Capitulo 24

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*en este capitulo pueden leer mientras escuchan la canción que les deje y les marcare en el momento donde la deben escuchar para que puedan sentirse cuando yo estaba escribiendo esto*


El volteo y me miro. Y cuando me miro lo hizo de una manera dulce, tierna, jamás lo había visto así.

-¡Paula!- dijo y se levanto- ¿Cómo estás?

-Bien- le dije- ¿Cómo estas vos?

-Bien gracias- me contesto sonriendo

-¿Qué haces aquí?- dije- No me molesta que estés en la sala de mi casa, pero...

-Quería ver como estabas... Después de lo de hoy

-Bien- sonreí- supongo.


*Narra Ruel*

Hoy al salir de la escuela conseguí un taxi rápido. No quería toparme con nadie y menos con Paula. Yo sabía que ella se empeñaba en encontrarme. ¿No entendía que no quería nada con ella? Ni siquiera ser amigos. Y lo peor de todo es que me enoja verla con Vegas... Pero no se la maldita razón.

Al salir de clases camine unas cuantas calles. Después vi que un taxi pasaba y lo pare. Estaba por subirme cuando llego Cintia. Una chica un año mayor que yo, es muy presumida, o más bien era. Creo que ya no es así. Antes era un asco de persona y a mí me caía mal. Bueno, todos me caen mal.

-Hola- me dijo Cintia- ¿Te puedo pedir un favor?

-Hola- dije- y no.- me estaba subiendo de nuevo cuando me interrumpió

-Ruel- dijo- por favor- suplico- llevo más de media hora buscando un taxi. Mis padres me mataran si llego tarde. Tengo trabajo en la tarde. Por favor.

Decidí permitirle que se subiera al taxi, no porque la fueran a regañar, ni tampoco por lo de su trabajo. Si no porque quería ver si las chicas tenía algo sobre mí en estos tiempo. Quería ver si podía sentir el mismo desprecio y celos con Paula

-Está bien- le dije- pero los dos lo usaremos. Iremos primero a tu dirección y tu pagaras lo que cobren de aquí a tu casa- ella asintió- Bueno.... apúrate.

Cuando ella se estaba subiendo vi que paso un carro como el de Nacho. Pero no le di tanta importancia. Cintia le dio la dirección al taxista. Estuvimos en silencio los dos. Cada quien en una ventana. Cuando llegamos ella salió y me dio las gracias. Y yo solo asentí. Le di al taxista la dirección de mi casa, y en ese momento me di cuenta que era un señor con bigote. El señor del taxi asintió y empezó a manejar por las calles. Estaba tan aburrido que cuando toco el claxon me espante y cuando freno de repente casi me pego en la boca contra en asiento de adelante.

-¿Qué le pasa señor?- le dije furioso

-Lo siento joven- me dijo- una chica se atravesó

-¿Una chica?- y en ese momento se me cruzo por la cabeza Paula.

Salí corriendo del taxi y llegue junto con la muchacha tirada en la calle. Estaba llorando. No quería saber quién era. Si era Paula no lo podría soportar. ¿Pero que estoy diciendo? Si es ella no me tiene que importar.

-¿Paula?- dije yo al ver su cara. -¿Qué haces aquí?- tome su mano para levantarla
-Déjame-me dijo y empezó a forcejear para soltarse. Pero yo no la solté.- Vos estas con Cintia ¿no?

-¿Cintia?- dije- Pau solo le permití subirse al mismo taxi que yo. Ella tenía que llegar a su trabajo de la tarde. Solo eso. ¿Estás bien?

-Ruel- dijo sollozando y dejando de moverse- Me siento horrible- y para mi sorpresa la abrace. No sé cómo ni cuándo lo pensé. De hecho no lo pensé, solo lo hice. De repente ya la tenía abrazada. En mis brazos

-Ven- dije mientras la cargaba- sube a mi taxi. Te llevare a tu casa.

-Gracias- me dijo bajándose de mis brazos- Yo puedo caminar gracias- sonreí.

Fuimos a su taxi y nos subimos. No sabía por qué estaba haciendo esto ¿Me abría vuelto loco? ¿Por qué la abrazaba? ¿Por qué la cargaba? ¿Por qué era tan lindo con ella? ¿Por qué era otro tipo de persona cuando estaba con ella? ¿Por qué me sentía diferente con ella?

