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Arterina veía a su hermana jugar con los juguetes, gateaba y movía su sonaja, tenía muchos juguetes pero ella solo quería esa sonaja, después de que Orion le dijera la historia de la sonaja entendía por qué, esa sonaja tenía la esencia de su madre su hermanita sentía a su madre en aquel objeto, la bebita gateaba y ella la dejo tranquila, solo volteo a ver a sus siervas y cuando regreso la vista su hermanita ella no estaba, empezó a buscarla desesperada, veía en todos lados, ve a la puerta esta estaba abierta, sale corriendo.

-busquen a la princesa –grita asustada, las siervas se mueven rápidamente –tráiganla ahora –sin saber que hacer llama a Orion, este aparece con ropa de montar –estaba aquí –señala el cuarto de juegos –solo fue un segundo, solo uno y ella ya no está, soy una terrible hermana, yo

-calma, la bebe es muy traviesa debe estar aquí –ve la sonaja debajo de un mueble – creo que la encontré se agacha –no, no está aquí pero esta su sonaja, debe estar aquí cerca –seguían buscando a la diosa.

-mi señora, encontramos a la bebe pero está prohibido el paso para nosotras –ella entendía lo que se refería.

-está en el cuarto de Mairk –la sierva asiente –vamos Orion la bebita nos necesita, como rayos llego hasta hay – van rápidamente buscan a la bebe y la escuchan reír, jugaba con una caja debajo de la cama.

-al parecer encontró algo de Mairk, ella siempre dejaba cosas por todo lado –toma la caja y la bebe protesta –tranquila te la regresare ahora –la abre y era una nota –mira toma –le da la nota y la caja a la bebe.

-debes estar bromeando madre –estaba furiosa y sale de aquel lugar –llamen a Artemisa, que venga con su consorte –dice a una de sus siervas.

-¿ahora qué pasa? –dice Orión con la bebe en sus brazos –tan malo es lo que pasara ahora

-lo sabrás en un momento, ven vamos – llegaron a la sala del trono donde una Artemisa y Marco estaban ansiosos –lo pensé mucho –se sienta en el trono y su hermana pide sus brazos y esta la carga –mereces ser feliz, aunque tu felicidad le costara la vida a Mairk –dice viéndola fijamente –pero ella jamás te guardaría rencor por seguir con tu vida, ven aquí cazador –el mencionado se acercó –te doy mi bendición para casarte con la diosa – le da un collar –cuídala, también a los bebes que tendrán, serás el único que podrá cuidarla cuando el momento llegue – le sonríe –no le digas lo que te dije.

-Arterina ¿Qué estas planeando –dice al ver la cara de su amado –si planeas algo contra

-no planeo nada, solo hago lo correcto –suspira- creme que no lo hago por ti, la hago por él, su destino es tan hermoso, no puedo dejar que su destino se vea opacado por mi rencor hacia ti –el cazador no dejaba de sonreír veía aquel collar con una enorme amor.

-gracias –dice feliz y lo abraza –enserio te lo agradezco

-no lo hagas –lo ve seria como siempre –ella quería tu felicidad, algo mas – un sierva le entrega una caja – ella lo hizo para ti, espero que lo uses ese día.

Se levantó y se fue de aquel lugar, esperaba que artemisa hiciera lo que estaba preparado para lo que Mairk había visto en su futuro, ella sufriría mucho, cada vez entendía un poco más a su madre, ella sabía que para que todo funcionara tendría que dejar que Artemisa siguiera el curso. Artemisa llego a su castillo y abre la caja y ve un bellísimo vestido de novia, lagrimas bajaban por sus ojos, ve la pequeña nota.

Querida Artemisa, sé que no estaré a tu lado en este día tan especial, pero deseo de corazón que seas feliz, sé que él será todo lo que necesitas, aparte serás la mejor esposa, solo necesitas un empujón, no desperdicies esta oportunidad, se feliz mi dulce Artemisa.

