【ʟɪʙʀᴏ ɪ: ꜱᴀᴋᴜʀᴀ-ʜɪᴍᴇ ꜱᴀɢᴀ】
【ᴄʀᴏꜱꜱᴏᴠᴇʀ ɴᴀʀᴜᴛᴏ x ʙʟᴇᴀᴄʜ】
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Los susurros de su nombre, las historias de quién fue... Todo parece estar tan fresco en la memoria de la Sociedad de las Almas...
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Autora POV
Dos días habían pasado desde el intento fallido de rescatar a Rukia.
Tal y como había sido su acuerdo con Yamamoto, la joven pelirrosa había sido confinada en la mansión Kuchiki, pasando la mayor parte de su tiempo —por decisión propia— en su cuarto, con Chihiro como su única compañía.
No había vuelto a ver a Aizen desde aquella noche en la que la había besado. El castaño había vuelto a desaparecer tras aquella visita, dejándole indicaciones a la pelirrosa para que no dijera nada acerca de su conversación. El capitán de la quinta división había afirmado que, cualquier información relevada, por más mínima que fuese, podría poner en riesgo la seguridad de la ojijade y el seiretei entero.
Tampoco había tenido noticias sobre el paradero de Ichigo y los demás que se habían infiltrado a la Sociedad de las Almas con ella, lo cual lograba poner a la pelirrosa aún más nerviosa y preocupada. Temía que sus amigos hubiesen capturados y corriesen con la misma suerte que Rukia.
— Hime-sama... —la suave voz de Chihiro hizo que la ojijade volviera a la realidad. La pelinegra había ingresado al cuarto, cargando con ella una pequeña canasta con aceites y accesorios para el cabello, teniendo la intención de hacer el peinado de la pelirrosa.
— ¿Si, Chihiro...?
— Kuchiki-sama me pidió que te informase que la ejecución de la señorita Rukia será llevada a cabo el día de mañana. —murmuró con cautela la joven criada, sabiendo cuanto le afectaba a Sakura aquel tema. — Yamamoto-sotaichou espera que estés presente... —agregó la pelinegra mientras se sentaba de rodillas detrás de la ojijade.
La joven princesa cerró sus ojos apretándolo con fuerza, sintiendo sus cuerpo tensarse mientras las manos de Chihiro se deslizaban suavemente por su cabello.
¿Estar presente en la ejecución? Eso se sentía como una crueldad muy grande de parte del capitán comandante. Sakura se mordió el labio sintiendo como una solitaria lágrima se resbalaba por su mejilla izquierda ¿Eso era todo? ¿Simplemente habían perdido? ¿Rukia sería ejecutada y no habría nada que pudiesen hacer?
