---¡!--- Yokozawa pareció sorprendido e inútilmente trató de retroceder para alejarse de ambos.

---debemos irnos ahora, o ellos se extrañaran de su ausencia... Aunque, aún no me has dicho nada...--- comentó Masao.

---...--- Yokozawa lo miró con enfado, no planeaba decirle nada a ellos... Pero no sabía que podrían llegar a hacer para conseguir lo que querían.

Pero Yori no quería rendirse, se acercó a Yokozawa y sacó su miembro acercándolo a su rostro--- ¡chúpalo!--- ordenó, Yokozawa giró la cabeza tratando de apartarse, pero aquel le tomó del cuello comenzando a estrangularlo,---¡te dí una orden!---  la respiración  le estaba siendo cortada, sus ojos cerrados comenzaban a picar y cuando logró abrirlos ya se sentían húmedos, al querer tomar aire de forma desesperada abrió un poco la boca y Yori aprovechó ese instante para acercarse más a Yokozawa, pero él no dejaba de luchar, cuando por fin su agresor sintió un atisbo de triunfo... Yokozawa, en un último intento para no hacer aquello cedió a abrir la boca, solo para morderlo con fuerza, pero lo soltó casi al instante, pues estar de aquella manera le era realmente asqueroso sin contar con que Yori lo apartó de un empujón entre que gritaba de dolor, Masao soltó una carcajada, y Yokozawa los miraba con odio.
Yori estaba enfadado, se acercó a Yokozawa empuñando la pistola, cuando lo tuvo cerca apunto a la sien del ojiazul y colocó su cara frente a frente.

---¡si no quieres que jale del gatillo responde rápido a lo que se te pregunta!--- Yokozawa lo miró molesto, no quería responder, su seño se frunció y cuando parecía que por fin iba a responder sólo alcanzó a escupir a su atacante.
Yori se limpió la cara, estaba enfadado, cerró la mano formando un puño, dispuesto a golpear a Yokozawa en la cara, pero Masao detuvo su brazo.

---¡espera! No lo golpees...--- ambos aflojaron su agarre y Masao ya se alejaba un poco, así que no alcanzó a detener el golpe que Yori le dió a Yokozawa en el abdomen, solo alcanzó a detenerlo después de un par de golpes más--- ¡hey! ¡Te dije que no!

Yokozawa se dobló de dolor, aquellos golpes le habían hecho perder el aire, Yori sonrió y Masao negó con la cabeza.

---¡este idiota piensa que estamos jugando! ¡Te demostraré que no es así! Ahí afuera hay otro sujeto, vigilando muy de cerca a esos mocosos tuyos, con una sola llamada puedo hacer que te hagan compañía aquí, o en otro lado, y en el mejor de los casos puedo enviarlos directo a la funeraria

---no...--- su voz sonó apenas audible, pues aún no recuperaba el aliento. No tenía de otra que responder a lo que aquellos dos querían--- ...Los celos... Le gustan los celos...
Puedes hacer... Que él le envíe algún mensaje comprometedor y luego... Tú leerlo, entonces... Puedes armar una escena de celos... Si están en la oficina será mejor... Es como... Marcar territorio, no va a molestarse... Ira a buscarte...

---¿mientes?--- preguntó Masao.

---tienes a mis hijos... ¿Porqué mentiría?---preguntó aún con esfuerzo al hablar.

---¿y qué más?

---...---Yokozawa lo miró un momento y  por sólo ese momento de duda Yori lo jaló de los cabellos para obligarlo a mirarlos, su respiración entonces se aceleró--- ...Puedes... Abrazarlo por el cuello y besarlo... Él no responderá al beso  más allá de eso... Nunca lo ha hecho... No le gusta hacer ese tipo de cosas en público, menos en la oficina,  pero... No es muy afecto, así que los besos no le gustan demasiado, por eso no responde nunca...--- parecía sufrir al decir aquello, así que lo tomaron como verdadero---  Puedes jugar a apostar con él... 

---el guardapelo que llevas... ¿Debería quedármelo?--- preguntó Masao, sin embargo Yokozawa negó con la cabeza, Yori lo soltó y el ojiazul bajó la mirada.

---...no... Casi nunca lo llevo puesto, le extrañara que lo use... Se enfadará, me lo regalo un antiguo novio, así  que... Si te lo llevas enfurecerá...--- ambos se miraron un momento, y ya que  había estado respondiendo "honestamente" no se molestaron en revisar el contenido del guardapelo.

---¿significa eso que le eres infiel?--- preguntó uno de ellos, Yokozawa levantó la vista y los miró con espanto y al ver aquella reacción ambos atacantes sonrieron, pues lo tomaron como una afirmación. Sin embargo, aunque Yokozawa lo había comprendido, para él era imposible hacer una cosa así.
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Y así, mientras aquellos hacían planes para trabar el ascensor y tener una plática para acabar con la reputación de Yokozawa, éste mantenía la cabeza gacha pero sin dejar de observarlos con un peculiar brillo en los ojos, pues todo lo que había dicho era mentira, les había tendido una trampa, y sabía que Kirishima comprendería de inmediato la situación, solo le quedaba esperar... Confiar en el castaño y confiar en que no le sucedería nada a sus hijos, sabía que estaban a salvo, de no ser así, se sentiría intranquilo. Cuando terminaron de charlar, ambos intrusos se levantaron dispuestos a marcharse.

--- es hora de irnos, pero no pongas mala cara--- comentó Masao al tiempo que le colocaba una mordaza al ojiazul--- te prometo que le trataré bien, me llevaré a tu querido esposo a la cama y él ni notara la diferencia... Y tal vez, se me ocurra mencionar el nombre de otro mientras lo hacemos--- Yokozawa abrió los ojos de sorpresa ante tales pretenciones--- ¡ah!, pero no te preocupes por mí, estaré bien, podré quitármelo de encima antes de que haga algo desagradable... Y, si decido devolverte a él... Él estará lo suficientemente molesto como para no recibirte de nuevo.--- sonrió y salió del lugar dejando solo al peliazul.

Yokozawa los miró marcharse y la molestia crecía cada vez más en su interior, lo mencionado por Masao no era algo que él quisiera llegar a imaginar pero la sola idea le hacía sentir el estómago revuelto.

“¡maldita sea, Zen! ¡Si lo tocas, te mato!”

VínculoWhere stories live. Discover now