VIVIENDO CON EL ENEMIGO (En edición)

22. Te necesito aquí.

-Química-dije asintiendo como estúpida.

-¿Quieres que te acompañe?-se ofreció amablemente.

Diablos.

-En realidad quiero que me beses-solté, y me mordí la lengua en seguida cuando se comenzó a reír.-En serio-aclaré.

Roberto dejó de reír y me miro como si fuera demente, que posiblemente. para este punto, si que lo fuera.

-No me malinterpretes, en serio quiero ser tu amiga, pero necesito besarte para... Probar un punto, digamos.-traté de explicarme.

-¿Apostaste para besarte al raro del último año?-levantó una ceja pero parecía divertido, era extraña la forma tan cómoda que tenía de burlarse de si mismo.

-Aposté para probar que mi amigo idiota no tienen razón sobre mi vida amorosa-me sinceré-Te lo pido a ti como a cualquier otro-dije-Pero mejor a ti-me apresuré a corregir.

Eso le sacó una sonrisa.

-Pides muchos favores-me dijo.

-Te recompensaré-afirmé.

-Lo harás-confirmó divertido y se encogió de hombros-Vale, bésame entonces-accedió.

Ni siquiera me atreví a que hacer que lo repitiera, no desaprovecharía semejante favor. Le hice una seña con el dedo para que me diera un segundo y tecleé rápidamente en mi teléfono.

Yo:

Voltéate ;)

Pulse enviar, y cuando capté que Ryan comenzaba a darse la vuelta, me acerque mas a Roberto, lo tome de la camisa y le planté un beso en labios...

Me separé un momento después, y busqué tras Roberto a Ryan. Aun con el teléfono en la mano, me dio un asentimiento de cabeza y se volteó de nuevo con sus amigos.

No era exactamente la reacción que esperaba, y entender eso me confundió aún más.

-Creo que resultó-volví a mirar a Roberto, algo desconcertada

-Bien-respondió y agarrándome del rostro me volvió a besar.

Ay.

Esperen, esto no iba así.

Tu lo besaste primero ...-me regañó mi conciencia.

Linda hora a la que vienes a aparecer-le reproché.

¿Te das cuenta de que hablas con tu conciencia?-preguntó.

¡Estoy enloqueciendo!-pensé y me separé de el.

Lo miré entre sorprendida y abrumada por solo un segundo, y volví a ver tras suyo, pero Ryan ya se había separado de su grupo y no parecía estar cerca.

Volví a mirar a Roberto dando varios pasos hacia atrás. Agachó la cabeza como lo hacia en clase, contraído.

¿Y ahora que?

-Yo...-carraspeé-Gracias, ya me tengo que ir a química-anuncié antes de prácticamente irme corriendo como la mujer valiente que era.

...

-¿Por qué le haces caso a Mia?-me reprochó Amy sacudiendo su cabello frente al espejo retrovisor.

-¡Hey!, ¡Mi idea funcionó, Cat ganó la apuesta!-dijo Mia desde el asiento trasero del auto de Amy. Mamá las había invitado a cenar a ella y a Jeff el día anterior, así que decidimos irnos juntas a casa después de salir de la escuela y Jeff de había ido con los chicos y Javier. La invitación también se extendía a Esteban, pero su popularidad ya lo había metido en varios planes para hoy, así que con su mejor sonrisa nos canceló.