La Chica De Los Ojos Verdes II

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- Buenos días, lindura -.

Lauren salió de la habitación a la 1:00 pm, traía una camisa verde mía, que alguna vez fue suya, traía el cabello algo alborotado, no podía abrir del todo sus ojos y caminaba como si el suelo tuviera grava.

Camila no es del tipo de andar en ropa interior frente a Taylor - dijo Sofi.

Traigo puesta una camisa ¿quieres que me la quite? -.

¡No, no, no! - dijimos Sofi y yo al mismo tiempo.

- Jugo de naranja - dije dándole un vaso lleno de este.

Gracias -.

Diciembre 20

- Vamos -.

No sé -.

- ¿Por qué te haces la difícil? -.

No es eso, nos van a ver -.

- ¿Cuándo te ha importado eso?

Nunca -.

- ¿Ves? -.

Lauren rió.

- Uno rápidito ¿si? -.

Está bien -.

- Cinco segundos -.

Tres -.

- Cinco -.

Cuatro -.

- Cuatro y uno pequeñito al final -.

Tres segundos y uno pequeñito al final, tómalo o déjalo -.

- Ash, Jauregui. Está bien -.

Bien -.

Llevaba días insistiendo por un beso a Lauren y no quería, la chica cada vez era más difícil.

Estábamos en la cafetería/bar de la señora Rosa (que en paz descanse) y la señora Cristina, se llamaba "Rostina Coffee-bar" era un nombre parcial, tal vez no era muy bueno pero a la señora Cristina le había gustado mucho.

Lauren pasaba mucho tiempo por aquí y yo venía cuando podía pero ella venía diario, venía y consumía algo todos los días, café, té, algo de comer o incluso algo de tomar como cerveza, venía, se sentaba en la barra con un libro y todos los días escribía algo, era supongo una especie de diario o algo así.

Se supone que eres empleada de este lugar si estás atendiendo gente ¿no? -.

- Sí -.

Entonces no deberías intentar besar a tus clientes -.

- No hay nadie aquí además de ti -.

¿No hay cámaras de seguridad? -.

- No en realidad -.

Voy a mandar instalar unas mañana, es peligroso incluso cuando esté la señora Cristina sola aquí -.

Es cierto, no lo había pensado -.

Lauren bebía de su café mientras yo limpiaba lo que podía del lugar y la señora Cristina iba y hacía algunos pagos.

¿Qué escribes? - dije intentando leer lo que su diario decía.

La chica de los ojos verdes tenía una letra preciosa, su ortografía era perfecta también pero no me dejó leer mucho.

También tengo algunos dibujos que hice y pienso ponerle algunas fotografías que tomé en mi viaje, es como un diario personal -.

- Entiendo, no puedo leerlo -.