Love Me Or Leave Me

II.

Capítulo 2: Nadie como tú

"He intentado decir adiós cientos de veces, pero ninguna de ellas fue verdad." -Nobody Like You, Little Mix

-

No fui directamente a la casa de Leigh-Anne cuando desperté. Después de todo, todavía era demasiado temprano y quería escapar antes de que Jed despertara. Necesitaba refrescarme la cabeza, olvidar la noche anterior y a Perrie de mi cabeza en un momento muy incómodo.

Me puse una sudadera gris, agarré la botella de agua y salí a la calle a correr. Era un hábito que solía tener tres años antes, junto con Perrie, ya que su casa estaba a solo unas cuadras de la mía.

El cielo todavía estaba medio borroso y el sol se estaba poniendo para levantarse y despertar el día. La brisa se arremolinaba en el frío, y no había mejor momento para esas carreras matutinas que este.

El viento sacudió mi cabello, revolviendo los mechones frente a mi cara.

Mantuve mi mente tan vacía, evitando pensar, que después de doblar algunas esquinas me di cuenta de que estaba en la calle de su casa.

Detuve mis pasos, descansando mis manos sobre mis rodillas para recuperar el aliento. Tomé un largo trago de agua mientras observaba la casa.

¿Cuál era mi problema? Quería alejarme de todo, de Perrie. ¿Por qué demonios terminé justo afuera de su puerta?

No lo entendía. Mi cerebro me gritó que corriera de nuevo y dejara ese lugar atrás, pero mi cuerpo no obedeció.

Mantuve mis ojos en esa casa, con una serie de sentimientos que me perseguían. Cuando la puerta se abrió de repente, me sorprendió.

Mi corazón latía aún más fuerte cuando Perrie salió, vistiendo su propia sudadera y sosteniendo su pequeña botella rosa. Su cabello estaba en un moño suelto, destacando los pómulos altos. Las pecas eran como estrellas en un cielo lleno de misterios.

Forcé a mi cuerpo a moverse, con la intención de esconderme detrás de un árbol, pero Perrie me vio antes de que tuviera oportunidad.

Me saludó con la mano, sonriendo como el sol naciente, y comenzó a caminar perezosamente hacia mí.

"Idiota" Murmuré para mí misma, viendo a la rubia acercarse con gracia. "Eso es lo que eres. Una reverenda tonta."

Cada paso de ella fue un salto que hizo mi corazón.

"Jade" Me saludó cuando finalmente llegó. Me envolvió en un cálido abrazo, un abrazo tan cómodo que era casi imposible liberarse.

Pero esperé los segundos corteses, e incluso entonces me liberé. Si no evitaba su toque, probablemente me aferraría a él y nunca querría dejarlo ir.

"Hola" La saludé de regreso, tratando de hacer que mi tono pareciera lo más casual posible. "¿Todo bien?"

"Mejor imposible" Respondió ella. Luego dio un paso atrás y me miró de pies a cabeza con esos ojos impresionantes. "Podría esperar encontrar aquí incluso a Jesy, ¿Pero tú? ¿Qué te hizo retomar tus viejos hábitos?"

Ah, Perrie ... si te lo dijera.

"Ser normal antes de que la gira me afecte" Creo que eso fue todo. Tomé un sorbo de agua para evitar tragar cuando estuvimos más cerca. "Pero ¿Y tú? Pensé que te habías detenido."

"¿La verdad? Mi madre me obliga. Ella dijo que tengo que ejercitarme por la cantidad de comida que como."

Me reí.