acaricio su espalda.
-Sip.- Asiente.- Antes de que caiga el Sol.
-Me parece bien.- Acepto.
-Que romántico.- Muerde mi mejilla.
-No vayas a pedirme matrimonio eh.- Pongo los ojos en blanco.
-No tranquila.- Me quita el pelo de la cara.- Si no te aguanto ahora, menos casados.
-Lo mismo digo.- Me subo encima suya.- Menos mal que ni vivimos juntos.
-Menos mal.- Repite mis palabras.- Aguantar tus berrinches todos los días.- Me besa.
-O tus tonterías todos los días.- Muerdo su labios.
-O ducharnos juntos.- Dice entre beso y beso.
-O desayunar juntos y contarnos nuestros sueños.- Acaricio su mejilla.
-Que feo todo eso.- Sonríe en mis labios.
-Que infierno.- Sonrío en los suyos y termino dándole el último beso de la pelea entre nuestras bocas.