Capítulo 5

2.1K 186 18
                                    

Takafumi se fue, los castaños lo despidieron con la esperanza de que aquellos meses pasaran deprisa, no fue así, cada día lo sentían más solitario sin la presencia del de ventas, Hiyori no podía probar nuevas recetas y no había quién le enseñara como resolver los problemas de matemáticas, Sorata parecía también resentir la ausencia de su dueño, pero quien lo peor lo pasaba era el Kirishima mayor, pues no se conformaba con solo hablar con él por teléfono, estuvo tentado en ir a buscarle un fin de semana pero una crisis con uno de sus mangakas se lo impidió además de los finales de ciclo que lo dejaban realmente agotado.

Cuando por fin los seis meses pasaron pensó  que su tormento iba a terminar, ya quería tener a Yokozawa con él en su casa y hacer como si aquello no hubiese pasado nunca y quería también recuperar todo el tiempo perdido al lado de su oso gruñón. Sin embargo las cosas se habían complicado en la nueva sucursal y Yokozawa tuvo que quedarse algunos meses más, siendo estos en total diez. Diez meses... Prácticamente un año en que no habían podido verse pero todo parecía estar bien ahora con la nueva sucursal de la editorial. Isaka parecía satisfecho con el informe que había recibido de Yokozawa. Kirishima estaba ansioso, ya quería ver al oso de regreso en su vida, tenía que regresar ese fin de semana o eso le había dicho.

Esa mañana se levantó de buen ánimo, se alistó para el trabajo y salió de su casa después de despedir a Hiyori, ingreso a la editorial notablemente contento, se encaminó hacia su área de trabajo con un vaso de café en las manos, al llegar a Japun vió que Henmi estaba por ahí, no le pareció extraño pero si notó al chico más entusiasmado de lo usual, tal vez le había ocurrido algo bueno, bebió un sorbo de su café y lo escupió de pronto llamando la atención de sus subordinados, pues nada lo había preparado para lo que escuchó de los labios de Henmi tan repentinamente.

---perdona Henmi pero, ¿qué fue lo que dijiste?

---¡Kirishima-san! ¡Estaba escuchando!

--- está bien, no tienes porque alterarte, es sólo que escuché que... Mencionaste a Yokozawa, ¿no?

---si, bueno... Es que... ¡Kirishima-san no le parece increíble!

---bueno, si me lo dices... Tal vez me lo parezca..

---¡oh es cierto! ¡Es solo que me emociona! ¡Yokozawa-san ha regresado pero no es todo! Bueno, ya sabía que Yokozawa-san tenía una novia pero lo otro me ha tomado  completamente por sorpresa--- bueno, novia novia... No, Yokozawa no tenía una novia, sino un novio, él, pero Henmi no sabía eso, así que lo dejó pasar y asintió esperando que el chico terminara de hablar--- ¡no sabía que Yokozawa-san iba a ser padre! ¡Hoy a traído a su bebé y es realmente hermoso! ¡Se nota que es hijo suyo!--- Henmi terminó de hablar y asintió satisfecho, parecía aún más entusiasta que al principio y el resto del personal no sabía si creerle o no, sin embargo Kirishima... no había escuchado mal después de todo pero, ¿esto? ¿Era enserio? ¡No podía ser verdad! Sentía como el mundo se desmoronaba a su alrededor, sacudió su cabeza queriendo no creer aquello, ni siquiera sabía que Yokozawa estaba ya en la ciudad, mucho menos en la editorial, tenía que comprobar aquello por sí mismo, agradeció la información a Henmi y salió en dirección al área de ventas.
Aquello debía ser mentira, Yokozawa no podía ser padre... No podía, ellos estaban juntos y, los hombres no pueden embarazarse...
Su mente era un lío y a ella llegaron los recuerdos de todos aquellos mensajes que recibía antes de irse de viaje, ¿y si todo aquello era planeado para ocultar aquello? ¿Y si lo engañó con una chica? ¿Y si insistió tanto en lo del viaje para estar con ella durante el embarazo? ¡Después de todo fueron diez meses! ¡Un embarazo dura nueve! No podía ser cierto... No quería creer aquello, si Yokozawa venía con un bebé... Si de verdad estaba con una chica ahora... ¿Qué haría él? ¿Y Hiyo?
Su mente lo atormentaba a cada segundo y sentía nerviosismo en cada parte de su cuerpo, después de diez meses por fin podría verlo, pero... ¿Esto?
Las puertas del ascensor se abrieron en el piso de ventas, caminó despacio y con ansiedad hasta el escritorio de Takafumi, rogando por que todo aquello fuera mentira, llegando ahí lo vió... Sintiendo como su corazón se rompía en pedazos lo vio: Yokozawa cargaba a un bebé recién nacido entre sus brazos mientras hacía una llamada telefónica, al lado del escritorio había una pequeña mecedora, la ropa del bebé era de un varón, desde donde estaba alcanzó a ver el color del cabello del neonato, era del mismo tono que el de su Takafumi...
.
.
.
.
.
Sintiendo la mirada insistente de alguien sobre él levantó la vista y se encontró con los ojos miel del castaño,  le saludó con la mano y le sonrió, Kirishima no supo como responder a aquello, ¿acaso era ése su grado de cinismo? sintió como sus ojos se aguaron, no soportó estar ahí más tiempo, quiso dar vuelta e irse cuando sintió que alguien pasaba por su lado, ése era Takano, se acercó a Yokozawa y éste colocó al bebé en la mecedora, mirando al bebé con unos ojos llenos de amor.

