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—Me-Me miro bonito—penso Josh mirándose en el espejo, un día antes de su boda y el vestido italiano que Tyler le regaló le quedaba a la perfección.

Josh mordió su labio inferior con nervios, mañana por fin estaría casado con su hombre ideal, con lo que tanto había deseado de niño y cuando por fin es el día, no puede creerlo.
Josh se puso la corona de plata y se le mira super linda, también se probó las zapatillas y le encantaron, el maquillaje pues ya sería mañana, ya que contrato a unas chicas que podían hacerlo.

Josh se quitó el vestido y miro que su piel estuviera perfecta, porque se iría de luna de miel con Tyler a Roma, se quedarían una semana, ya que ambos no quieren estar lejos de su pequeña bebé.
Josh miro la caja donde estaba el baby doll que se pondrá de bajo del vestido para la luna de miel, lo bueno es que su próximo esposo tiene un jet, así que no tiene que ir en un vuelo con demás personas.

Josh estaba pensando en tener sexo en el Jet con Tyler, ¿Que iban hacer en casi 9 horas de vuelo?.

El pelinegro aguardo todo en el clóset y se puso un vestido cómodo y volteó hacia la cuna, dónde su hija lo observaba, ella ya podría decir hablar algunas palabras.

—Ma-Mama titi quedo—Josh entendió y se acercó a su hija y le preparo un biberón, cuando lo hizo se lo dió y ella mientras comía se le quedaba mirando a Josh, quién se sentó frente de ella muy nervioso.

Se sentía muy feliz, pero a la vez demasiado nervioso.

Josh sintió una mirada y era Laura, quién sin dejar de comer lo miraba fijamente.
El menor sonrió y beso la frente de su hija, Josh pensaba en bañar a su hija y después el, y tener un día de madre e hija, porque después de la boda no estaría con Laura al 100%.

Tyler se sentía jodidamente feliz, por fin se iba a casar con la persona de sus sueños, por fin iba ser suyo legalmente y pensar Josh Joseph, le provocaba muchas cosas.
El castaño estaba preparado para poder entregarse a Josh en el altar y el espera en qué Josh también lo haga y no se arrepienta.

—Patron estoy muy feliz por usted y por el joven Dun, espero y que sean felices para toda su vida, les deseó buenas vibras—Dijo Matamoros y Tyler sonrió feliz—Se lo digo desde ahorita porque mañana estaremos vigilando muy bien el área y no tendré tiempo para decirle—Explico el hombre por la prematura felicitación.

—Gracias Matamoros, siempre fuiste buen hombre—El tipo sonrió y Tyler palmeó el hombro de Matamoros—¡Escuchen bien todos!—los presentes voltearon de inmediato,  para escuchar las siguiente instrucciones de su jefe.

Tyler espero a que todos se acercarán y ahora si volvió a empezar.

—Ya saben el plan chicos, 50 hombres van a estar a un 1 kilómetros de aquí, otros 50 en 2 kilómetros y otros 50 en 4 kilómetros y 200 hombres van a estar rodeando la casa, en el camino para entrar aquí habrá 50 hombres y 50 en la entrada y los otros 100 dentro de la fiesta, saben que vendrá mucha gente a la boda, serán 400 invitados y tiene que ver y revisar los autos  de esas personas, solo a mis invitados, a los de Josh no hay problema, los míos son 280 invitados y los demás son de Josh chicos—Todos asintieron a las palabras de su jefe.

—Claro que tendremos todo seguro patrón—Dijo uno de los tipos.

—Eso espero chicos, porque si algo le pasa a mi familia principalmente, a mi esposo o a mis hijos, yo mismo los mataré con mis manos, ¿Entendieron?—todos asintieron algo asustados, sabían que su jefe iba hacer eso en caso de que le pasará algo a su familia—¿Cómo?¿No los escucho idiotas?—Pregunto Tyler y todos gritaron.

—¡Si patrón!......

***

Era el gran día, Josh ya estaba en su cuarto cambiándose y estaban con el, tessa, su madre y sus hermanas, quienes eran sus damas de honor.

Mad Hatter Where stories live. Discover now