Cada segundo su pecho le dolía cada vez más, que era lo que sentía, le faltaba algo, llamo a sus siervas dejo que lo colgaran y guardaran, sería su vestido, sabía que día usarlo, era lo único que le quedaba de ella, sus sirvientas acomodan el vestido y ve que también zapatos y joyas, ella no había visto eso, su sirvienta le entrega una pequeña caja con una nota. Para tu bebe, cuídala. Mairk era una maldita diosa que planeaba hasta el último detalle.

-ella planeo todo –abre la caja y ve un hermoso collar- guárdenla en mi caja, no hablen de este collar hasta que sea necesario, lo guardaron y en eso llego romina.

-madre que ha pasado, saliste corriendo de aquí con papa –decía asustada, ella planeaba su boda con su amado vampiro, había sido un milagro que no le quitaran su poder.

-Romina no grites solo me dieron el permiso para casarnos, no corras eso no habla bien de una princesa – se acerca a ella –dime que no has elegido tu vestido de novia.

-aun no, te esperaba –ve a su madre fijamente –crees que podríamos dejar que Oyichu se encargué de algo, sé que él era un guerrero y que estaba a cargo de los guardias, podríamos dejar que los entrene a los nuevos.

-tienes razón, que entrene a los cazadores mas jóvenes, serán grandes en un momento con él al mando –la ve –eso relajara las cosas entre ustedes – la ve dudosa-hija se lo que pasa, sus gritos se escuchan hasta el olimpo, el perdió mucho, pero te ama, todo fue muy rápido y quieras admitirlo o no pero esa chiquilla significaba mucho para él, era parte de su alegría y jamás podrás borrar lo que el sintió por ella.

-todo se resolverá, el está dolido, pero no fue mi culpa –su madre se detiene

-fue culpa de los dos, esa niña tenía una enormes esperanzas y deseo de casarse, por suerte los descubrió a tiempo y se ahorró un dolor aún más fuerte.

-cómo crees que este ella –su madre le mostro lo enferma qué estaba, como apenas sobrevivía a el dolor.

-para ellos al igual que nosotros y los lobos nuestras almas gemelas son lo más importante, si estos nos rechazan el dolor es demasiado y si nos engañan quedamos muertos en vida, ella recibió ambas, un rechazo y un engaño, no tuvo tiempo de asimilar nada.

-Sheila –se escuchó su voz – mi dulce Sheila –veía a la princesa muy mal –lo lamento tanto mi princesa –se abraza a romina

-los dejare solos –dejo a la pareja resolver sus conflictos.

-lo lamento mi amor –la besa –Romina enserio perdón es que verla.}

-sé que es doloroso, ella es especial para ti, ella era todo para ti –lo consuela –lamento a verte alejado de tu familia.

-ella estuvo para mí, ella era mi única familia, ella y los reyes cuidaron de mí, mi familia bueno ellos son otra cosa –la abraza –verla tan desmejorada me dolió, ver su cara seria y sin luz me aniquilo

-necesitas su perdón, pero se que ahora es imposible acercarse –deja que el se desahogue –algún día podrás hablar con ella.

-si es que no muere por el dolor –dice triste –la deje casi muerta en vida, su cara su dolor son cosas que jamás saldrán de mi cabeza.

Ambos se quedaron dándose un abrazo entre ellos, algo que los dejara estar mas tranquilos, caminaban hasta su cuarto donde se acostaron a extra mas tranquilo, platicaban y se sentían más tranquilos, era como recordar aquellos días cuando se ocultaban de la seguridad y de los vampiros, empezaba a mejorar su relación, hablaban de su boda y lo que querían, por primera vez desde aquel día habían hablado de Sheila y lo mucho que les había dañado, ellos necesitaban que de su amor saliera algo bueno.

una venganza dolorosa (En Edicion)Where stories live. Discover now