Capitulo 37

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Fui al baño y me lave la cara. Me tocaba ciencias de la vida. Y me tocaba con Nacho. Llegue tarde y el profesor me regaño. Pero no me importaba. Me senté en una mesa sola y a los minutos se sentó Nacho a mi lado.

-¿Cuántas de las cosas que me conto Cintia son reales?
-No importa ya. Paula me odia.

-Te estoy dando la oportunidad de que hables- dijo Nacho- Recuerda que Vegas y yo estamos listos para romperte la cara

-Rómpemela- dije- ya nada importa

- Dime que paso- dijo

-La invite al cine. Nos besamos. Parecía que todo estaba bien. Hoy llego con ella al instituto. Me pidió que me adelantara. Me encontré con Cintia, me besa a la fuerza. Paula nos vio, se enojo y ya no quiere saber nada de mí.

-¿Tu no estabas jugando con ella?- negué- ¿Ni tienes nada con Cintia?

-Odio a esa loca

-Me gusta sabes- me dijo con la cabeza agachada

-¿Cintia?- asintió- ¿Estás loco?

-Es creo- el sonrió- Pero después de lo que le hizo a mi hermana le tengo un completo rencor.

La clase paso y me encontré con Vegas

-¿Cuál es tu maldito problema?- me dijo enojado- ¡Es Paula!

-Lo sé- dije- Maldita sea fue Cintia. ¡Creo que le gusto!

-Que malos gustos tiene Cintia- dijo- Cuéntame todo. A detalle.

Le conté todo. Desde que me di cuenta que la amaba, hasta lo que paso en la mañana. Estuvo serio todo el tiempo. Me ponía atención. Pero su cara de enojo y amenaza no se quitaban por ninguna razón.

-Yo ya sabía que a ella le gustabas. Se lo dije desde el principio- me dijo- Y tuve razón

-Eso creo.

-Y quién lo diría. El famoso y cruel Van Dijk se enamoro de mi pequeña amiga.

- Déjame en paz.

-Te ayudare- me dijo- Solo porque quiero a Paula. Quiero que sea feliz. Aun que sea contigo

-¿Te gusta Paula?

-No. La quiero como a una hermana, amigo. Pero es muy linda. Lo reconozco. Y sé que a Liam le gusta ella. Y también a Jay. O sospecho que a Jay le gusta. Pero Liam ya lo ha aceptado. Y Frankie también le esta echando el ojo. Tienes competencia amigo. Pero aun aunque Liam sea mi amigo, y Jay me caiga mejor que vos. Te ayudare porque Paula te ama a ti. No a Liam, ni a Jay. A ti. Eres muy afortunado pequeño tonto. – Asentí y August sonrió- Adiós

Eso que me dijo me hizo sentirme mejor. Decidí ir a buscar a Paula, la busque por todos lados. Incluso pregunte por ella. Encontré a Frankie, un chico que estaba en futbol con August, Liam y yo. Es alto y rubio. Ojos verdes. Es como una mezcla mía y de Nacho. Pero aun así yo sé que soy más guapo que Frankie. O por lo menos espero eso. También les pregunte a unos chicos que van conmigo en Geografía Universal. Ben y Zack, Zack era un chico más alto que yo, con cabello negro, tez blanca pálido y ojos café claro, el cual me dijo que no. Y empezó a decir que era hermosa y empezó a elogiarla.

-Eso ya lo sé idiota- le dije furioso y me fui de ahí. Era capaz de matarlo.

Seguí buscándola. Era capaz hasta de hablarle a Liam o Jay solo para preguntar por mi pequeña.

Después de mucho buscar camine por los baños con regaderas que estaban cerca del gimnasio y escuche llanto y dos voces. La seguí y vi a Paula abrazada a Jay.

Sentí como algo amargo y rasposo subía por mi garganta y esófago. Empezaron a temblar mis manos. No sabía si gritar o llorar. O las dos juntas. ¿Era posible gritar enfurecido y llorar con mucha penas al mismo tiempo? Los mire fijamente. Mis dietes se apretaron. Comencé a sentir una sensación de vibración por todo el cuerpo. Como una sustancia se unía a mi sangre. Era adrenalina. Estaba seguro. Di un paso hacia delante. Un calor empezó a abordarme. EI pulso se acelero y mi reparación era rápida, profunda e irregular.

Recordé el beso, las lagrimas se a galoparon en mis ojos, pero las removía antes de que pudieran salir. Me dolía el pecho y los hombros. Toda la esperanza de tener una vida con ella se desvaneció. Toda esperanza de que me amara murió. Quizá era un abrazo. Pero era un abrazo después de una pelea conmigo. El beso con Cintia me llego a la mente. Quizá ella merecía ver eso. O quizá era yo el que merecía sentir esto. Sentí nauseas y mis energía bajaron.
Me sentí débil. ¿Qué iba a hacer sin ella? Tome aire y las palabras brotaron de pausada y débilmente, pero cargadas de dolor y furia

-¿Te dolió mucho verdad?- dije enojado y destrozado- Se te nota

Ella se separo de Jay y me volteo a ver. Sus ojos estaban rojos y se veían tristes. Su labio comenzó a temblar débilmente.

-¿Y tú me amabas mucho verdad?- dijo y sentí como mil espadas se enterraban en mi pecho y espalda- También se nota. Vete, por favor. Y jamás me vuelvas a hablar.

-Cuando vayas a mi funeral... En mi funeral me llevas rosas. Rosas color rojas. Esas me encetan y son hermosas. Como tú.

-¿De qué hablas?- me di cuenta que mis lagrimas ya estaban calendo. Y también que Jay no se pensaba meter en la plática.

-Es mejor la muerte que estar sin ti. Quizá aun día de estos muera. No sé..

-Eres un idiota ¿sabías?

-Lo supe desde que no me separe de Cintia cuando se aventó sobre mí y me beso. Y lo confirme cuando tú me pediste que me esfumara de tu vida.

-𝖆 𝖒 𝖔 𝖗- [Ruel] 1ra T. Where stories live. Discover now