Love Me Or Leave Me

IV.

Capítulo 4: Gracia

"Odio ver la expresión de tu rostro, desearía poder quedarme, pero nuestros corazones no viven en el mismo espacio, así que dime cómo romper el tuyo con gracia" -Grace, Bebe Rexha

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Perrie y Jesy irrumpieron en el baño unos minutos más tarde y, afortunadamente, me encontraron retocando su maquillaje después de llorar galones salados en el vestido de Leigh-Anne.

Para explicar el vestido, ella dijo que había vomitado y que sería mejor si me fuera.

Perrie me miró preocupada, y cuando le dije que lamentaba arruinarlo todo, ella dijo que entendía y que Leigh tenía razón, que me sentiría mejor si volviera a casa, me diera una buena ducha y me refrescara la cabeza.

De hecho, me sentiría mejor si alguna vez me mirara como lo miraba a él. Pero por ahora, la cama y el baño eran geniales.

Leigh quería hablar sobre mis revelaciones, e insistió tanto que finalmente pudo hacer una cita conmigo a la mañana siguiente en un café en la esquina de su casa.

Después de ver que ella me entendía y estaba dispuesta a escucharme, me sentí mejor. Todavía me asfixié, pero de alguna manera un poco menos.

Pero aún no había nada resuelto. Estaba lejos de allí.

Jed y yo nos fuimos tan pronto como volví del baño con las chicas. Condujo, ya que solo había bebido una copa de champán, y durante todo el camino a casa, no me dijo una palabra.

Pero el silencio fue bueno.

Por ahora

Y él me respetaba lo suficiente como para saber eso.

Tan pronto como llegamos, sin embargo, no pude escapar más.

Me duché en silencio y cuando me fui, mi mente aún atormentada, me encontré con Jed sentado en la cama, con los brazos en los muslos y los ojos fijos en mí.

"¿Qué está pasando?" Preguntó sin rodeos.

Me quedé un momento en la puerta del baño, con una toalla alrededor de mi cuerpo y otra secándome el cabello.

"Y no trates de escapar esta vez, Jade"

Suspiré fuerte. Me dolía la cabeza por la terrible dosis de bebida. Solo podía imaginar cuánto más dolería al día siguiente.

Eso si sobreviviera a Jed hasta entonces.

"¿Qué quieres saber?" Pregunté débilmente.

"Quiero saber qué me pasa, Jade" Dijo, un poco vacilante. "Desde que llegamos a Londres, has estado muy lejos, actuando como si yo fuera tu juguete, para ser utilizado y tirado a tu gusto. Intento hablar contigo y evitas hablar conmigo."

"Dios, no hay nada malo contigo, Jed!" Exclamé, dirigiéndome al armario y dándole la espalda, ya que era una maldita cobarde.

"Eso en una gran mentira" Dijo desde afuera. "Te conozco, Jade. En tres años he sabido mucho de ti y sé cuándo mientes. Eres una excelente mentirosa, pero no puedes engañarme. No más."

Giré los camisones en la percha, sintiendo mi garganta cerrarse con un terrible nudo.

Jed no merecía eso ...

"¡Di algo, Jade!" Él gruñó. Cuando no dije nada, entró en el armario. "Esa primera noche, mientras estábamos teniendo sexo, no parecías disfrutarlo. Al día siguiente, cuando desperté y no estabas allí, volví al pasado e intenté entender qué hice mal. Tal vez había dicho algo que arruinó todo. Por supuesto, también podrías estar mal. Pero ... todo se repitió cada noche siguiente. Y ahora esto ... la cena. Y la forma en que actuaste al respecto."