9.

1K 84 15
                                    

Pili's POV.

Lo besé, cometí un error pero con facilidad puedo culpar al alcohol. Nos separamos luego de unos largos segundos por falta de oxigeno, me alejo de él avergonzada y bajo mi mirada esperando que no notara lo roja que estaba mi cara en ese momento.

— Wow.— Dice Ethan mientras encarnaba una sonrisa, cierro mis ojos arrepentida.—Besas bastante bien, rubia hermosa.

Ruedo los ojos, él se termina el vaso en varios segundos y me toma de las manos otra vez pero halarme hasta la pista de baile, la atención de toda la preparatoria estaba sobre nosotros pero mi plan era solo ''impresionar'' a Purre, ni en los más íntimos sueños quería que se confundiera, fue solo un beso, nada más.

— ¿Qué estás...— Me interrumpe.

— Tranquila, no voy a confundirme, solo quiero bailar. Ya nos besamos, eso fue más que un baile, ¿no? — Dice con una sonrisa, suspiro muy lento y me acerco a él.

La música de pronto se volvió más fuerte, estaba avergonzada, es por eso que tarde unos segundos en empezar a moverme pero las manos de Ethan estaban sobre mi cintura mientras se movía al ritmo de la pista. Su pelo se movía con cada paso que daba y sus manos exploraban cada rincón de mi cintura con total confianza, la música fluyó en mí sin mucho esfuerzo, empecé a moverme a su ritmo.

Nuestros cuerpos acortaron la distancia y fue entonces cuando el momento se volvió más intimo, no por mucho tiempo. Tuve la oportunidad de observar como un Purre enojado tomaba a su novia de las manos para caminar con ella escaleras arriba, aquella chispa de emoción que mi cuerpo sentía se apagó en un segundo, dejo de moverme entonces Ethan me mira confundido a lo que solo niego y me alejo.

— Lo siento, tengo que ver a mis amigos.— Miento y corro hacía afuera, no sabía hacía donde dirigirme así que me fui al patio trasero y me senté a orillas de la piscina en donde no habían tantas personas.

Di un largo suspiro y cubrí mi rostro con mis manos, la sensación de querer llorar me invadió pero logré controlarlo al momento de sentir como alguien se sentaba a mi lado, retiré las manos de mi rostro y miré a Carmela quien lucía más sudada que un atleta luego de un maratón, supuse que estuvo bailando.

— ¿Estás bien? — Asiento, ella no parece convencida.— Te conozco.

— Fue una noche muy extraña.— Confieso, ella alza sus cejas esperando los detalles.— Luego te cuento.

Tomo mi celular de mi bolso y miro la hora, el reloj marcaba las 12:20 am, ni siquiera me di cuenta de cómo pasó el tiempo así de rápido.

— Ya nos vamos, a eso vine.— Dice y asiento aliviada, era lo que quería hacer, desaparecer de aquella casa.— ¿Te espero afuera?

— Sí, ahora voy.— Le sonrio y ella asiente, desaparece tan rápido como una liebre.

Le di un último vistazo al agua de la piscina y muerdo mis labios, no podía creer que me estaba sintiendo así por él, no podía creer que estaba sintiendo celos e impotencia por él y su novia. Me levanté de la orilla y me dispuse a irme, justo cuando me di la vuelta me lo encontré de frente, tenía sus brazos cruzado y su expresión era tan fría como hielo, me intimidó por algunos segundos y sí, logro ponerme nerviosa.

— ¿Podemos hablar? — Dice mirándome a los ojos, yo niego mordiendo la comisura de mis labios.— Vamos Pilar, no voy a quitarte ni 10 minutos, solo necesito dejar las cosas en claro.

— Pensé que lo estaban.— Ruedo mis ojos, él niega de inmediato.— No quiero escucharte.

— No me importa.— Su voz suena dura, mi cara en ese momento parecía un volcán en erupción.

— ¿Qué es lo que quieres? — Cuestiono cansada, él asiente y mira hacía arriba.— Tienes a tu novia aquí, andate con ella y solo dejame en paz, no es difícil.

Él suelta una pequeña risa, en ese momento supe que nuestra conversación sería intensa y terminaría llorando por él otra vez en mi habitación, tan fácil como saber terminaría odiándolo sin querer.

— ¿Hasta dónde quieres llegar dándome celos? — Sono enojado y es ahí cuando me sorprendo, esperaba todo menos saber que sí estaba celoso.

Buena jugada, Pilar.

Pero aún así no supe que responder, mi mente no maquinó una sola palabra en ese momento.

— ¿Por qué debería darte celos a ti? — Me cruzo de brazos, él suaviza su mirada.

— No sé, tú dime.— Me rio.

Me estaba enojando más.

—No vayas a victimizarte, no tengo motivos para darte celos si tú y yo no somos nada, tengo derecho a besarme con quién quiero y en dónde quiero y a ti no tiene que importarte, de hecho no sé por qué te importa tanto si no pensaste en lo mismo cuando me dejaste ir.— Sí, empezaba a sacar todo lo que sentía otra vez.

Hubo un silencio pero él lo rompé.

— ¿Victimizarme? De hecho no importa con quién salgas, pero el hecho de que siempre quieras buscarme el lado es incomodo, ¿no crees? — Ok, golpe bastante bajo.

Cierro mis ojos con impotencia y se llenan de lágrimas, las mismas empiezan a brotar por la piel de mi mejilla sin importarme que él me viera, ya no podía evitarlo más.

— Solo deja de buscarme, tú pusiste tus limites, ahora yo pongo los míos, estoy feliz con ella, no siempre ibas a ser .—Añade y entonces pasa, mi mano impacta su mejilla haciendo que su cara girara de inmediato y su mano viajara a la misma para cubrirla, mi voz se quebró en un instante.

— Eres un hijo de puta, no quiero escucharte más, no me vuelvas a dirigir la palabra por respeto a lo que una vez fuimos, si es que alguna vez te importo.— Me rio sarcásticamente y fue lo último que dije.

Corro hasta la salida y con lágrimas en los ojos me meto al auto de Axel, mis mejores amigos me miran preocupados y fue lo único que bastó para volverme un blanco de sollozos.

Lo perdí para siempre.













N/A:

Novela en edición.

— Lía.🤍

Del odio al amor ; Pilurre [RENOVANDO]Where stories live. Discover now