【ʟɪʙʀᴏ ɪ】 ꜱᴀᴋᴜʀᴀ-ʜɪᴍᴇ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ

Autora POV

Un suspiro escapó de los labios de la pelirrosa mientras ayudaba a bajar una de las últimas cajas del camión de mudanza.

Sin duda no era una situación con la que pudiese sentirse cómoda: Mudarse a una nueva ciudad a mitad del año laboral, y empezar una nueva vida con gente desconocida... Sakura no entendía en qué estaban pensando sus padres al tomar una decisión tan repentina.

Karakura no parecía tener nada de especial, no parecía un lugar que incitara a querer desesperadamente vivir allí. Sumado a ello, la vida que tenían en Tokyo era bastante buena como para abandonarla. Sus padres tenían trabajos estables, la ciudad tenía fácil acceso a todos los servicios necesarios, y lo más importante de todo: Tokyo era donde todos sus amigos y familiares se encontraban.

La ojijade era consciente de que no se trataba de una situación en la que sus padres hubiesen sido transferidos con la promesa de un salario mejor, entonces no podía comprender el por qué.

Si intentaba preguntarle a su madre acerca de su repentina mudanza, siempre obtenía la misma respuesta:

"Cambiar de aires periódicamente es bueno, cariño. Tómalo como una posibilidad para empezar de cero y reinventarte a ti misma. Harás nuevos amigos, tal vez incluso encuentres el amor ¿Y quién sabe? Tal vez incluso tu enfermedad se cure con estos nuevos aires"

Sakura bufó molesta al recordar tales palabras.

Ella no quería nuevos amigos, era perfectamente feliz con sus amigas de Tokyo. La vida no sería la misma sin sus tardes de café con Ino, o sin sus charlas en el receso escolar con Hinata. Aún podía contactarlas por teléfono, pero no sería lo mismo.

Y por otro lado estaba su dichosa enfermedad...

Sakura nunca había sabido con certeza en qué consistía esta rara condición que la acomplejaba. Desde que tenía memoria, siempre había estado obligada a tomar unas extrañas píldoras dos veces al día, las cuales lejos de hacerla sentir mejor, solo la hacían sentir más enferma y débil.