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Artemisa veía como su plan tomaba forma, sabía que ahora Marco vendría corriendo a ella para saber si había mandado llama a su sobrina, sabía que su amado se preocupaba por la pequeña guerrera, pero tenía que volver a su cazadora fuerte, era imprescindible para que matara a los lobos, ella tenía un gran futuro y si para eso tendría que romperle el corazón lo aria sin pensarlo, ella quería que Romina fuera la mejor de su generación, esperaba que esa chica cumpliera con las expectativas tan altas que tenía para ella, Romina era una gran cazadora y ella quería lo mejor para ella, en esa chica tenia puesto su gran confianza.

-señora no encuentro a Romina –artemisa sonrió –perdóneme mi señora

-tranquilo, la estoy vigilando – ella le hizo una señal para que se acercara -hace unos días fui a hablar con Arterina y me dijo que pensaría lo de nosotros

-Mi señora soy feliz así a su lado, respeto su decisión pero si ella no lo aprueba – lo besa para callarlo

-No importa conseguiré que nos casemos amor, tu eres lo más importante que tengo en esta vida por favor déjame hacer esto

-cuando te pones así me das tanta ternura –ella sonríe por el comentario de su amor

-la verdad es que solo soy así contigo –sabia como jugar sus cartas pero era más que obvio que aquel cazador le quitaba todas sus jugadas.

-buenas tardes – dijo Romina entrando a la sala –me han informado que quería hablar conmigo

-así es Romina entra –dice, la chica camina hacia la diosa –ahora dime dónde has estado?

-estuve en el bosque, me perdí y encontré a unos vampiros –la chica nota como su tío se tensa –me dijeron como volver y se fueron.

-está segura Romina- dijo la diosa.

-Si señora –dijo firme

-bien, te creo romina, ten cuidado en tus misiones no quiero que llegue a pasarte algo –la diosa sabía lo que hacía y el desenlacé de esto.

-Romina ¿Quiénes fueron los que te ayudaron? –la chica se tensó al escuchar la pre

-fue la princesa y su tua, fueron algo groseros pero entiendo que se sintieran amenazados –dijo con sinceridad

-no puedes acercarte de nuevo, la princesa no es la mas dulce de todas las vampiresas, ella es cruel y despiadada, ella no perdona las faltas, sus padre la consienten demasiado –dijo su tío con enojo.

-entiendo que Demiurgo la consienta demasiado –dice la diosa –el espero mucho por una hija, así que cuando ese niña llego a él se volvió demasiado especial para ambos, aún recuerdo el día que llego al templo de Arterina con un bulto en brazos, gritando contento tengo una hija, Arterina le dijo que le daría su bendición en unos días que organizara todo y después se fue ignorándome, no soy su persona favorita.

-ya puedes retirarte Romina –dijo Marco –ten mucho cuidado en tus misiones

-si tío, tendré mucho cuidado –la chica la mira fijamente –ammmm iras a cenar a casa, es mi cumple años y –baja la mirada.

-claro que ira querida y yo también estaré hay, como crees que se le olvido este día tan especial, anda ve a casa y ponte preciosa, dile a tus padres –Romina se alegró y salió del lugar.

Ambos amantes vieron a la chica salir de la sala, ambos veían algo diferente en ella, artemisa sabía que era lo que pasaba, su tío veía que algo raro pasaba con la niña, pero prefirió ignorarlo, su bellísima diosa estaba algo tensa, pero decidió ignorarlo, él y ella se arreglaron y salieron rumbo a la casa de su hermano para el cumple años de su sobrina, él estaba muy feliz, su pequeña cumpliría la edad perfecta para convertirse en cazadora oficial, Romina llego a su casa más que feliz, hablo con sus padre que la diosa y su tío vendría, la mujer estaba más que feliz, pero el hombre está más que preocupado por su pequeña y única hija, sabía que a partir de ahora su niña entraría al mundo de los cazadores y eso la pondría en constante peligro no solo por los vampiros sino también por los hombres lobos, los cazadores tenían problemas con ambas razas, algo en él lo hacía en dudar, su pequeña seria corrompida, él no quería que su hija se manchara las manos de sangre.

-nuestra pequeña niña está siendo reconocido por la diosa, ella tendrá todo, será la favorita como su tío – la madre estaba orgullosa

-yo no quiero que mi niña sea como su tío, él es muy serio y aria lo que fuera por la diosa, es muy déspota, frio, se cree el mejor –dice muy molesto.

-no digas eso, es un gran honor ser la mano derecha de la diosa, amor seria lo mejor que le pasria a nuestra hija, que tome el puesto de su tío, anda ve y lleva esto afuera la niña estará feliz –el padre toma el tazón con ensalada y ponerlo en la mesa.

La fiesta de Romina fue tranquila con todos los cazadores y la diosa, Romina era muy feliz para ella era lo mejor que le pasaba en su vida, la diosa le había regalado una catana divina, era de plata y especial, acabaría con cualquier persona que se metiera en su camino, la diosa había regalado aquella catana para que se hiciera cargo de la vampiresa, Artemisa sabia que podía confiar en la pequeña cazadora para acabar con esa niña, pero le dolio que en el proceso Demiurgo perdiara a su único rayo de sol, pero esa niña emanaba muchísimo poder, era lo que mas le preocupaba.

una venganza dolorosa (En Edicion)Where stories live. Discover now