-Lo siento señor- dijo- no quería cruzarme.

-No te preocupes- dijo el señor que manejaba el taxi- ¿Seguimos en la dirección que me dio?

-No- dije le di la dirección de ella.

[acá pongan play a la canción]
Estaba tan cansada que se acostó en mi pecho, Me dio mucha ternura y después de unos segundos le pase mí brazo por sus hombros. ¿Por qué lo hacía? De no ser ella hubiera aventado a cualquier otra persona que se hubiera intentado acercar a mi... entonces ¿Por qué a ella no la avente? ¿Por qué, en vez de eso la abrace? Y entonces lo supe. Ella me gustaba ¿Cómo era eso posible? Jamás en mi vida me había gustado alguien. Nunca vi a una chica como alguien para quererla y formar una familia con ella. ¿Qué tenía Paula para que fuera a la primera con la que quisiera estar mi vida entera? Ni siquiera la conocía bien. Y ya la amaba como a nada en el mundo. La palabra amor no existía en mi vocabulario. Y sin embargo ahora mismo estaba siendo consciente de que amaba a Paula. Amaba su cabello alborotado, su hermosa sonrisa que siempre tenía, amaba sus ojos llenos de vida y de alegría, amaba su forma de ser, su carácter, sus mejilla sonrojadas, su figura, sus labios, la ropa que siempre cargaba, sus pestañas, la forma de su cabello, la forma de su cara, sus orejas, sus brazos, el sentimiento que tenía cuando estaba con ella, la forma en que me miro la primera vez que nos conocimos, su voz, su manera de actuar, su manera de expresarse, su manera de sentir, su valentía, su timidez, su amabilidad, sus gritos, la amaba feliz, enojada, triste, furiosa, sorprendida, confundida, amaba su vocabulario, su firmeza, los accesorios que usaba, la manera en que caminaba, las palabras que me decía, la manera en que su tacto me hacía sentir, amaba sentir su respiración en mi pecho, amaba verla dormida, amaba la vida que imaginaba con ella, amaba sus años, sus debilidades, amaba sus virtudes, sus defectos, amaba sus perfectas imperfecciones, su manera de correr, de reír, de llorar, amaba lo que me hacía sentir, lo que me provocaba, amaba lo que le quería decir, lo que me callaba, amaba la idea de poder llegar a ser su esposo, su pareja, la amaba a ella.

Y cuando llegamos a casa ella estaba dormida.

-Señor, ella se durmió. ¿Me podría esperar aquí mientras la llevo a su casa?- el señor asintió- gracias

Me baje con ella en brazos. Iba hacia la puerta cuando llego un chico de mi estatura.

-¿Qué haces con Paula?- dijo

-¿Qué te importa?

-Es mi compañera de proyectos. Soy Jay, y te exijo que me la des. Yo la puedo llevar a su casa.

-Uno, no me importa que sea tu compañera de trabajo. Y dos a mi no me vas a exigir nada. Yo la traje hasta acá y yo la llevare a su casa.

-¿Quién eres para hablarme de esa forma? ¿Por qué Paula estaba contigo?

-No te interesa- camine hacia la casa de mi pequeña Pau.

Vi que Jay me seguía pero no le di importancia. Toque la puerta y poco después Nacho me abrió

-¿Ruel?- dijo Nacho

-Si, hola. ¿Por qué lloras?- le pregunte

-Vos no preguntas esas cosas ¿Qué te sucedió?- pregunto- Pasa

-Claro- pase y detrás de mi paso Jay.- Preferiría hablar solo con Nacho, no con otras personas- dije.

-Lo siento Jay, por favor sal- Jay me miro con furia

-Claro, solo dile a Pau que la espero para hacer el proyecto-y salió.

-Llevare a Paula a su habitación y bajo para hablar- le dije a Nacho. Él asintió

-Arriba hacia la derecha- me indico Nacho. Asentí y la lleve- puerta azul

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Otro capitulo y mañana estaré publicando más ♥ 

-𝖆 𝖒 𝖔 𝖗- [Ruel] 1ra T. Where stories live. Discover now