Me levanto del sillón y estiro mi espalda. Escucho un crujido y solo escuchar el sonido desagradable me duele, aunque no sea así.
Agarro mi teléfono con los ojos aún pegados y abro el chat de mi madre.
-Buenos días.- La doctor aparece con sus informes entre las manos.
-Buenos días.- La miro mientras rasco mi ojo.
-¿Aún dormido?.- Mira a Niall.
-Sí.- Lo miro.- Se durmió a las 8 así. No ha pegado ojo en toda la noche con los dolores.
-Está bien.- Inspecciona su gotero y luego lo mira.- Me paso antes de la comida para que descanse.
-Mejor.- Asiento.
Firma algo en su papel y se marcha, cerrando la puerta. Agarro mi manta del sillón y me hago un rollito. Me acerco a la ventana y miro el cielo gris que no invita a tener un buen ánimo.
-¿Aún sigues aquí?.- Niall suena en susurro.
-Sí.- Me doy la vuelta y lo miro.
-Tienes que irte a clase.- Frota su ojo.
-No voy a ir.- Niego y me acerco a la camilla.- ¿Cómo estás?
-Algo mejor.- Asiente.- Puedes irte.
-No voy a irme.- Niego.
-Ven.- Se echa a un lado.- Almenos duerme en un sitio en condiciones.
-No hace falta.- Niego.
-Ven conmigo.- Abre los brazos.
Derretida por si ternura de la manera en la que me pide las cosas, cedo y me tumbo a su lado abrazándolo.
-¿Tu novio sabe esto?.- Me mira.
-No quiero hablar de mi novio ahora.- Lo tapo también con mi manta.
-Está bien, lo siento.- Me acomoda el pelo fuera de mi cara.
-Niall no quiero que te mueras.- Digo con miedo.
-No voy a morirme tonta.- Me abraza fuerte.- ¿Ya quieres apartarme de tu vista?.- Introduce algo de humor a esta conversación tan dura.
-Es lo que menos quiero que pase.- Lo abrazo fuerte.- Vas a salir de esto, ¿vale?
-Lo intento.- Asiente.- No sé que hubiera hecho yo sin tí peque.- Agarra mi nariz.
-Te amo.- Pego mi mejilla con la suya.
-Yo te amo más a tí.- Besa mi cara.
-Cuando salgas de aquí me invitas a un café eh.- Acaricio su pecho.
-Yo te invito donde tú quieras.- Besa mi frente.
Cierro los ojos, al sentirme en paz. Al sentir sus brazos a mi alrededor como si me dijeran que va a estar ahí para siempre. Siento latidos a un ritmo distinto de lo normal, algo más despreocupado. Y sí, eso es amor, y lo demás son tonterías.