---se parece  a ti...--- escuchó decir a Takano, y le vió acariciar el cabello del infante con delicadeza.

---se parece a su madre, ¡idiota!--- Yokozawa acomodó un golpe en la nuca del azabache, quien se quejó pero aceptó el golpe sin protestar.

Kirishima veía todo aquello como en un estado de trance, cuando Yokozawa volvió la vista quiso ir a su encuentro, pero el llanto del bebé lo hizo volver sobre sus pasos, lo cargó entre sus brazos nuevamente y al alzar la vista Kirishima ya no estaba ahí.

---Takano... ¿Puedes cuidar del bebé un momento por mí?

---¡claro! ¿Te importa si lo llevo a Emerald?

---no, está bien.

Yokozawa salió de prisa, se encaminó a Japun pero no halló al castaño por ninguna parte, tardó un buen rato buscándolo hasta que lo encontró en la azotea, se reprochó el no haber buscado ahí en primer lugar, el olor a cigarro invadió sus fosas nasales, era extraño ver fumando al hombre, pero podía llegar a pasar, a pesar del ruido ocasionado con su llegada el castaño no se inmutó, ni giró el rostro para ver al intruso, suponía de quién se trataba pero ahora no quería verle. Sin en cambio Yokozawa parecía nervioso, sentía como si su corazón fuera a salirse de su pecho, trató inútilmente de regular su respiración puesto que nada podía hacer con los latidos de su corazón.

---lamento no haber podido avisarte de mi regreso... Mi celular se descompuso y, quedé incomunicado.

--- está bien, eres libre de ir y venir como te plazca.

---entiendo que estés molesto pero...

--- terminamos Takafumi.

Los latidos rápidos del corazón de Yokozawa parecieron detenerse al escuchar aquellas palabras salir de los labios del castaño, un frío recorrió su cuerpo incapaz de procesar aquellas palabras.

---por... ¿Porqué? Yo... Sé que me fui mucho tiempo pero...

---ya basta, tú no me necesitas, ya tienes lo que quieres.

---no entiendo... ¿A qué te refieres?

---lo sabes muy bien Yokozawa.

---no... ¡No lo sé! ¿Porqué de pronto quieres terminar conmigo?

---¡eres tú quién acabo conmigo! Si ya no me amabas... ¡Debiste decírmelo! ¡Para que hacerme mantener ilusiones! Solo jugaste conmigo...

---yo nunca...

---¡claro que sí! Ya decía yo: tu... Tu extraño comportamiento... El que te mensajearas a cada rato con alguien, tus ansias de irte a otro lado, tu cara de angustia, pudiste simplemente terminar conmigo y no jugar a las dos casitas.

---te equivocas...

---¡no, no me equivoco! ¡Porque la prueba está ahí abajo, en tu oficina o en la de Takano! Es muy lindo ese niño... --- sacó su celular mostrando a Takafumi una foto del bebé, alguien se la había enviado, pero ahí estaba, su cabello, ojos y tono de piel eran idénticos a los de Yokozawa--- debiste decirme... Que querías una familia propia, yo lo habría entendido... No tenías que ponerme los cuernos...

---Kirishima... Déjame explicarte...

---no hay nada que explicar... tú y yo terminamos...--- Kirishima se fue, dejando sólo a Yokozawa, seguía estático, sintiendo frío en cada parte de su ser, acababa de ser abandonado, su relación había terminado, no pudo evitar llorar, estando allí se permitió llorar, jamás creyó que las cosas terminarían de aquella manera, al menos quería ser capaz de explicarse pero sabía bien que en esos momentos el castaño no le escucharía aunque gritara, cuando se calmó bajó de aquel lugar, entró a uno de los baños y cerró la puerta con seguro, se lavó la cara, no quería que nadie se diera cuenta, pero había alguien en uno de los cubículos que se dió cuenta del estado del peliazul, con algo de miedo se acercó al hombre de ventas colocando una mano sobre su hombro en señal de apoyo.

La persona que menos quisiera ver estaba ahí a su lado, se dejó consolar un momento, solo un momento, y luego ambos salieron del lugar, su camino era el mismo, ir hacia  Emerald, Yokozawa se llevó al bebé del lugar, el cual seguía siendo un caos total.

Yokozawa estaba por irse, ya había recogido todas sus cosas, pero fue informado de que Isaka-san lo estaba buscando, por lo que tuvo que ir a verle antes de poder ir a casa.

VínculoWhere stories live. Discover now