Dream
Abro la puerta de casa sigilosamente para no despertar a todos. La cierro despacio y subo las escaleras intentando hacer el menos ruido posible. Cuando voy a entrar en mi habitación, la luz del pasillo se enciende y me doy un susto. Mi madre está al otro lado y se viene hacia mí.
-Hola amor.- Me abraza fuerte.
-Hola mami.- La abrazo.
-¿El vuelo bien?.- Besa mi mejilla.
-Genial.- Asiento.- Me voy a dormir que estoy muy cansada.
-Será lo mejor.- Asiente y besa mi frente.
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-¡Voy!.- Grito desde la escalera tallando mis ojos mañaneros.
Tiro del pestillo del cerrojo y abro la puerta entera.
-Emmm....-Miro a Niall confundida.
Trae un ramo de rosas en sus manos y una caja de bombones. Me quedo petrificada si sabes que decir o hacer.
-¿Gracias?.- Lo miro.
-¿Gracias por qué?.- Me mira extrañado.
-Por las flo...-Me cortan.
Mi hermana se lanza a los brazos de Niall y él la recibe con un enorme abrazo.
-Felicidades enana.- Le da los bombones y la caja.
-¿ah?.- Nada me encaja.- ¿Estais....?
-Ni tu novio te hace unos regalos tan bonitos.- Niall le sonríe a mi hermana.
-Él me regala cosas intangibles.- Le guiña el ojo.
-Serás guarra.- Le contesta él y los dos se hechan a reir.
Me voy de aquella extraña situación y entro en la cocina.
-¿Por qué?.- Miro a mi padre.- ¿Por qué está aquí?.
-Es amigo de tu hermana.- Mi padre sigue leyendo su periódico.
-¿Amigo de que?.- Me río irónicamente.
-Desde que no estás las cosas han cambiado mucho.- No me mira.
-Yo flipo con esto.- Agarro mi vaso de Startbucks y me sirvo un café.
-Buenas.- Niall saluda a mi padre con un golpe en la espalda.
-Hola hijo.- Deja el periodico en la mesa.- Que bien te veo.
-Y yo a tí.- Niall estrecha su mano con mi padre.
Me prepraro el cafe intentando parecer normal y evitando poner mucho la oreja para escuchar toda la conversación.
-Me va bien.- Dice Niall.
-A ver si vamos algún día a verte.- Mi padre palmea su espalda.
-Tengo entradas.- Se las saca del bolsillo mágicamente.
-¿Para nosotros?.- Dice animado mi padre.
-Sí, tengo 4 para vosotros.- Las deja en la mesa.
Espero que esa 4ª no sea para mí, porque no voy a ir aunque sea lo último que haga en mi vida.
-Puedes venir ___.- Me mira.
-No gracias, tengo trabajo.- Le dedico mi mejor sonrisa y me voy para enpezar mi día.
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-Toc toc.- Tocan a mi puerta abierta.
-Estoy trabajando.- Lo miro.
Se acerca a mi cama y se sienta a mi lado. Deja la entrada encima del teclado de mi ordenador y me mira.
-Deberías venir.- Mira la entrada y vuelve a mirarme.
-No puedo.- Niego excusándome.
-Deja de trabajar tanto de una vez.- Me cierra la pantalla.
-¡Niall! joder.- Me quejo y la abro.- Me pierdes algo y te mato.
-No seas así de seca.- Bufa.
-Es que eres un pesado.- Reviso que nada se haya perdido.
-Solo es para que nos veamos almenos un poco más en el tiempo que vamos a estar aquí.- Suspira.
-¿Para qué quieres tiempo?.- Lo miro.- Si eres tú el que me dejó tirada y desaprovecho el tiempo no se donde.
-Te recuerdo que me dejaste tú.- Me reprocha.
-Te recuerdo que estuviste tres meses sin dar señales de vida y sin dejar de mentirme.- Noto que mis manos tiemblan.
-Cuando vine te fuiste a LA.- Se cruza de brazos.
-Cuando viniste estaba harta de esperarte y de estar siempre a tus pies.- Cierro el ordenador.- Almenos ahora estoy cumpliendo mi sueño, aunque sea sola.
-Pues cumple tu sueño.- Se levanta.- Venia a hablar las cosas.
-No tenemos nada de que hablar.- Me encojo de hombros.