𝗢𝗕𝗦𝗘𝗦𝗦𝗜𝗢𝗡 | L. TAEYONG

O2.

Daesung se encontraba nervioso. Nunca en su vida se había encontrado nervioso de lo que les hacía a sus víctimas, pero esta vez era diferente.

Aquel chico se había colado en sus pesadillas, probablemente porque había escuchado mucho sobre él.

Lee Taehyung.

Era como un fantasma entre los alumnos del instituto, nadie lo había visto desde aquel accidente de primer grado.

Daesung sólo lo había visto en una fotografía, porque Taehyung era una historia viviente y que lograba a todos poner sus pelos de punta.

Pero él lo había visto aquella noche. Le había roto el brazo y quebrado los dedos de la mano izquierda. Era obvio que Daesung estaba asustado, no sabía ni siquiera si decía decirle a alguien lo que había pasado porque probablemente lo creerían un loco.

A la distancia pudo ver al alto chico de cabellos de carbón quitándole el dinero a "el tartamudo Park", Daesung jamás perdía la oportunidad de hacer la vida de aquel niño imposible pero esta vez ni siquiera tenía ganas de insultarlo.

El rubio paró y dio la vuelta para salir del pasillo rápidamente, para su mala suerte, Jeonghan pudo ver su cabello blanco alejarse en dirección contraria a él mientras cojeaba de una pierna. El pelinegro estrelló a Park contra los casilleros y alzó su voz entre los solitarios pasillos.

—¡Daesung!—Gritó haciendo que el rubio parara de inmediato.

"Estoy muerto" pensó tragando duro.

Jeonghan miró al chico de lentes que miraba asustado el suelo y lo soltó, lo dejó irse para caminar a paso apresurado hasta Daesung. El rubio, quien tenía la mirada gacha, la subio; volvió a su expresión de siempre, esa que lograba sacar de quicio a todos.

Jeonghan estuvo a punto de preguntar por Jinyoung pero el ostentoso yeso blanco que llevaba su "amigo" sobre el brazo lo hizo olvidarse de su pregunta.

—¿Qué te pasó?—preguntó con la mirada fija en su yeso

—Caí de las escaleras

Jeonghan miró al rubio sin expresión alguna en su rostro, poco a poco su ceja se curveo y sus ojos se achicaron tratando de sacar la verdad de la mirada de Daesung. Y vaya que él no pudo soportarlo, alejo su vista sintiendo el nerviosismo regresar a su cuerpo.

Está mintiendo Jeonghan recobró la postura y volvió a su expresión de antes.

—Jinyoung no ha venido en una semana y tú...—le miró de arriba a abajo despectivamente—tienes ausente la misma cantidad de tiempo—agregó acercándose a él. Daesung lo miró defensivo, miedoso de cualquier acción de Jeonghan.

Curioso que había asegurado no ser el esclavo de Jeonghan a Yoo, pero ahora parecía un perrito asustado de que su amo lo regañara por su travesura.

—¿Q-Qué supones? ¿A-Acaso crees que me interesa tocar a esa cosa?—su tono de voz se aceleró.