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Artemisa pensaba en que su cazadora estaba haciendo un buen trabajo, pronto ella se llevaría el corazón de ese vampiro y el mismo mataría a esa mocosa, solo le preocupaba que la chica terminara enamorándose del vampiro, ya que ella sabía que él era su compañero de vida, pero eso no le importaba, pero él era el compañero de la mocosa de Demiurgo, perfecto triángulo amoroso, si el no mataba a la mocosa su cazadora lo aria sin pensarlo dos veces, ella veía todo lo que paso en aquel encuentro, estaba feliz con el resultado, ella bajo de su trono y vio a su mano derecha, sabía que tenía que darle órdenes del día, él era un fiel devoto a ella, el bienestar de Arterina era todo lo que el necesitaba para ser feliz, el sabía que su diosa necesitaba ayuda de alguien, a él no le importaba quien fuera el sacrificado para ver una sonrisa en la cara de su diosa, ella sabía que el aria lo que fuera por ella, por eso siempre le pedía complacerla no solo con cosas tan fáciles como el control de los cazadores si no también con sus deseos carnales, ella sentía cierta atracción al cazador desde que era un adolescente cuando se volvió su mano derecha, el joven cazador destaco de los demás y se ganó la confianza de la diosa quien apreciaba su esfuerzo, el siempre hizo lo que ella le mandaba le gustaba verla sonreír, se había vuelto frio y calculador y muchas veces se había enfrentado a su hermano mayor porque a él no le parecía que su hermano sacrificara su vida por alguien que no lo valoraba, por otro lado sus padres estaban más que orgullosos de que su hijo menor fura de mayor rango y estuviera ala lado de la diosa, para sus padres siempre fu muy importante que uno de sus hijos captara la atención de la diosa, sorpresa se llevaron cuando su hijo menor lo logro, ellos estuvieron en cada paso que dio para ascender a el puesto que está ahora, primero cazador de nivel 1, luego de las filas de la diosa, guardia personal y ahora el más alto de todos su mano derecha, anqué solo era el que subió de puesto, su padre y madre alardeaban de eso, ningún cazador decía nada acerca del comportamiento de la pareja, ya que su diosa era así y todos tenían que ser como ella, la diosa alardeaba sobre su inmenso poder y si alguien de la familia tenía más poder que los demás todos alardeaban sobre eso, el hermano de aquel cazador de nombre Adrián no compartía y eso le quitaba créditos con la diosa, artemisa sabía que si no controlaba a Adrián todo su plan acabaría más pronto de lo que ella creía, pero como le hacía para que no pareciera un asesinato que ella premedito, bueno porque no mover las piezas para que parezca un accidente, un accidente orquestado por aquella chica que le quita el sueño.

-Marco ven ahora –dijo la diosa, el cazador llego al momento – Marco es importante que escuches con atención, quiero que vigiles los pasos de tu sobrina Romina, creo que está tramando algo.

-como ordene mi diosa – contesto su mano derecha y amante – mi diosa es todo lo que necesita.

-si Marco, todo lo que necesito es que cuides a Romina – la diosa se veía muy preocupada –no quiero que le paso nada, ayer desaparición mucho tiempo durante su entrenamiento.

-Cree que este pasando algo con mi sobrina –ella sabía que Marco se preocupaba por su sobrina ya que ella le recordaba a su pequeña hermana que murió cuando era una niña, claro que fue algo que ni la diosa pudo evitar, ella también sentía aprecio por pequeña cazadora, sabía que ambos niños se volverían fuertes y serias sus guerreros más fuertes, pero la niña se enfermó de gravedad y la diosa no pudo hacer nada por ella, Marco sabía que la diosa había hecho de todo para salvar a su melliza.

-revisaba el perímetro y vi que un vampiro rondaba cerca de ella, la vio pero no le hizo nada tenía cara de extasiado, cuida a romina –dijo la diosa- esa niña tiene que estar bien, es una prioridad después de mí, entendido.

-entendido mi diosa – manipular del cazador era tan fácil.

-bien retírate, cuida de mi querida Romina – el cazador se retiró de aquel lugar, la diosa si quería a aquella cazadora pero sabía que tendría que manipularla, ella era alguien importante para ella, esa niña le recordaba a su antigua cazadora y hermana de su mano derecha.

Había días en las que no sabía qué hacer, necesitaba una contrincante, alguien quien la hiciera sentir la adrenalina, en ese momento se dio cuenta que la única que la hacia ser mejor en cuanto a poder era Mairk, eso la enfureció como después de muerta podía estar en su mente, lo que ella no sabía es que aquella pequeña e inocente adolecente que quería destruir era Mairk, el primer encuentro se daría más pronto de lo que creía, Artemisa no sabía que aquella adolecente que tanto odiaba era su amiga y enemiga Mairk, Artemisa veía todo y estaba aburrida de lo mismo, ya no se sentía satisfecha, se levantó del trono y camino hasta una ventana, miro la aldea de sus cazadores y vio como la pequeña Romina saludaba a su tío Marco, ella sabía que Marco adoraba a s sobrina Romina y solo por eso la protegería ante todo y contra todos, pero tendrá que darle un poco de dolor para moldearla a su pensamiento, ella remplazaría a su tío cuando el ya no pudiera seguir cuidándola o cuando lo convirtiera en su amante ante todos, eso sí le apetecía, la diosa empezaba a sentir algo por su querido Mateo, ese cazador le hacía sentir mejor, él lograba hacerla feliz de alguna forma, pero tenía que hablar con Arterina sobre eso, ella sabía que Arterina se lo impediría por el hecho de matar a Mairk, sabía que Arterina estaba aún muy molesta pero ella realmente quería a ese cazador para ella.

-mi señora – escucho una voz pero np volteo para nada –Romina no ha llegado a tiempo a clases que debemos hacer.

-Romina esta exentada de las clases, ella tiene otra misión entre ella y yo, así que déjalo –dijo ella viendo a sus cazadores- ahora vete que solo escucharte me duele la cabeza Estefan.

-lo lamento mi señora, me retiro –escucho los pasas alegarse.

-Estefanía –dijo la diosa y cuando ella sintió que llego – tráeme algo de comer –la chica se fue –me siento sola, vacia, ya no puedo mas con esto, quiero ser feliz, creo que ya es momento de hablar con Arterina.                            

una venganza dolorosa (En Edicion)Where stories live. Discover now